El diagnóstico temprano en cualquier condición o enfermedad que presente una persona es una gran ayuda para el éxito del tratamiento, de ahí la importancia del estudio que acaban de realizar científicos de Estados Unidos que encontraron que aplicar un test sería de utilidad para detectar el autismo en bebés de un año de edad.
El cuestionario, cuya aplicación lleva aproximadamente cinco minutos, contiene preguntas como "Cuando juega, ¿el niño lo mira para ver si usted lo está observando?" o "¿Su hijo sonríe o ríe mientras lo mira?".
Esto resultó de gran ayuda para que padres y médicos pudieran ofrecer a los niños que mostraron tendencia a tener la condición, una tratamiento temprano.
Este es el primer estudio que demuestra que utilizar una herramienta simple como es la aplicación de una encuesta, ayudaría a detectar el autismo de manera temprano; los resultados se publicaron en Journal of Pediatrics.
La investigación que financió el Instituto de Salud Mental de Estados Unidos, fue comandado por Karen Pierce de la Universidad de California en San Diego, quien señala que el beneficio del estudio es que los pequeños pueden tener un tratamiento mucho antes.
La especialista destaca que hay evidencia de que la terapia temprana puede tener un impacto positivo en el cerebro en desarrollo y detectar al año de edad que un niño tiene autismo, es un enorme potencial para cambiar los resultados del desarrollo de los pequeños afectados por este desorden.
Actualmente, en un niño el autismo es detectado a los 3 años de edad aproximadamente.
El autismo es un trastorno cerebral complejo, afecta a uno de cada 110 niños en Estados Unidos y es cuatro veces más frecuente en varones que en niñas. Se caracteriza porque la persona que lo manifiesta tiene dificultades para interactuar socialmente, para comunicarse y comprender las emociones y conductas de otras personas.
Para realizar el estudio, Karen Pierce y su equipo de trabajo se contactaron con 137 pediatras de San Diego, con quienes comenzaron a hacer un grupo de control con los bebés que estaban por cumplir un año de vida.
De los más de 10.000 bebés analizados, 184 presentaron problemas en el control inicial y el 75 por ciento de ellos terminó con algún trastorno.
Del total, 32 por ciento de niños recibieron diagnóstico de autismo, 56 tenían problemas de lenguaje, nueve presentaban retraso del desarrollo y 36 mostraron otros problemas.
(Con información de publico.es)