Main logo

¿Sabías que el olor a anciano existe y empieza a los 30?

La ciencia ha demostrado que el olor a anciano sí existe y que es inevitable empezar a producirlo entre los 30 y 40 años

Escrito en FAMILIA el

¿Has notado que las personas mayores tienen un olor particular? Pues no se trata de una colonia especial, sino del olor a anciano que aunque es más notorio a partir de los 60 años, todos lo empezamos a desarrollar a partir de los 30.

Algunos creen que no es real, pero la ciencia ha demostrado que sí existe y que hay una razón por la que se produce que no tiene nada que ver con la falta de higiene corporal.

Olor a anciano empieza a los 30

El olor a anciano no es una fantasía, realmente existe y los expertos indican que puede empezar a desarrollarse de forma gradual a partir de los 30 años.

“Es real, se identifica como malo pero no tiene nada que ver con el sudor u otros fluidos corporales ni tampoco con falta de higiene”, explica José María Antón, químico e investigador en biotecnología para el Consejo Superior de Investigaciones Científicas en Madrid.

Pero, ¿por qué desarrollamos un olor a anciano?, según el experto, este aroma peculiar es causado por el 2-nonenal, una molécula que se genera en la piel cuando los ácidos grasos de la barrera lipídica se oxidan de manera natural al paso de los años.

“El 2-nonenal puro huele realmente mal, tanto que cuando abrimos una cápsula con esa molécula en el laboratorio, todo apesta”, señala el investigador.

Un equipo de laboratorio de la compañía japonesa Shiseido fue el primero en documentarlo en 2001.

Este olor a anciano pudo identificarse más fácilmente en los adultos mayores de japon debido a que en su sociedad, la fragancia y los perfumes se consideran una invasión del espacio común, por lo que hay muchos estudios sobre el aroma natural del cuerpo y el funcionamiento de la oxidación de los ácidos grasos en la piel.

Los japoneses denominan el olor a anciano como kareishu, que significa “el olor de los abuelos”.

De acuerdo a los especialistas, el problema con la oxidación de la piel se agudiza entre los 30 y 40 años, debido a los cambios hormonales que llegan con la madurez y que aumentan la producción de lípidos en la superficie de la piel.

Al mismo tiempo, se va reduciendo nuestra capacidad antioxidante natural, lo que genera el olor a anciano.

TAMBIÉN LEE: Ejercicios para retrasar el envejecimiento desde los 30 

“El resultado es que aumenta potencialmente esa peroxidación, se genera más 2-nonenal y el cuerpo huele cada vez peor. Es ese olor que se nota en los asilos, por muy limpios que estén”, describe el especialista Antón.

¿Sirve de algo extremar la higiene?

Según los especialistas, bañarse más no sirve de mucho, pues los lípidos de la piel no son solubles en agua, lo que significa que seguirán ahí a pesar de tener mucha higiene.

De ahí que el olor a anciano sea tan difícil de eliminar y controlar.

Esta es la principal diferencia que existe con el olor causado por el sudor, pues éste no es más que un conjunto de sustancias y bacterias descompuestas que se van fácilmente con agua y jabón.

Lo peor de todo este escenario es que nuestro propio cuerpo no puede advertirnos de que estamos empezando a producir el olor a anciano, pues a medida que envejecemos vamos perdiendo capacidad de olfato.

No percibimos igual los olores aunque sean muy evidentes.

De hecho, a partir de los 70 años la pérdida de capacidad olfativa es tal que casi somos inmunes a los malos olores aunque sean intensos y todo es gracias a que con la edad perdemos fibras olfativas y mueren neuronas encargadas de procesar las fragancias.

Se estima que hasta el 62% de las personas mayores de 80 años padecen algún tipo de problema en sus capacidades para detectar aromas.

Por ahora no hay una solución al problema, pero laboratorios ya trabajan en algunas fragancias con activos específicos que encapsulan las moléculas que causan el mal olor y lo desactivan.

Mientras tanto no juzgues a las personas mayores con un mal olor, recuerda que es algo completamente natural e incontrolable y que todos, a partir de los 30 años, empezamos a desarrollar ese olor a anciano que va aumentando con el tiempo.

SIGUE LEYENDO: ¿Por qué nos encojemos al envejecer? 

(Con información de El País)