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Baja densidad ósea podría desarrollar demencia

Las personas que tienen una baja densidad ósea pueden tener un mayor riesgo de desarrollar demencia.

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La densidad ósea es la medida de la cantidad de minerales, calcio y fósforo, que contienen cierto volumen de hueso e indica lo denso y fuerte que están, una nueva investigación ha demostrado que una baja densidad ósea podría desarrollar demencia.

Los huesos están hechos de un tejido que va creciendo a lo largo de la vida y sus capas están en constante renovación. Un cuerpo sano va eliminando el tejido viejo formando nuevo para reemplazarlo. La baja densidad ósea ocurre cuando este tejido empieza a debilitarse y se pierde con mayor rapidez de lo que el cuerpo puede reemplazarlo, entonces pierde solidez. 

Baja densidad ósea podría desarrollar demencia

Una investigación elaborada por Mohammad Arfan Ikram, del Centro Médico de la Universidad Erasmus de Rotterdam y publicada en Neurology señala que las personas que tienen una baja densidad ósea pueden tener un mayor riesgo de desarrollar demencia.

El estudio no muestra que la baja densidad ósea cause demencia, pero señala una asociación entre este problema de los huesos y la enfermedad cognitiva. 

“La baja densidad ósea y la demencia son dos afecciones que suelen afectar simultáneamente a las personas mayores, sobre todo porque la pérdida ósea suele aumentar debido a la inactividad física y la mala nutrición durante la demencia”, explica Mohammad Arfan Ikram, autor del estudio.

El investigador indicó que el estudio descubrió que, la pérdida ósea se produce antes de la demencia y, por lo tanto, está vinculada a un mayor riesgo de demencia. 

(Foto: Especial)

¿Cómo se llevó a cabo la investigación?

En la investigación participaron 3 mil 651 personas de los Países Bajos con una edad media de 72 años que no padecían demencia al inicio del estudio. A lo largo de una media de 11 años, 688 personas, lo que equivale al 19% desarrollaron demencia.

Después de examinar radiografías para identificar la densidad ósea, los investigadores entrevistaron a los participantes cada cuatro cinco años y se les realizaron pruebas físicas como gammagrafías óseas y pruebas para detectar la demencia. 

De las mil 211 personas con la densidad ósea corporal total más baja, 90 desarrollaron demencia en un plazo de 10 años, frente a 57 de las mil 211 personas con la densidad ósea más alta. 

Después de comparar distintos factores y antecedentes familiares, los investigadores encontraron que, en un plazo de 10 años, las personas con densidad ósea corporal total más baja tenían un 42% más de probabilidades de desarrollar demencia que las del grupo más alto.

Los investigadores señalaron que factores como la dieta y el ejercicio pueden influir de forma diferente en los huesos y el riesgo de demencia.

(Con información de: Infosalus)