Con 25 años de experiencia, la doctora Josefina Lira Plascencia, ginecóloga con subespecialidad en medicina fetal y coordinadora desde 1998 de la Clínica de Medicina del Adolescente en el Instituto Nacional de Perinatología (INPer), ha buscado brindar atención a la mujer, específicamente a las adolescentes, pues opina que es un sector de la población muy descuidado.
“La atención a la adolescencia ha sido abandonada porque tenemos una de las tasas más altas en embarazos no planeados en todo el mundo y ahí tenemos mucho por hacer”, puntualiza en entrevista con SuMédico.
“Disfrutaba darles buenas noticias a las mujeres”
La especialista cuenta que entró al INPer en 1991 como residente, acabó la especialidad en el 94 y en ese mismo año cursó la subespecialidad de medicina fetal. Desde el 95 empezó a ejercer ya como profesional.
“Desde que estaba trabajando como residente y teníamos nuestras rotaciones clínicas, siempre me llamó mucho la atención la mujer embarazada y los problemas ginecológicos. Tuve ese acompañamiento de género con las mujeres en la salud desde el principio”, relata.
(Foto: Dra. Josefina Lira)
La doctora Lira recuerda que cuando estuvo haciendo su internado en un hospital materno infantil, pidió la mitad de la rotación en el área de ginecología y obstetricia y asegura que le encantó.
{"field1":"“Disfrutaba darles buenas noticias a las mujeres, decirles ‘ya nació tu bebé, está todo bien’, o en su caso, hacer el diagnostico de algún problema médico, solucionarlo y llegar a la noticia agradable”, explica.","field2":""}
Desde el punto de vista de la ginecóloga, en todas las áreas de la medicina hay buenas noticias, pero las hay en mayor medida en ginecología y obstétrica, más cuando hay nacimientos exitosos.
Importancia de la ginecología y obstetricia
Según explica Lira, la ginecología es la rama de la medicina que se dedica a ver problemas en la mujer como trastornos menstruales, hemorragias, alteraciones hormonales, menopausia, problemas urinarios e infecciones, mientras que, en el área de obstetricia se ve todo lo que conlleva el embarazo, tanto el de bajo riesgo, como el de alto riesgo que tiene complicaciones importantes.
(Foto: Pixabay)
“Entre los principales problemas que vemos en consulta son problemas por cólicos menstruales intensos (dismenorrea), los trastornos menstruales, problemas vulvo-vaginales, infecciones genitales y el uso de métodos anticonceptivos en la mujer. En obstetricia atendemos muchos casos de mujeres que perdieron a un bebé en el pasado por diversas razones y buscan un nuevo embarazo”, detalla.
Ayudar a las adolescentes, su principal satisfacción
En todos los años de experiencia, la especialista destaca que uno de sus mayores logros es ser la fundadora de la Clínica de Medicina del Adolescente del INPer, porque, según explica, “es la única que existe en el país para la atención de la mujer adolescente, tanto en el área de ginecología y de obstetricia”.
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La doctora Lira resalta que lograrlo le costó 29 años de carrera y es un logro que le encanta porque antes no había en México especialistas en el área que se dedicaran a evaluar a las adolescentes, porque se trata de una etapa que queda en medio de la niñez y la edad adulta.
(Foto: Pinterest)
{"field1":"“Los pediatras decían ‘esta niña ya empezó a menstruar, yo ya no la veo’ y por su parte, el ginecólogo decía ‘está niña es muy pequeña, que la vea el pediatra, solo veo mujeres de mayor edad’, entonces era un problema”, señala.","field2":""}
Hoy la Clínica de Medicina del Adolescente es la más importante en México y Latinoamérica y acuden chicas de todo el país para atenderse. En total, se han atendido a 17 mil 600 adolescentes embarazadas desde su inauguración, por lo que tienen una gran experiencia en el manejo de estos casos.
En la parte ginecológica, la experta describe que ven a adolescentes con problemas menstruales, malformaciones uterinas y pélvicas, así como niñas con abuso sexual.
“Uno de mis objetivos es que ahora mis residentes lleguen a amar lo que hacen, a encariñarse con sus pacientes y a comprometerse en cada uno de los casos que atiendan”, dice.
(Foto: Dra. Josefina Lira)
La primera mujer al frente de COMEGO
Otro de los grandes logros de la doctora Lira es que fue presidente del Colegio Mexicano de Ginecología y Obstetricia (Comego), que es el más importante en cuanto a academia, algo que, según cuenta, la llena de orgullo, pues desde que se fundó hace 75 años, no se había tenido una mujer al frente.
“Yo fui la primera y para llegar ahí tuve que vencer muchas barreras culturales, pues médicos y hasta maestros me quisieron cerrar las puertas. Con mucho esfuerzo y un equipo que me apoyó demostramos que las mujeres tenemos capacidad de llegar a esos lugares”, dice orgullosa.
Y agrega que “fue una satisfacción enorme y un privilegio, porque por fin se le pudo dar una visión femenina. Era increíble que un colegio dedicado a ginecología y obstetricia pasó tantos años en manos de los varones”.
(Foto: Dra. Josefina Lira)
Atender embarazos de niñas es todo un reto
Por desgracia, no siempre hay buenas noticias. La doctora Lira recuerda que ha habido casos que la marcaron para siempre por el impacto emocional que le causaron.
“Siempre voy a recordar el caso de una paciente de solo 10 años, Fernanda, la más pequeña que hemos tenido en la clínica. Nos la trajeron embarazada desde el estado de Michoacán y ella fue abusada sexualmente por su padre biológico desde que tenía 6 años. Su mamá dijo que nunca se había dado cuenta hasta que la pequeña quedó embarazada”, lamenta la doctora.
{"field1":"“La atendimos y nunca voy a olvidar la cara de esa niña cuando llegó a consulta, estaba muy asustada”, detalla. ","field2":""}
La especialista explica que con las intervenciones adecuadas llevaron el embarazo de la pequeña a término y todo salió muy bien. “El día que hicimos la cesárea yo le pregunté si quería estar despierta cuando naciera el bebé y escucharlo, pero me dijo que ya no quería saber nada, quería estar dormida y olvidarse de todo”, describe.
(Foto: Pinterest)
Nació un varón sano y se dio en adopción. La doctora Lira nunca volvió a ver a la niña, pero afirma que fue algo que la marcó de una manera impresionante, especialmente cómo las mujeres pueden ser vulnerables, más aún las mujeres adolescentes y niñas.
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Actualmente, la especialista confiesa que todavía se pregunta qué habrá pensado Fernanda con solo 10 años cuando sentía que algo crecía en su interior, que algo se movía, un bebé que nunca buscó.
{"field1":"“Por eso amo mi carrera, me apasiona trabajar con ellas y poder ser un vector de cambio juntas”, subraya.","field2":""}
Mejorar el futuro de las adolescentes es su objetivo
Sin embargo, Lira detalla que no solo busca ayudar a las mujeres que han sido víctimas de abuso sexual, sino que en todas las adolescentes cambiar la perspectiva de vida.
“Eso me da mucho orgullo y estoy muy satisfecha con este trabajo”, dice.
En ese sentido, la gineco-obstetra señala que, en la clínica, el 97% de las chicas que se atienden egresan con un método anticonceptivo, ya que de esa forma se busca limitar que la familia siga creciendo y que las chicas puedan seguir estudiando y ser productivas para tener un mejor futuro.
(Foto: Pinterest)
Se ha visto que en promedio el 30% de las adolescentes que se embarazan, al año vuelven a estarlo. Tienen varios hijos y eso dificulta que se integren al área laboral.
Gineco-obstetricia ha tenido avances impresionantes
Desde su experiencia, la doctora Lira menciona que la medicina en general ha tenido crecimientos impresionantes a lo largo de los años. Según recuerda, cuando era residente se hacían los diagnósticos con un estetoscopio de Pinard. “Lo poníamos en la barriguita para escuchar los latidos cardiacos del feto y encontrar alteraciones”.
Pero ahora toda la tecnología permite hacer diagnósticos muy sensibles de riesgos perinatales desde una etapa muy temprana, aproximadamente a la semana 11 o 13, donde ya se pueden ver riesgos para la mujer y el bebé. “Antes solo podíamos saberlo cuando la mujer estaba casi en término del embarazo”, detalla.
(Foto: Pexels)
Las cirugías ginecológicas se hacen actualmente con mínima invasión, son laparoscópicas. Esto ha sido un gran avance, pues la experta recuerda que anteriormente se tenía que abrir el abdomen y había un mayor riesgo de complicaciones y muerte, además de que el tiempo de recuperación era más largo.
Los ultrasonidos y la resonancia magnética son otros factores que han contribuido a la mejoría de los diagnósticos tempranos.
Tecnología anticonceptiva es mejor que nunca
“También he visto un gran avance en la tecnología anticonceptiva pues hay un sinfín de métodos seguros y eficaces, cosa que cuando yo empecé era muy distinta, porque solo teníamos la píldora anticonceptiva, el dispositivo intrauterino (DIU) y los métodos definitivos como la vasectomía y la salpingoclasia. Hoy tenemos anticonceptivos con eficacias altísimas, que no requieren de entrar a un quirófano”, destaca.
Actualmente también es posible prevenir la infección por Virus del Papiloma Humano (VPH) por medio de la vacuna, lo que a su vez reduce los casos de cáncer cervicouterino.
(Foto: Pexels)
Para Lira, todos estos avances han mejorado en gran medida la vida de muchas mujeres en el mundo y en nuestro país, porque la medicina que se hace en México está entre las mejores a nivel mundial, especialmente en los institutos nacionales de salud, así que es algo de lo que debemos estar orgullosos.
Queda mucho por hacer
Aunque ha habido avances importantes, todavía queda mucho por hacer y la especialista en medicina materno-fetal asegura que en general los recursos que se destinan a salud son muy bajos en nuestro país y lo que hay no siempre se aplica con eficiencia, sobre todo para la medicina preventiva.
“Desafortunadamente a lo que se ha dedicado la medicina en México es a resolver problemas de salud, hemos hecho muy poco por prevenir embarazos no deseados, enfermedades crónico-degenerativas como hipertensión, diabetes o cáncer cervicouterino”, lamenta.
(Foto: Pixabay)
Finalmente, Lira destaca que la prevención cuesta menos así que recomienda a todas las mujeres acudir con el ginecólogo no solo cuando se sientan mal o haya complicaciones, sino al menos una vez al año para que se haga una revisión. Si planean un embarazo, también hay que acudir para que se revisen los posibles factores de riesgos.
Las madres deben llevar a sus hijas adolescentes al ginecólogo una vez que empiezan a menstruar para que reciban la orientación adecuada.
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