El Día Internacional de la Tartamudez se conmemora cada 22 de octubre y aunque no es un problema tan común, quienes lo padecen pueden sufrir serios problemas para comunicarse, por ello, te decimos cuáles son las principales causas de tartamudez y cómo tratarlo.
Generalmente, este problema se detecta en la niñez pero hay quienes buscan un tratamiento hasta la edad adulta, lo que puede complicar más la situación.
Tartamudez
Susana Vargas Guzmán, licenciada en terapia de lenguaje y adscrita al Servicio de Medicina Física y Rehabilitación del Hospital Juárez de México (HJM), señala que la tartamudez, conocida médicamente como disfemia, es un trastorno de la comunicación que causa alteraciones para hablar.
“Es una alteración de la comunicación que causa interrupciones involuntarias a la hora de hablar y que viene acompañada de tensión en cara y cuello, así como estrés”, señala la experta.
A los 2 y 5 años de edad es cuando se presentan los primeros síntomas de tartamudez y generalmente, desaparece con el tiempo tras recibir terapia, pero si prevalece hasta después de los 10, puede ser permanente.
Entre las causas de la tartamudez más comunes se encuentran la herencia, ya sea directamente de los padres o hermanos, así como problemas emocionales y psicológicos.
Existen tres tipos de tartamudez, los cuáles la especialista define como:
1. Tónica: se caracteriza por espasmos o pausas que surgen antes de iniciar el discurso.
2. Clónica: es la repetición de una letra o sílaba al principio, en medio o al final del discurso.
3. Mixta: se trata de una combinación de los problemas anteriores.
La licenciada Vargas señala que es importante que ante las primeras señales de problemas para hablar en el niño, acudamos con un especialista para descartar cualquier trastorno de comunicación.
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Sin embargo, es importante que no le exijamos demasiado a los niños ni mucho menos los regañemos si no pueden hablar bien.
“Exigirle al niño que pronuncie bien las palabras puede crearles demasiado conflicto y estrés, lo que puede empeorar el problema de tartamudez. No debemos presionarlos, lo ideal es corregir a través de juegos y terapia”, aconseja la experta.
¿Cómo tratar la tartamudez?
En ese sentido, la licenciada señala que la terapia para tratar tartamudez consiste principalmente en una terapia de lenguaje una vez a la semana con ejercicios de respiración, de relajación y de ritmo para hablar. También debe complementarse con terapia psicológica.
¿Cuánto tiempo se necesita el tratamiento? Al respecto, Vargas indica que dependerá del tipo de tartamudez que se tenga y de factores como la edad, el sexo, el entorno familiar y social, así como el estado emocional y psíquico del paciente.
“Algunos pacientes vienen a tomar tratamiento hasta la edad adulta, ya sea por pena o desinformación, lo que puede complicar un poco más el tratamiento”, explica.
Se estima que en promedio, 1 de cada 20 niños podría presentar problemas de tartamudez y es mucho más común en hombres que en mujeres.
Ellos representan el 75% de los casos mientras que ellas son el 25% de todos los casos.
Es importante aclarar que el tratamiento no cura la tartamudez, solo la controla, ya que es probable que ante episodios de mucho estrés, como al hablar en público, el problema de comunicación se presente de nuevo.
“Lo más importante es detectar en qué momento se empieza a tartamudear, con qué situaciones y frente a quiénes, ya que así podremos controlar de mejor forma este trastorno”, sugiere la especialista del Hospital Juárez.
En casa, los padres pueden apoyar a los niños con tartamudez, ya sea por medio de juegos para completar frases o cantando canciones, de esta forma, el niño se distraerá y no estará pensando solo en no tartamudear.
Finalmente, Vargas hace hincapié en evitar burlas hacia las personas y niños con tartamudez, ya que eso puede causarles más problemas para hablar.
“Debemos aprender a escuchar qué nos dicen las personas no cómo nos lo dicen y en caso de los niños ver cómo ayudarlos a través de juegos o canciones, sin presionarlo y sobre todo, pedir ayuda para que el problema pueda superarse más fácilmente”, concluye.
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