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El doctor que demostró que la obesidad no era cosa de “ricos”

El doctor Barquera es uno de los personajes más relevantes involucrados en el cambio reciente del etiquetado nutrimental en México.

Escrito en LÍDERES DE LA SALUD el

Hace 20 años, ante la incredulidad de sus colegas, un joven investigador probó que había un crecimiento inusitado de muertes por diabetes y su relación con el consumo de bebidas azucaradas y comida chatarra.  En ese tiempo no se consideraba a la obesidad como un problema de salud pública y por ello, publicar un artículo al respecto en la revista Salud Pública de México parecía imposible y hasta "descabellado" pero Simón Barquera lo logró pese a las resistencias y obstáculos.

Actual director del Área de Investigación en Políticas y Programas de Nutrición del Centro de Investigación en Nutrición y Salud (Cinys) del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) Simón Barquera Cervera, es el doctor que demostró que la obesidad no era cosa de “ricos”, conoce su historia.

Simón Barquera: pasión y visión por trascender un legado...

La trayectoria de Simón Barquera es vasta, sinuosa pero acompañada del reconocimiento que sus contribuciones en las áreas de nutrición, salud y política públicas han otorgado a su esfuerzo y visión particular las cuales le han valido el reconocimiento nacional e internacional.

Simón Barquera se formó como médico cirujano de la UAM Xochimilco, estudió a finales de los 80 y principios de los 90s la carrera de Medicina:

“Soy hijo de un médico, un médico nutriólogo que fue de los primeros en México si no es que el primero que se dedicó exclusivamente a tratar obesidad a nivel clínico. Entonces yo ya tenía ahí un sesgo, digamos un interés especial por esos temas pues porque venía de oír a mi papá hablando de esos temas”.
 

Barquera relata como su padre fundó una asociación en los 90s y le hablaba mucho del problema de salud pública y de los millones personas con obesidad que había en el país y que no había realmente médicos con entrenamiento para tratar estas enfermedades, desde entonces, el joven estudiante ya tenía la idea de dedicarse a ese tema de obesidad y comenzó a orientar sus investigaciones y el servicio social en ello.

Otro relevante suceso que identifica definió su trayectoria, fue su primer encuentro con la medicina comunitaria como parte de su formación en la UAM, lo cual le permitió conocer más de la salud de poblaciones y encontró en ella su pasión, lo cual cambió por completo su aspiración clínica para después buscar una especialidad o entrenamiento técnico, aunque finamente, decidiría ir por un grado avanzado: la maestría o un doctorado:

“Encontré un programa que era relativamente nuevo en la Universidad de Tuffs que es una escuela en los Estados Unidos que es la única que tenía en ese momento una escuela exclusiva de Ciencias y Política de la Nutrición Aplicada, así se llamaba, entonces me pareció un programa muy interesante porque tenía desde el componente clínico y fisiológico, un componente epidemiológico muy fuerte y de salud de poblaciones, políticas, sistemas alimentarios, agricultura y pues entonces fui ahí, estudié la maestría, me encantó. Hice también el doctorado”.

El doctor Barquera continuaría su camino profesional con una estancia en el International Food Policy Research Institute y ahí trabajó más con políticas alimentarias enfocadas a la desnutrición que vivía el país y ahí conoció al ahora director del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), Juan Rivera, quien lo invitó a trabajar ahí:

“Me dijo ven aquí, y yo le expresé mi interés en trabajar en Nutrición pero no tanto desnutrición sino las enfermedades crónicas y me invitó a trabajar con él, vine al instituto cuando era director el doctor Jaime Sepúlveda y se estaba planeando la Encuesta Nacional de Nutrición que sería la segunda ( la de 1999) y participé en esa encuesta, yo analicé los datos de obesidad en las mujeres, la comparé con la del 88 y vi que era un aumento pero muy importante entonces eso hizo que generáramos algunos reportes”.

En ese tiempo, Barquera recuerda que su jefe era Juan Rivera y con otros investigadores con quienes comenzó a hablar de obesidad en México:

“Eso tuvo mucho impacto. Luego analicé las compras de las encuestas de gastos e ingresos en los hogares como las bebidas azucaradas y otros alimentos y encontré que tenían un crecimiento impresionante y esto era en los 90s apenas. También analicé la mortalidad por diabetes y vi que tenía un aumento inusitado y que de hecho los mismos expertos mexicanos no creían”.

"Las enfermedades crónicas se tenían en mente como enfermedades muy como de ricos"

El doctor recuerda que cuando mandaron a publicar el artículo, no les creían, pensaban que los datos estaban mal porque había ya una mortalidad mayor que la de Estados Unidos y en México pues los profesionales de la salud pública tenían en mente que las enfermedades crónicas eran “muy como de ricos”.

Por lo anterior, Barquera relata que costaba mucho trabajo hacerles ver que era un problema ya enorme de salud pública, también por esas fechas publicó uno de sus primeros artículos acerca de la historia de las políticas alimentarias en México y lo publicó en Salud Pública de México:

“Uno de los primeros comentarios que recibí cuando lo envié fue que ese tipo de artículos no eran nada apropiados para esa revista pero que iban a hacer una excepción. Ahorita pues ya al revés, ahorita la revista Salud Pública de México está muy interesada en las políticas alimentarias y ha publicado mucho, pero pues ese artículo en el año 2000 pues sí les parecía que no tenía que ver con la salud pública”.
 

Además de lo anterior, tuvo que demostrar en más de una ocasión que se trataba de temas importantes:

“Fue una cosa de abrir brecha, de demostrar que son temas importantes. La obesidad siguió aumentando más años, no dejamos de medirlo, medimos la dieta, las tendencias, los factores de riesgo comunitarios y ya digamos estos últimos 10 años empezamos a ver cómo solucionar este problema, qué propuestas se podían hacer y después de muchas reuniones y revisiones internacionales, investigaciones e intervenciones.”
 

Luego de largas jornadas de trabajo y preparación, el doctor y el equipo que realizaba investigación empezó a llegar a la conclusión de que era una cuestión que no podría solucionarse con programas educativos porque el ambiente no lo permitía, aunque las personas tuvieran la educación y el conocimiento para decidir:

“Eso de que comas frutas y verduras de nada te sirve si sales y lo que te ponen no son ni frutas y verduras y entonces empezamos a trabajar en qué políticas se podían implementar y una de las primeras a las que les pusimos el ojo fue la de tenemos que reducir el consumo de bebidas azucaradas porque está aumentando demasiado y la gente consume una parte muy importante de su energía a través de estas”.

Bebidas azucaradas: causa de sobrepeso, obesidad, diabetes y más...

El doctor encontró que el consumo de bebidas azucaradas era muy alto y no se trataba de una forma natural de hidratación en toda la historia de la humanidad, entonces comenzó a encontrar los daños que dichas bebidas podían hacer en órganos vitales como el páncreas y generar diabetes.

El doctor Simón Barquera junto con su equipo, pensó entonces en las políticas fiscales, las propuestas de impuestos y entonces se encontró con muchas batallas porque tanto la industria de bebidas azucaradas como la del tabaco decían que no estaba demostrado que fueran causa de obesidad, entonces lo siguiente era demostrarlo:

“En el mundo se generó mucha investigación y se demostró que efectivamente, sí causan obesidad, diabetes, hipertensión, dislipidemias y llegó un momento en que la evidencia era tan sólida que pues se tuvo que poner el impuesto a las bebidas azucaradas y luego trabajamos en lo del etiquetado frontal desde 2006 y ahorita pues se acaba de aprobar en 2020”.

"Luego de 14 años de trabajo se ha logrado el etiquetado en México"

Orgulloso, el doctor Simón hace cuentas mientras recuerda y comenta que, hasta este momento de la entrevista para SuMédico, han sido 14 años de trabajo para que se logre el etiquetado en México y no solamente ha sido eso, también cuenta con emoción cómo han comenzado a trabajar también documentando la publicidad engañosa dirigida a niños: cómo engañan a los niños con personajes, con regalos, con promociones, con redes sociales para que consuman alimentos malsanos que les pueden hacer daño:

“Hemos estado pues generando evidencias y llamados a tomadores de decisiones para que intervengan y tomen esto en serio y pues logren cómo regular el ambiente con una mejor gobernanza para que no haya esta influencia que nos hace tanto daño”.

Barquera también comparte que en estos últimos años han visto que además esto genera algunos conflictos entre profesionales que están a favor o en contra entonces comenzaron a estudiar y preguntarse, ¿quienes están en contra de que se regulen los productos chatarra? y encontró que hay un sector de la industria chatarra que logra tener relación con los profesionales de la salud a través de patrocinios a eventos educativos o investigación para influir en la toma de decisiones:

“Hemos estado estudiando una cosa que se llama los intereses comerciales de la salud y ya hemos publicado de eso y documentando todas las acciones que han ocurrido en México para que nuestro país y otros países del mundo sepan que esto pasa y se puedan defender mejor y generamos una cosa que se llama el código nutricia que es un código donde le estamos pidiendo a los profesionales que se comprometan a evitar la influencia de la industria que produce alimentos malsanos en la investigación, en la educación, en los eventos y en las políticas”.

La investigación continúa y los éxitos también...

El doctor considera que el Código Nutricia ha sido un éxito pues apenas arrancó este año y sin hacerle nada de publicidad ya lleva más de mil personas inscritas y están promoviendo también un movimiento de profesionales de la nutrición:

“Pero no como antes que decían pues es que yo soy profesional, pero yo no puedo tomar partidos se sentían como árbitros”.
 

Con alegría, el doctor comparte que, si bien no se puede tomar partido para poder escuchar a profesionales de la industria, actualmente ya hay profesionales de la salud que ya están muy comprometidos y que vieron que estos productos hacen daño:

“Tienen que tomar entonces una postura más firme y no es satanizar sino es ser más firme y decir, oye estos productos hacen daño y nosotros no los vamos a apoyar, no les vamos a estar dando espacios, no vamos a permitir que los defiendan y que retrasen políticas que necesita el país”.
 

Finalmente, el doctor Barquera comenta que su camino en la investigación continúa y ahora también participa en la formación de alumnos a distintos niveles como licenciatura, posgrados y especialidades. Comparte que su principal fortaleza para seguir adelante es su familia y también se siente afortunado de cada día poder dedicarse a eso que desde su juventud identificó como "su pasión".

Créditos fotografía: Shutterstock