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Cirugía maxilofacial puede curar problemas de la boca y la autoestima

Con su trabajo, la doctora Madeleine Vélez Cruz mejora afecciones de boca y estados emocionales causados por labio hendido o distorsión en huesos de mandíbula

Escrito en LÍDERES DE LA SALUD el

Las afecciones de nuestra boca no se limitan a las caries. Esta cavidad fundamental para alimentarnos y comunicarnos está compuesta por un par de maxilares, dientes, paladar, lengua y labios los cuales pueden verse afectados por problemas tan graves como el cáncer, muerte del hueso donde se asientan los dientes, distorsión de hueso, infecciones graves o bien, labio y paladar hendido. De todo ello se encargan profesionales de salud como la doctora Madeleine Edith Vélez Cruz, quien desde hace 10 años está adscrita al Servicio de Cirugía Maxilofacial del Hospital Juárez de México (HJM).

En esta área del hospital le ha tocado atender casos como el de un joven que a los 7 años sufrió quemaduras de tercer grado en cara y cuello y tras más de 100 operaciones requería una más pues sus huesos ya se habían afectado. A pesar de la renuencia natural de una persona que ha pasado por tantas cirugías, finalmente aceptó y los resultados fueron muy satisfactorios, según relata.

La doctora Vélez se ha dedicado incansablemente a dar atención a los pacientes que más lo necesitan, pues ayudar a las personas de menos recursos es una de sus pasiones.

(Foto: HJM) 

Egresada de la misma institución en la que trabaja actualmente, la doctora Vélez también se ha dedicado a la docencia en el pregrado y posgrado, buscando formar a los profesionales del futuro e inculcarles la pasión que ella siente por la cirugía maxilofacial.

“A pesar de haber estudiado odontología siempre quise tener una vida hospitalaria, me llamó la atención tener un desarrollo profesional dentro de un hospital, pues me parece que son instituciones sumamente nobles y que nos brindan la oportunidad de servir”, cuenta en entrevista con SuMédico

Para la experta, la cirugía maxilofacial es una especialidad muy completa, es apasionante, desafiante y que no requiere dar el 100%, sino el 200% de entrega y de compromiso para poder sobresalir y realmente llegar a dominarla, lo que al mismo tiempo permite disfrutar de múltiples satisfacciones con los pacientes que se recuperan.

Importancia de la cirugía maxilofacial

“Es una especialidad hospitalaria de la odontología, es decir, que nosotros primero nos formamos como odontólogos y después cursamos la especialidad en alguna sede hospitalaria, con una residencia de 4 años. Nuestro campo clínico abarca enfermedades de los maxilares, o sea del área del maxilar y de la mandíbula, también atendemos problemas que son propios de la cavidad bucal, los cuales se pueden dividir en la atención de padecimientos infecciosos que generalmente se originan en los dientes, son odontogénicos y que llegan a producir lesiones como abscesos y en algunos casos la muerte del hueso, que se conoce como osteomielitis dental y que ya son padecimientos muy crónicos”, detalla.

(Foto: Freepik) 

La especialista resalta que otra de las áreas de las que se hacen cargo son las infecciones severas, pues realizan tratamientos con antibiótico y drenaje quirúrgico. En casos donde ya hay una muerte del hueso, Vélez indica que generalmente se requiere la resección de segmentos del maxilar o de la mandíbula, así como la reconstrucción de estos.

“También nos dedicamos a la atención de padecimientos congénitos cómo es labio y paladar hendido, hacemos todas las etapas del tratamiento de los pequeños con este problema, lo que incluye la cirugía de labio y del paladar, así como algunos injertos de hueso. Muchos de ellos terminan su tratamiento con una cirugía ortognática, que está diseñada para corregir condiciones de la mandíbula”, agrega.

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No obstante, este tipo de cirugía, según la experta, no es exclusiva de pacientes con secuelas de labio y paladar hendido, también puede requerirse en personas que nacieron sanas pero que con el tiempo presentan un desequilibrio en el desarrollo del maxilar y de la mandíbula haciendo que la mandíbula sea demasiado pequeña con respecto al maxilar o viceversa, que la mandíbula sea demasiado grande.

“Este tipo de intervenciones son muy complejas, pero afortunadamente nos han dejado resultados bastante satisfactorios”, señala.

Tratamiento de tumores y cáncer, una prioridad

La cirugía ortognática es una de las que más hacen en el Hospital Juárez, aunque también realizan con frecuencia el tratamiento de quistes o de tumores en los maxilares. Según explica la doctora Vélez, la mayoría de éstos se originan de los dientes que se quedan atrapados en el hueso como los terceros molares, por ejemplo.

“Nosotros hacemos desde la limpieza o curetaje del hueso para permitir que cicatrice, aunque en algunos casos también se realizan resecciones y reconstrucciones de estos. También atendemos fracturas, especialmente fracturas de la órbita, del maxilar y de la mandíbula”, puntualiza.

En la cirugía menor, lo más frecuente que hacen los especialistas del Servicio de Cirugía Maxilofacial del HJM es la extracción de terceros molares o muelas del juicio y de algunos otros dientes que tampoco logran salir. Sin embargo, estas intervenciones solo las realizan cuando no puede llevarlas a cabo un odontólogo general.

Su pasión es ayudar a quienes más lo necesitan

“Aquí atendemos a la población que generalmente está desprotegida porque no tienen una Seguridad Social, entonces se me hace algo muy noble y que al mismo tiempo implica muchos retos. Por otro lado, esta especialidad demanda la aplicación de muchos conocimientos médicos, algo que es difícil encontrar en otras áreas de la odontología”, dice con orgullo la experta.

(Foto: Freepik) 

Una de las cosas que más le apasionan a la doctora Vélez es que la cirugía maxilofacial le ha permitido conocer distintas áreas de la medicina y combinar sus conocimientos con los de otros expertos para brindar la atención más completa posible.

“Durante la formación como residentes adquirimos conocimientos y habilidades a través de las rotaciones que se realizan, por ejemplo, en el servicio de anestesia, de medicina interna, en oncología, etcétera, y eso enriquece muchísimo nuestra formación. Además, en el día a día tenemos un crecimiento continuo por el simple hecho de estar en una institución como ésta”, destaca.

Falta de acceso a recursos complica la atención

Unos de los principales retos que a los que se ha enfrentado la experta del HJM a lo largo de los años es la falta de acceso a los recursos, pues el poder adquisitivo de los pacientes no siempre es suficiente para comprar materiales como placas o tornillos, lo que dificulta mucho la atención.

De igual forma, la pandemia ha sido algo muy complicado de afrontar, pero nunca la ha detenido ni a ella ni a sus colegas para seguir al pie del cañón asegurando el bienestar de sus pacientes.

“La atención ha cambiado debido a la pandemia, pero a pesar de que el hospital es covid, continuamos recibiendo pacientes de cirugía maxilofacial que vienen de otros estados de la República y que no habían podido conseguir atención en sus lugares de origen y se desplazan hasta CDMX desde Guerrero o desde Chiapas buscando la atención. No tengo el dato exacto de cuántos pacientes de primera vez vimos el año pasado pero un cálculo serían 30 pacientes por lo menos a la semana de primera vez que van llegando al servicio”, explica.

Causas más comunes de cirugía maxilofacial

En los 10 años que tiene de experiencia, la doctora Vélez ha identificado que lo que más atienden en urgencias son pacientes con trauma e infecciones, mientras que, en cirugía programada, hacen más cirugía ortognática y la atención de quistes y tumores odontogénicos. En tercer lugar, estaría el tratamiento a labio y paladar hendido.

“La razón por la que vemos más casos de trauma es porque son resultado de agresión por terceras personas y también es la causa más frecuente de fractura maxilofacial. Desconozco la causa, pero ahora durante la pandemia sí se recibieron más pacientes con mordedura de perro sobre todo niños. Tampoco son números alarmantes, pero si antes teníamos uno o dos casos al año, en seis meses tuvimos cinco”, agrega.

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Ayudar a pacientes especiales

Sin duda, ayudar a los pacientes de bajos recursos es una de sus principales motivaciones, pero también brindar soluciones a aquellos que tienen condiciones muy específicas y que no consiguen la atención ni el tratamiento de forma sencilla.

“Una de las historias que tengo más presentes es la de un paciente de 20 años más o menos que sufrió quemaduras de tercer grado en la cara y en el cuello cuando tenía 7 años. Es un paciente que además tiene sordera profunda congénita, entonces para él y para su mamá había sido un peregrinar buscando tratamiento en otras instituciones, algunos no fueron tan exitosos como quisieron, pero al final sí lograron brindarle una calidad de vida aceptable, sin embargo, faltaba la corrección de los huesos. Todos los tratamientos que se realizan a un paciente con quemaduras cérvico-faciales al final terminan por afectar el desarrollo de los huesos y en esas condiciones llegó con nosotros”, cuenta.

“Fue un caso muy complejo desde el punto de vista quirúrgico, pero también emocional porque tanto él como su mamá ya venían con una gran carga de tratamientos. Al final el resultado fue muy bueno y es un paciente que sigue muy cercano a nosotros, se creó un vínculo y creo que eso es satisfactorio, aunque sí fue complicado manejar las emociones”, detalla.


(Foto: HJM)

El principal obstáculo para poder atenderlo rápidamente, según cuenta Vélez, era el miedo que el joven tenía, pues se le habían realizado más de 100 cirugías y ya era muy complicado para él tolerar una más. Pero con apoyo de su familia y los especialistas indicados se logró ayudarlo de manera satisfactoria.

“Él tenía mucho miedo a la cirugía, en un inicio ya no quería realizársela, su mamá era quien estaba más a favor. Sin embargo, el paciente ya empezaba con un dolor en la articulación temporomandibular, que es la que une la mandíbula al cráneo y gracias a la cual podemos abrir y cerrar la boca, hablar y masticar. Mi intención nunca fue convencerlo de la cirugía, mucho menos forzarlo, solo me enfoqué en explicarle claramente todo al respecto. Afortunadamente en el Hospital Juárez hay personas que conocen lengua de señas mexicana y eso fue fundamental para poder acercarnos a él”, relata la especialista.

No es tan sencillo conseguir una atención para este tipo de casos, de hecho, ni en los libros ni en los artículos científicos está reportado, pero en el HJM se han atendido en los últimos años al menos a 3 pacientes de características similares, es decir, con secuelas de quemaduras que han afectado a huesos.

Hay avances, pero falta mucho por hacer

La tecnología ha venido a cambiar muchos paradigmas en el área de la medicina y la cirugía maxilofacial no es la excepción. Desde la experiencia de la doctora Vélez, particularmente el uso de tomografías que anteriormente no se tenían tan a la mano han hecho una gran diferencia.

“Antes se reservaba para padecimientos más serios o delicados, ahora hay tomografías que emiten menor radiación y que nos permiten en cuestión de minutos tener un escaneo completo del cráneo del paciente y realmente navegar sobre todas las estructuras que están cercanas al área de nuestro interés”, detalla.

En los últimos años, las tomografías han sido de mucha ayuda en su especialidad, pues permiten planear mejor el tratamiento de fracturas, la cirugía ortognática y hasta extraer un molar o un canino que tiene una posición muy complicada. También se han empezado a utilizar métodos de planeación tridimensional para cirugía ortognática, donde todo se hace de manera digital, lo que permite ahorrar tiempo y tener una mayor exactitud en el diagnóstico.  

“Hemos tenido avances, pero sigue habiendo pacientes que no tienen acceso a los tratamientos de alto costo, sobre todo en la planeación digital para cirugía ortognática, que está reservada para casos muy complicados, pacientes que han sido operados 3 o 4 veces en otra institución y que llegan con nosotros ya en condiciones muy complicadas. Reservamos esas tecnologías para casos de esta magnitud, desafortunadamente no podemos utilizarlos en todos los que lo necesitan por el costo”, lamenta la experta.

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Otro de los objetivos que hace falta superar en la cirugía maxilofacial desde el punto de vista de Vélez, es que más especialistas se acerquen a la investigación, especialmente si también se dedican a la docencia y tienen residentes en formación.

(Foto: Pixabay) 

“Si nosotros lo dominamos podemos transmitirlo mejor a ellos y ayudar a desarrollar aún más el pensamiento crítico. También nos permite obtener las herramientas para buscar soluciones a una problemática diaria, no esperar a que en otro país o en una universidad con mayor tecnología nos den las soluciones, sino poder empezar nosotros a gestionarlas y realizar investigación básica aplicada a la clínica”, puntualiza.

Hospital Juárez de México, una escuela inigualable

Para la doctora, haberse formado en la institución para la que actualmente trabaja fue fundamental para convertirse en la profesional que es hoy en día, pues le ha dado la oportunidad de acercarse a eminencias en el área y superar nuevos retos todos los días.

“Los dos pilares en el caso de nuestro servicio de cirugía maxilofacial en el Hospital Juárez son nuestros fundadores, el doctor Rodrigo Liceaga y el doctor Juan José Trujillo, pues son personas ampliamente reconocidas con más de 40 años de experiencia en el ámbito y toda esa experiencia y conocimiento siempre tratan de compartirlo, son personas generosas que no se quedan nada, sino que todo lo que saben y lo que dominan lo transmiten a nosotros. Los más jóvenes, tratamos de continuar con ese legado y con esa tradición”, dice orgullosa.

“Por otro lado, el gran campo clínico que hay en el hospital, es decir, la gran cantidad de pacientes que acuden y que buscan atención también nos ha permitido desarrollarnos y recibir casos muy complejos, que es lo que día a día nos reta y al mismo tiempo nos ha hecho crecer”, agrega.

Preparar a las nuevas generaciones, una motivación

De igual forma, la doctora Vélez imparte clases de pregrado y posgrado, algo que le facilita compartir sus conocimientos con las nuevas generaciones y asegurarse de formar profesionales mejor preparados para los retos y los casos más complejos que se presentan todos los días.

Tradicionalmente hay más de 200 aspirantes cada año que buscan entrar a hacer la residencia en el Hospital Juárez, algo que crea una competencia y da la oportunidad de elegir realmente a los mejores candidatos que buscan formarse como cirujanos maxilofaciales

“Tenemos un alto grado de índice de aprobación del examen de consejo de nuestros residentes y afortunadamente en la mayoría de los congresos en donde presentan, suelen obtener los primeros lugares”, concluye.

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