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“1 de cada 4 mamás embarazadas es positiva, aunque no tenga síntomas"

Isabel Villegas, Jefa de la Unidad de Enfermedades Infecciosas y Epidemiología INPer, se ha especializado en perinatología y desde ahí combate al covid-19

Escrito en LÍDERES DE LA SALUD el

“Mi responsabilidad en el instituto es cuidar de todos los trabajadores, pacientes embarazadas y recién nacidos para que no se infecten”, explica la doctora Isabel Villegas Mota, quien se desempeña como jefa de la Unidad de Enfermedades Infecciosas y Epidemiología en el Instituto Nacional de Perinatología (INPer).

Cuando llegó la pandemia a nuestro país, su trabajo, de por sí ya extenso, se volvió más complicado porque no se sabía mucho sobre el contagio de covid-19 en las mujeres embarazadas y si el bebé podía infectarse.

“Me tocó tener que estar siempre un paso delante de la pandemia y del momento que vivía el país. Desde febrero y marzo ya debía tener diseñado el plan de prevención y control en caso de que llegara este virus a México. El 28 de febrero tuvimos el primer caso”, explica Villegas Mota para SuMédico.

Lo que ella sabía es que en ese momento en el mundo no se conocía casi nada de una posible afectación a las embarazadas y a los recién nacidos, pero debido a su formación y especialización como infectóloga perinatal, sabía que podría llegar a darse la infección de la covid-19 porque conocía el comportamiento de los virus.

“No el de este porque era nuevo, pero sí me interesó mucho desde el principio buscar cómo podía afectar primero a la embarazada y después al recién nacido. De eso se desprendía tomar las decisiones de cómo atender al embarazo en los primeros tres trimestres y cómo atender a esos bebés”, confiesa.

“Al mismo tiempo me tocaba ver cómo proteger a todo el personal. Todos estaban muy espantados. Desconocíamos. No éramos un hospital covid y no pensábamos que íbamos a recibir la cantidad de casos positivos que tuvimos en embarazadas”: Isabel Villegas

Foto: proporcionada por Isabel Villegas Mota

Covid-19 en bebés: lo que se sabe al respecto:

En palabras de la especialista, una de cada cuatro mamás embarazadas es positiva, aunque estén asintomáticas, y las manifestaciones no son las clásicas de coronavirus.

“No podíamos (y no podemos) esperar los síntomas respiratorios, por ejemplo. La infección lo que está ocasionando en la embarazada son síntomas sobre el embarazo: un aborto, una amenaza de aborto, una muerte fetal, un trabajo de parto pretérmino, nacimientos prematuros, retrasos en el crecimiento intrauterino, ruptura de membranas…”, advierte Villegas Mota, quien señala que muchas veces, cuando comenta los hallazgos en webinars o seminarios, la gente no le cree, a pesar de que ella ya lo vio.

“Comencé a tomar muchas muestras de neonatos, teníamos que saber qué pasaba con los bebitos y resulta que desde el nacimiento estaban positivos al virus, estaban infectados”, revela.

“Nos han tirado un poco de locos cada vez que en un webinar comentamos que la transmisión puede ser de la mamá al bebé, pero cada vez se ve más que es real esta posibilidad y probablemente se de en cualquier etapa del embarazo”: Isabel Villegas

Su labor implica considerar varias cuestiones, pues requiere de mucho cuidado para garantizar la seguridad del personal, las pacientes y los recién nacidos o productos que vienen en camino.

En el caso del covid-19 perinatal, explica, primero se tiene que pensar:

1) en las características de la embarazada y como viene el embarazo, de urgencia o no urgencia

2) cómo viene de covid-19, si viene con coronavirus leve, moderado o severo

3) ver cómo viene el neonato: se saca, no se saca, si la mamá está infectada, si no lo está, si está grave, si va a estar intubada, si ya estando así se va a tomar la decisión de hacer una cesárea para mejorar la salud de la mamá, de interrumpir el embarazo y todo esto, sin suficiente información.

“La parte de la atención de estas personas es complicadísima y luego es ver cómo le hacemos, porque estas embarazadas tienen que estar en un medio estéril, de quirófano, pero además tiene que ser una zona contaminada porque son áreas covid. Fue implementar el cómo tiene que ingresar el personal a un área contaminada del coronavirus pero ahí mismo tener un quirófano a donde tienen que entrar limpios de covid para no contagiar a su vez a la paciente”, confiesa.

“Encima de todo el equipo de protección, hay que ponerse una bata estéril para que no haya contaminación hacia la paciente”: Isabel Villegas Mota

Foto: proporcionada por Isabel Villegas Mota

“El coronavirus ha afectado todos los ámbitos de mi vida”

La experta señala que la covid-19 le ha afectado en todos los ámbitos de su vida y que no se encuentra libre de que se haya dado una afección a su salud mental.

“Tuve que tomar medicamento un tiempo porque padecí trastornos del sueño. Los primeros cuatro meses de pandemia no dormí porque era impresionante el trabajo que tenía. Tuve que quedarme a vivir sola”, revela Villegas Mota.

La situación llegó a tal punto que ni siquiera pudo estar con su hija y tuvo que vivir por su cuenta.

“Vivo con mi hija de 23 años. Ella estaba estudiando en Estados Unidos y se tuvo que regresar, pero no pudo volver conmigo porque yo era de mucho riesgo. Se tuvo que ir a Hidalgo con otros familiares para poder dejarme sola porque era súper difícil llegar con todo este riesgo y hacer toda la desinfección de la ropa, de bañarme… en el departamento donde vivíamos era imposible transitar las dos en el mismo espacio”, explica.

“Si algo me aterraba era llegar a contagiar a mi hija o a mi familia. Entonces manejaba todas las madrugadas de mi casa al hospital y las calles estaban vacías, era otra realidad. No pensabas en el trabajo, era irte porque debías tener listo el filtro desde antes de las seis de la mañana”: Isabel Villegas

La doctora tenía que salir a las dos o tres de la mañana porque no terminaba el trabajo que tenía que hacer: conseguir el equipo de protección personal, capacitar al personal para que utilizara bien el equipo y no se contagiara y organizar las guardias, entre otras tareas.

“Fue muy difícil”, revela

Foto: proporcionada por Isabel Villegas Mota

Su llegada al IMPer:

Isabel Villegas terminó de estudiar medicina en Puebla e hizo su servicio social en investigación porque era más difícil irse a una comunidad.

“Eso me dolió mucho porque toda la carrera me la pasé yendo a las comunidades de la sierra de Puebla a lo que pudiera aportar, pero como ya tenía a mi niña, me quedé en algo que también quería explorar, que era la investigación”, detalla.

La especialista hizo el examen nacional de residencia, quedó en pediatría que es lo que quería hacer, y entonces viajó de Puebla a la Ciudad de México para hacer pediatría en el Centro Médico 20 de noviembre del ISSTE y después cursó infectología en el Instituto Nacional de Perinatología (INPer).

“Ahí hice la especialidad y en el último año de esta, también ingresé a la maestría en investigación. Fue complicado, pero hice las dos al mismo tiempo. Cuando terminé, no había lugar para mí en el Instituto, me quedé prácticamente sin sueldo durante tres meses pero trabajando en un proyecto de VIH perinatal. Eso fue en el 2000, entonces todavía se estaba estudiando esa enfermedad”, recuerda.

Y enfatiza:

“Me gustó mucho el tema aunque no fuera remunerado. Después me pudieron pagar algo. He ido y venido del INPer”

Su pasión por la medicina:

Su papá es pediatra y neonatólogo, entonces creció viéndolo estudiar, trabajar, pero aunque no estaba mucho tiempo debido a su labor y lo veía poco, Villegas Mota lo admiraba muchísimo y ese, apunta, cree que fue su primer impulso.

“Yo siempre digo que estudié medicina pero para ser pediatra. Amo ser pediatra y estudié medicina para eso, entonces de pronto me sorprendía cuando compañeros en secundaria o en preparatoria no sabían qué estudiar porque yo siempre tuve claro, desde chiquita, que quería ser doctora. Sí llegué a pensar en otras cosas porque mi mamá y mi papá a veces trataban de convencerme de que había otras especializaciones y de que me enfocara en algo más”, explica.

“De niña pensé en ser arqueóloga o astronauta pero terminé siendo médica porque lo traje todo el tiempo. Creo que es vocación porque nunca pensé en ser otra cosa”: Isabel Villegas

El camino ha sido muy difícil, pero ella se dice muy feliz.

“Existieron personas que creían que teniendo a mi hija, no podría con la especialidad y ahorita ya me “aventé” dos especialidades, una maestría y dos diplomados”, resalta.

“Cuando algo te apasiona, es lo tuyo, lo que te hace sonreír todas las mañanas, sí se puede y lo haces de manera natural, con toda la vocación… incluso en tiempos como la pandemia”, concluye