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El mexicano indocumentado que ahora es director de Neurocirugía en EU

El doctor Alfredo Quiñones cruzó la frontera cuando tenía 19 años, estudió en Harvard y es un connotado neurocirujano en Estados Unidos

Escrito en LÍDERES DE LA SALUD el

Nació en un pueblito de Mexicali, en el Ejido Sinaloa, donde estudió para maestro. Y aunque ejerció esa profesión durante algún tiempo, a los 19 años salió de México a explorar nuevos caminos. Alfredo Quiñones sabía que la vida en el norte era diferente y que no era fácil pero se arriesgó y cruzó la frontera, sin papeles, indocumentado.

Trabajó en el campo de Estados Unidos, donde pasó tiempos difíciles. Y una vez que se regularizó mediante una reforma legal para trabajadores del campo, estudió en Harvard y hoy es médico neurocirujano oncólogo, uno de los más prestigiados de Estados Unidos.

Su trayectoria tiene tal reconocimiento que formó parte del documental “The surgeon´s cut”, transmitido por Netflix y producido por la BBC de Reino Unido, que trata sobre cirujanos notables.   

(Foto: Doctor Alfredo Quiñones) 

“La medicina está en parte de nuestra cultura, aunque no nos demos cuenta. Nuestros ancestros, incas o mayas practicaban la medicina y hace mil años se hacían operaciones en el cerebro y los resultados que tenían era increíbles. Mi abuelita era curandera y partera en el ejido y yo miré cómo la querían sus pacientes y cómo los quería ella; y a pesar de que no teníamos educación, éramos gente muy humilde, yo pienso que la medicina es darle servicio a la humanidad y eso lo traemos todos en nuestra cultura, en nuestra herencia hispana, en nuestra cultura mesoamericana”.

El hoy director del Departamento de Cirugía Neurológica en Mayo Clinic de Jacksonville, Florida, comenzó la carrera de Medicina en Harvard en 1994 y se graduó en 1999. Después hizo la subespecialidad de neurocirugía en la Universidad de California San Francisco. Y desde siempre pensó que daría servicio a la humanidad.

Pagó por sus deudas universitarias durante 5 años después de estudiar

Acabó sus estudios con deudas por varios cientos de miles de dólares y vivía en una de las ciudades más caras de Estados Unidos, que es San Francisco. Ya estaba casado y tenía una hija; vivían en un departamento muy chiquito pues lo que ganaba como residente era muy poco y no les alcanzaba ni para pagar la renta. Logró terminar sus estudios con becas, deuda y trabajo.

En el 2010 terminaron de pagar sus deudas, cinco años después de haber concluido sus estudios, por lo que durante varios años en su casa solo tenía los muebles indispensables.

{"field1":"“Fue una inversión no solo en mi futuro sino en el futuro de otras personas. El impacto en otros, como los estudiantes, es real, somos gente real, gente humilde que salimos muy pobrecitos de México, que estamos aportando cosas muy importantes y es importante reconocerlo no solo en México sino en todo el mundo”. ","field2":""}

(Foto: Doctor Alfredo Quiñones) 

-¿Por qué neurocirugía?

-El cerebro es la frontera inexplorada. Siempre me ha fascinado el pensar que en este órgano que pesa solo 2 kilogramos existe tanto, tanta complejidad; existen más de 100 millones de neuronas. Yo sabía desde niño eso. En el cerebro se llevan a cabo más de 160 trillones de sinapsis y siempre me fascinaba la forma en que la imaginación funciona, la forma en que el cerebro funciona, como maneja tus manos, tus pensamientos, tus emociones y desde niño yo pienso que me encantaba explorar estas cosas. Y sin saber, y sin querer queriendo, yo pienso que yo era un neurocientífico. Como yo siempre le digo a mis estudiantes ¨todos nacemos científicos, algunos nos inclinamos un poco más a las neurociencias pero todos nacemos. Lo que es la vida, a través de los años seguimos tratando de decirle a nuestros hijos ´no puedes ser esto´, ´no muevas eso´ pero yo pienso que mis padres no hicieron eso conmigo, me dejaron explorar, me dejaron hacer muchas travesuras cuando era niño. 

El cerebro baila con el corazón

El doctor Quiñones, conocido como Doctor Q, lidera el Laboratorio de Células Madre Tumorales en la Clínica Mayo en Jacksonville, Florida y se ha especializado en el tratamiento quirúrgico de los tumores cerebrales primarios y metastásicos, con énfasis en el mapeo de las áreas de lenguaje y motora durante la cirugía. De igual forma trabaja en tratamiento de los pacientes con tumores de hipófisis y de base craneal utilizando abordajes endonasales, mínimamente invasivos. Este procedimiento se realiza a través de la nariz, sin tener que cortar el cráneo.

“La primera vez que yo miré un cerebro moverse pensé, me imaginé que el cerebro estaba bailando con el corazón, que es la forma que yo miro el cerebro. El cerebro no está desconectado del resto del cuerpo. Al contrario, tiene ciertas conexiones; la forma en que el cerebro se conecta con el corazón, con el resto de nuestros órganos es muy especial”

Al doctor Quiñones le fascina explorar esa frontera inexplorada.

(Foto: Doctor Alfredo Quiñones) 

“De niño miraba el programa “Viaje a las Estrellas StarTrek “y yo me acuerdo que decía ''¡wow, que emocionante y fascinante sería navegar el universo!'' y ahora me doy cuenta que el universo está aquí (y se toma la cabeza) entre nuestras manos y a veces lo ignoramos, a veces no lo apreciamos y para mí ha sido parte de mi vida, el asegurarme que la gente entienda la belleza que tenemos y que podemos poner nuestras manos aquí arriba de aquí”.

La primera vez que vio un cerebro era de una persona viva, un paciente que estaba despierto y el neurocirujano le estaba mapeando el cerebro.

Se le doblaron las rodillas

“Ésa fue una emoción fuerte, no te lo puedes imaginar. A veces tengo problemas en decirlo con palabras, pero se me doblaron las rodillas, el corazón empezó a palpitar empecé a sudar, una emoción increíble. El saber que un paciente le estaba dando ese privilegio, esa oportunidad a otro ser humano de dejar que ese otro ser humano tocara su cerebro, para mí fue algo que me impactó y es de la forma en que miro la cirugía. Los pacientes a veces me dan las gracias porque los opero pero yo les doy las gracias a ellos por dejarme y darme el privilegio de poder tocar su cerebro”.

Lo que es la vida. Es en lo que ahora se especializa el doctor Quiñones.

“Es la forma en que yo he avanzado en el campo de la neurocirugía, nuevas técnicas, nuevas áreas del cerebro, nuevas cirugías; explorar, el tratar de empujar los límites de lo que hacemos en cirugía, lógicamente por medio del mapeo del cerebro y entender las funciones. Lo que en aquel entonces el cirujano estaba haciendo era precisamente eso, estaba estimulando el cerebro, estaba entendiendo dónde estaba la vista, el olfato, el oído y todo eso para tratar de desconectar un tumor y tratar de sacarlo y dejar al paciente intacto.

“Y en eso es lo que yo me he especializado en los últimos 20 años y eso es en lo que yo he avanzado la ciencia también, lógicamente en los abordajes quirúrgicos y en la resección de esos tumores dejando al paciente intacto. Y lógicamente mandando luego ese tejido a mi laboratorio para explorar cómo esas células siguen migrando. Así como me imaginaba yo que iba a migrar en el universo, me imagino que es de la misma forma que estas células a veces migran en el cerebro en una forma a veces muy peligrosa. Es la razón por la cual no hemos encontrado una cura en contra del cáncer”.

El cáncer en el cerebro de los niños es devastador

El doctor Quiñones Hinojosa ha sido nombrado uno de los mexicanos más creativos del mundo por la revista Forbes en 2015, y uno de los 100 hispanos más influyentes en 2008.

El neurocirujano que ha realizado más de 5,000 cirugías del cerebro habla de los retos que ha enfrentado y considera que el primero fue entrar a estudiar a Harvard.

“El primero fue el creer en mí para poder aplicar (solicitar el ingreso) a la Facultad de Medicina. A veces los pacientes o mis amigos me dicen ´¿cómo llegaste a Harvard?´. Pues lo primero que hice fue aplicar, pero para poder aplicar tienes que creer, tienes que tener una cierta seguridad, tienes que tener una cierta confianza en ti mismo y el pensar que lo puedes lograr y ese fue uno de los retos al principio”.

Ahora su mayor reto es enfrentar a una enfermedad muy fuerte, que puede ser devastadora y que a pesar de todos los avances en la ciencia y los avances quirúrgicos “mis pacientes siguen viviendo un poquito de tiempo nada más, 12, 14, 15 meses y sabemos que el cáncer en el cerebro es devastador, y en los niños es mucho más devastador todavía. Y a pesar de todos los avances no hemos encontrado la forma de curarlo”.

Para el doctor Alfredo Quiñones, es un reto muy grande emocionalmente hablando porque en ocasiones le “quiere llenar el cerebro de oscuridad”.

El reto: no darme por vencido y seguir en el cuadrilátero con mis pacientes

“El reto que tengo es tratar de imaginarme luz, tratar de dar esperanza, no nada más a mis pacientes y sino a mí mismo también, no darme por vencido. El saber que tengo que estar ahí adentro del cuadrilátero con mis pacientes luchando por ellos, luchando con ellos. Yo pienso que es un reto muy grande”.

El médico de origen mexicano señala que en la actualidad sigue el reto de la cirugía, el reto de la anatomía porque cada paciente es diferente, “no lo debes de tomar a la ligera, debes de constantemente estarte preparando, estar estudiando, estar escribiendo, razón por la cual yo escribo muchos libros, muchos artículos, pero eso yo pienso que es algo que yo puedo controlar. Lo otro, que es la enfermedad, lo devastadora que es, el peso que tiene en una persona emocionalmente, eso ha sido, yo pienso, el reto que me ha estado tomando tiempo sobrellevar especialmente en los últimos años”.

Sólo el 5% de los pacientes sobreviven 5 años

-¿En qué porcentaje sobreviven los pacientes de cáncer en el cerebro después de una cirugía y cuánto tiempo?

“Primero que nada debemos tomar en cuenta que no todos los tumores cerebrales son superagresivos y malignos. Hay tumores que no son tan agresivos y ahí el riesgo es la cirugía, el tratar de desconectar estos tumores y dejar el paciente intacto. No hay que tomarlo ligera.

(Foto: Freepik) 

“Los otros tumores son los cancerosos, que nosotros llamamos gliomas, gioblastoma, gliosarcoma; esos son los tumores que se van por todos lados, devastadores, invasivos y desafortunadamente son los más comunes que tenemos y esos son los tumores a los que hay que dar quimio y radiación después de la cirugía”.

Rarísimo que un paciente muera por la cirugía

El doctor Quiñones asegura que afortunadamente, de la cirugía el 99.99% de los pacientes salen vivos, algunos con déficits dependiendo dónde esté el tumor, dependiendo de la experiencia del cirujano.

“Es muy raro que el paciente muera por la cirugía. Eso pasaba hace 100 años. En los últimos 100 años hemos hecho avances increíbles. El reto aquí es que no importa qué tan perfecta sea la cirugía, qué tantos tumores saquemos, el tumor sigue regresando. En el cerebro puede haber unas células cancerosas que les llamamos células madre y esas son las células que siguen atacando al cerebro, siguen creciendo, no importa cuanta sea la resección, no importa cuanta quimio o radioterapia le demos al paciente, el tumor seguirá creciendo, es una cuestión de tiempo. En algunos pacientes es un mes, dos meses, en algunos es un año; pocos, muy pocos, menos del 5% de los pacientes sobreviven más de 5 años”.

Asegura que eso es devastador, y cita que los gliomas, el glioblastoma en el cerebro, han atacado por ejemplo al senador Edward Kennedy, al senador John McCaín, que fue candidato a la presidencia, y últimamente al hijo del presidente Joe Biden, Bob Biden. Son los tumores agresivos.

{"field1":"“Ese es el reto que tenemos en la actualidad en la ciencia. Tratar de encontrar una cura contra ese cáncer y si lo hacemos va a abrir muchas puertas para curar otros cánceres que afectan al ser humano”.","field2":""}

No todos los casos son tan graves o peligrosos pero “yo siempre le digo al paciente ´cada vez que tú entras al quirófano no importa qué tan sencilla sea tu operación, para ese paciente es la operación más peligrosa y el reto más grande´. Entonces no hay que tomar a la ligera porque yo me he dado cuenta que a veces casos sencillos pueden salir super retadores y el paciente hasta puede fallecer. Cuando el paciente entra al quirófano es como entrar al cuadrilátero y tiene que pelear, y está en una línea muy fina entre la vida y la muerte”.

En opinión de este médico que logró forjarse un destino exitoso en Estados Unidos, no existe otra disciplina con tanto riesgo como la neurocirugía.

(Foto: Pixabay) 

“Y no es que nosotros seamos mejores cirujanos o mejores doctores, no, la verdad es que yo sé que en otras disciplinas hay doctores muy buenos, cirujanos muy buenos. Yo pienso que lo que nos ha distinguido a nosotros es esa fuerza de voluntad, vivir con la incertidumbre de no importar que tan certera sea la cirugía o el buen trabajo que hagas en el quirófano, que el paciente no vaya a despertar o si despierta lo hace sin memoria o sin vista o sin poder mover la mitad del cuerpo. Yo siento que es un peso enorme y una fuerza que tienen los neurocirujanos”.

Trabaja con un equipo de más de 20 personas

-Usted decía que el 99.99% de los pacientes que entran a cirugía del cerebro sobrevive a la cirugía, pero del total ¿en qué porcentaje se puede decir que salen bien, hablando, caminando, con memoria?

-Depende del tumor, de la complejidad del caso, es difícil generalizar. Si estamos hablando de un tumor del tallo, que está envuelto en los nervios que controlan la cara, la boca, los ojos, y esos tumores a veces son invasivos, al momento de sacarlos desafortunadamente terminas lastimando algunas de estas partes. Eso  hace que el 5% de los pacientes salga con un déficit y entre el 1 y 3% va a ser un déficit permanente. Si estás hablando de un tumor en la corteza, cerca de la zona del habla, tiene que ver la experiencia del neurocirujano. Si no tiene experiencia con el mapeo, con el paciente despierto, se tiene la posibilidad de que un 40 o 50% de que los pacientes no hablen, no mueva la mano, el pie.

El doctor Quiñones cuenta con un equipo de 20 ó 25 personas que mapea el cerebro y realizan distintas funciones al momento de una cirugía, y tratan de resecar el tumor al máximo posible. Eso abre la posibilidad de que el paciente sobreviva meses y hasta años.

Con su equipo, investiga el papel de las células madre en el origen de los tumores cerebrales y también su función potencial en la lucha contra el cáncer de cerebro y la recuperación de la función neurológica.

Su investigación está financiada por el Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos y ha solicitados 11 patentes.

(Foto: Doctor Alfredo Quiñones) 

Cuando se le pregunta cuánto tiempo dura una operación de cerebro, responde que depende de la cirugía que se trata. Si es una de la base del cráneo puede durar entre 8 y 12 horas. Si es una cirugía en la que se va a desconectar un tumor en la parte del habla, dura entre 4 y 6 horas. Si es una biopsia 1 o 2 horas. El promedio es entre 4 y 8 horas, explica.

-¿Qué siente un mexicano como usted ser un triunfador en Estados Unidos?

-Lo mismo que sentía cuando no era triunfador. Sigo siendo humilde, sigo sacando la basura de la casa, lavé mi ropa, la doblé, lavo los trastes, ayudo en la casa. Eso no ha cambiado absolutamente y no quiero que cambie. Sigo siendo la misma persona humilde a pesar de todos los premios, los reconocimientos … eso no significa nada. Al final del día lo más importante es ser humilde. Y eso fue lo que mis padres mi dijeron, dar servicio a la gente, eso fue lo que aprendí de mi abuelita, seguir pensando que podemos cambiar el mundo y que no estás solo. Uno no puede ser tan arrogante y pensar que lo puede hacer solo. Te tienes que unir, aprender de la gente, aprender del pobre, aprender del rico, aprender del Premio Nobel y de la persona que nunca fue a la escuela, porque todos ellos son sabios y te pueden enseñar algo.

Para finalizar, el doctor Quiñonez asegura que México es un país hermoso, de mucho talento, con una juventud con mucha energía.

“Yo le digo a toda nuestra juventud, a nuestros líderes, que sigan cambiando el mundo y no se den por vencidos. Hay que seguir formando puentes, no hay límites en el cerebro, hay que pensar en forma más global. Sigan retándose, innovando cómo vamos a cambiar el mundo. Tenemos que hacer sacrificios, tenemos que trabajar, sigan trabajando en equipo, formándose, retándose. La educación es la mejor provisión para la vejez”.

(Foto: Freepik) 

El Doctor Q es el editor principal de la sexta edición de Schmidek and Sweet’s Operative Neurological Tecniques, la enciclopedia preeminente en el mundo de la neurocirugía, y uno de los autores de Controversies in Neuro-Oncology al que se le otorgó el primer premio de la Asociación Médica Británica.

De acuerdo con información publicada por la Universidad Anáhuac de México, la cual le otorgó un Doctorado Honoris Causa, ha recibido doctorados honoris causa de Southern Vermont College, Lackawanna College, la Universidad Dominican, la Universidad de Notre Dame y la Universidad de Loyola.

Además de sus actividades clínicas y de investigación, el doctor Quiñones Hinojosa es cofundador y presidente de la fundación sin fines de lucro, Mission:BRAIN, Bridging Resources and Advancing International Neurosurgery, y miembro de mesa de directores de Voices Against Brain Cancer.

https://www.sumedico.com/trivias/cuanto-sabes-sobre-el-cerebro-humano/343182