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El doctor que evita amputaciones por problemas de circulación

El doctor Juan Miguel Rodríguez señala que ser mayor de 50 años, tener diabetes, hipertensión o fumar, son factores que aumentan el riesgo de amputaciones

Escrito en LÍDERES DE LA SALUD el

El doctor Juan Miguel Rodríguez Trejo, Jefe de Angiología, Cirugía Vascular y Terapia Endovascular del Centro Médico Nacional 20 de Noviembre del ISSSTE, tiene un objetivo: salvar de una amputación a pacientes en riesgo.

El también coordinador del Subcomité Académico de Angiología y Cirugía Vascular de la Subdivisión de Especializaciones Médicas de la División de Estudios de Posgrado de la Facultad de Medicina de la UNAM, asegura que su origen humilde dio pie a su espíritu de servicio como médico.

“Vengo de un origen humilde, soy producto del esfuerzo, de la lucha diaria y siendo estudiante tuve la oportunidad de trabajar en un dispensario médico, donde me surgió el espíritu de servicio y me di cuenta de la necesidad de seguir aprendiendo. Por ello inicié la especialidad de cirugía general”, detalla en entrevista con SuMédico.

(Foto: Dr. Juan Miguel Rodríguez Trejo) 

“Empecé como cirujano general y después hice cirugía cardiotorácica. Posteriormente se fue desarrollando la transición académica y los avances tecnológicos como la utilización de procedimientos mínimamente invasivos en donde se incluyó la terapia endovascular, que fue lo que dio pie a la subespecialidad de angiología”, agrega.

Salvar pacientes con diabetes y en riesgo de amputación, su principal motivación

El doctor Rodríguez señala que, durante algunos años, se dedicó a la especialidad de cirugía cardiotorácica y después se centró en la atención del paciente diabético con un alto riesgo de amputación.

Actualmente esta enfermedad es un problema de salud pública a nivel mundial, pues de acuerdo con el experto, se considera una pandemia y ha sido causa de un gran número de amputaciones en los pacientes.

“Tratar de salvar estas extremidades con lo que se conoce como un puente o un bypass, con la vena del propio paciente era un procedimiento muy seguro y apasionante para mí, ya que lo realizaba a nivel de corazón para revascularizar las arterias coronarias en pacientes que se habían infartado”, cuenta.

(Foto: Pixabay) 

“De ahí me surgió la intención de captar a este tipo de pacientes, para poderles brindar la oportunidad de salvar una extremidad”, dice con orgullo.

“Pude salvar la extremidad de niños con lesiones vasculares”

El experto señala que, desde ese momento, empezó su pasión por el manejo de los vasos sanguíneos pequeños y de las técnicas microvasculares.

Posteriormente y gracias a la Sociedad Mexicana de Angiología, el doctor Rodríguez visitó la Universidad de Washington en donde los doctores Leonel Villavicencio y Norman Rich, un icono de la cirugía vascular, lo motivaron cada vez más a aprender el manejo de estos problemas. 

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{"field1":"“Pude atender los niños que habían sufrido lesiones vasculares que ponían en riesgo una extremidad, un brazo o una pierna”, asegura.","field2":""}

Tecnología, fundamental para la angiología

En sus años de experiencia, el doctor Rodríguez ha visto cómo el desarrollo de la tecnología ha sido fundamental para que exista la angiología, pues asegura que hoy día, lo que antes revisaban con las manos y con los ojos, ahora pueden hacerlo con dispositivos como el Doppler, un dispositivo que identifica las arterias y las venas y permite hacer un diagnóstico de precisión.

Actualmente, las técnicas de cirugía abierta se han modificado y la tendencia son los procedimientos endovasculares mínimamente invasivos, con una recuperación pronta para el enfermo, con la satisfacción de una evolución corta en el hospital y el beneficio de preservar la extremidad.

 

“Debemos entender que la angiología se encarga del estudio de los vasos, es decir de las arterias y venas de todo el sistema vascular periférico, ya no del sistema central. Podemos atender las várices, los problemas linfáticos, la oclusión de arterias y la aterosclerosis en pacientes que fuman o que tienen diabetes”, detalla el doctor del Centro Médico Nacional 20 de Noviembre.

“Vi a un joven de 20 años perder la pierna y eso me impactó”

En los años que Rodríguez ha atendido casos de amputaciones, hubo uno que se quedó muy grabado en su mente y que, según relata, lo motivó a prepararse más y a aprender las mejores técnicas en su rama.

“Cuando hice la especialidad de cirugía general, llegó al servicio de urgencias un joven de 20 años, con una herida por arma de fuego en la región inguinal. Yo era residente de primer año en ese entonces, pero recuerdo que el médico que operó a este paciente y que yo asistí, le ligó la arteria, pero yo no entendía qué estaba pasando, si ése era el tratamiento adecuado”, relata.

El doctor cuenta que cuando se liga una arteria de una extremidad ésta queda exangüe, es decir, sin sangre, por lo que, al día siguiente, la pierna de este joven estaba totalmente sin sangre. “Lamentablemente tuvo que amputarse”, recuerda con tristeza.

(Foto: Pixabay) 

“Eso me impactó mucho y me di a la tarea de investigar más. Encontré que se hacían reparaciones de segmento de la propia vena, lo que podía ayudar a recuperar la salud de la pierna. Con ello, sentí la necesidad de capacitarme más para apoyar a la gente en riesgo de perder una extremidad”, destaca.

Incidencia de amputaciones sigue siendo alta en México

A pesar de los avances tecnológicos, el especialista lamenta que la incidencia y el riesgo de amputaciones a nivel nacional siga siendo alto e incluso, de muerte cardiovascular, que es la principal causa de muerte en estos pacientes.

“Por ello, en nuestro hospital buscamos realizar una valoración cardiaca y luego un procedimiento de salvamento de la extremidad, que es una alternativa a la amputación”, explica.

Agrega que atienden procedimientos venosos, que son la principal causa de consulta, pero también ven con frecuencia los efectos de las enfermedades crónicas degenerativas, entre ellas la diabetes, aterosclerosis, tabaquismo y recientemente, la insuficiencia renal.

(Foto: Dr. Juan Miguel Rodríguez Trejo) 

“Los aneurismas de la aorta son otro problema que atendemos mucho, se trata de una patología que se caracteriza por una dilatación de la aorta (la arteria más grande del cuerpo ubicada en el abdomen, debajo de los riñones) que llega a crecer tanto que los pacientes pueden morir espontáneamente”, explica.

{"field1":"“Hemos hecho esfuerzos para que en etapas tempranas se pueda identificar la complicación”. ","field2":""}

Médicos de primer contacto son clave para detectar riesgos

En ese sentido, el doctor asegura que los médicos de primer contacto o que no son especialistas deben tener en cuenta que un paciente mayor de 50 años, fumador, con diabetes o que incluso tiene más edad, debe ser motivo de exploración, tocando el abdomen en busca de una masa pulsátil a nivel abdominal.

De encontrarla, inmediatamente se debe dirigir al especialista en angiología para que se pueda estudiar de manera más específica y se le brinde un tratamiento temprano.

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Angiología, una profesión de muchos retos, pero también de avances

Para el doctor Rodríguez, dedicarse a la angiología en México no ha sido fácil, pues destaca que tuvo que enfrentar retos dentro de su propio hospital, principalmente porque la especialidad de angiología no estaba identificada como tal, solo estaba integrada como parte del servicio de cirugía cardiotorácica.

(Foto: Pixabay) 

Uno de los principales problemas, de acuerdo con el angiólogo, es que, en otros hospitales, a los pacientes con diabetes se les ofrecía como primera opción la amputación, por lo que ha buscado incansablemente ofrecer el rescate de las extremidades.

{"field1":"“Trabajamos en la creación de puentes con las venas del propio paciente o nos apoyamos de las prótesis sintéticas para utilizarlas como puentes y llevar sangre a una extremidad que tuviera oclusiones”, señala.","field2":""}

Y afirma que “hoy evolucionamos no solo en esto, sino que también en procedimientos donde podemos navegar a través de las arterias internas de las piernas para resolver las oclusiones de acuerdo a la patología que se encuentre”.

Rodríguez detalla que, si las arterias están parcialmente cerradas, las dilatan y se colocan materiales como el stent arterial, que son segmentos de metal y evitan que se vuelva a cerrar la arteria afectada.

(Foto: Freepik) 

“Otro adelanto que hemos tenido es la colocación de balones que contienen un medicamento que impide que siga creciendo la placa en las arterias. Estos métodos han beneficiado ampliamente a nuestros pacientes”, dice.

Diabetes afecta cada vez más a gente joven

Uno de los avances que más ha sorprendido al doctor Rodríguez es que se pueden salvar oclusiones totales, es decir, zonas donde las arterias están completamente cerradas. Detalla que hay dispositivos y equipos muy sofisticados para tratar estas lesiones calcificadas. Se usan guías metálicas que abren camino por la arteria y logran establecer la circulación. 

“A pesar de ello, nuestro reto sigue siendo tratar de difundir cómo identificar estas complicaciones, principalmente en los pacientes diabéticos que son los más vulnerables, y que de una manera temprana sean enviados al especialista para evitar una amputación, sobre todo en jóvenes”, explica.

Lamentablemente, la diabetes afecta cada vez más a gente joven en etapa productiva y que son padres de hijos pequeños. 

{"field1":"“Las amputaciones en este sector de la población generan un problema de salud y social muy importante”, advierte Rodríguez.","field2":""}

Falta mucho para disminuir el número de amputaciones

Rodríguez agrega que el tema de trauma vascular fue el más apasionante que ha desarrollado para tratar de salvar extremidades isquémicas y ayudar a pacientes que sufren embolismos o tienen enfermedades del corazón y que por algún trombo se ocluye la arteria, por lo que requieren de una operación temprana para no perder la extremidad.

(Foto: Pixabay) 

El doctor considera que, aunque ha habido avances, falta mucho por hacer. Principalmente hace falta que se incorporen otras instituciones para dar atención a estos pacientes y que más mexicanos alcancen este tipo de terapias, con el objetivo de disminuir el número total de amputaciones.

En palabras del experto en angiología, el Hospital 20 de noviembre es líder en el tratamiento de este tipo de padecimientos, pero buscan que más centros de salud y hospitales conozcan estas técnicas.

Hay que acudir al angiólogo una vez al año ante factores de riesgo

A la población en general, el doctor Rodríguez les pide aprender a identificar los factores de riesgo de amputaciones.

{"field1":"“Si tengo una edad mayor de 50 años, si soy diabético, hipertenso y/o fumador, son señales importantes que deben obligar a una consulta con el angiólogo por lo menos una vez al año”, apunta.","field2":""}

Por otro lado, hay que revisar si hay enfermedades predispuestas de tipo hereditario, por ejemplo, donde varios miembros de la familia padecen diabetes o tienen antecedentes de amputaciones.

También hay que dejar de fumar, ya que este hábito incrementa los riesgos, especialmente cuando se tienen otros padecimientos o una edad avanzada.

(Foto: Pixabay) 

Finalmente, el especialista considera que los médicos deben ser conscientes de que la atención a estos problemas debe ser multidisciplinario, no solamente es del angiólogo, implica al cardiólogo, al médico internista, el endocrinólogo y sobre todo a los médicos de primer contacto.

“La recomendación es que médicos generales busquen diplomados como los que ofrecemos en la Academia Mexicana de Cirugía, para que tengan los elementos y criterios necesarios para identificar tempranamente este grupo de enfermos y los puedan mandar de inmediato al especialista”, concluye.

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