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La infección urinaria que pone en riesgo el embarazo

Las mujeres embarazadas tienen más riesgo de cistitis, una infección urinaria que puede complicarse rápidamente

Escrito en SOY MAMÁ el

Durante el embarazo, el riesgo de sufrir una infección urinaria es mayor, por lo que se deben tomar medidas de precaución adicionales. Una de las infecciones más comunes y peligrosas es la cistitis, la cual puede evolucionar y causar daños en los riñones, poniendo en riesgo el embarazo.

Estar embarazada durante el verano puede aumentar aún más el riesgo, pero con algunos hábitos puedes prevenirlo fácilmente.

Infección urinaria en el embarazo

Las infecciones urinarias en el embarazo son comunes, especialmente si acostumbras a usar ropa muy ajustada, si no tienes la higiene suficiente con tu ropa interior o si hay un aumento en la temperatura vaginal.

No obstante, durante el embarazo estas infecciones pueden ser mucho más graves y si no se atienden oportunamente, pueden poner en riesgo al bebé.

Lo primero que debes entender es que la cistitis es una infección urinaria común en la mayoría de las mujeres. Es causado por una infección bacteriana que produce inflamación en la vejiga y puede extenderse hasta causar una infección grave en los riñones.

Los cambios hormonales durante el embarazo pueden aumentar el riesgo de esta infección en la vejiga.

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Entre los síntomas más comunes de la cistitis en mujeres embarazadas destacan los siguientes:

Más ganas de orinar de lo normal, muchas más de las que produce el embarazo

Ganas de orinar pero no hacer nada

Ardor al orinar

Sangre en la orina

Cambio en el color de la orina, se vuelve naranja o amarillo fuerte

Olor intenso y desagradable en la orina

Presión la parte inferior del abdomen

Molestias pélvicas

Fiebre

En caso de que estos síntomas se acompañen además de molestias más graves como dolor de espalda o lateral, fiebre alta o escalofríos, náuseas y vómito, debes acudir de inmediato al médico porque podría ser una infección que se extendió hasta los riñones.  

Medidas de prevención

Estar embarazada no significa que vayas a padecer la enfermedad necesariamente, el riesgo es mayor pero con algunas medidas puedes prevenirlo.

El embarazo hace que aumenten las ganas de orinar, por lo que es importante que pongas mucha atención en la limpieza adecuada de tus genitales, de manera que no queden restos de bacterias que puedan llegar hasta tu vejiga. Procura siempre limpiarte de atrás hacia adelante.

Si estás embarazada y es verano, la temperatura de tu vagina puede cambiar con facilidad, por lo que debes cuidar más la higiene de tu ropa interior para evitar acumulación de secreciones y una posterior infección.

En caso de que salgas de vacaciones y te metas a nadar, no te quedes con el traje de baño mojado, ya que la humedad puede causar una proliferación de bacterias.

Toma mucha agua natural, ya que así estarás limpiando constantemente tu vejiga de bacterias dañinas.

Orina con frecuencia, no te aguantes las ganas de ir al baño.

Dúchate en lugar de tomar baños de tina, especialmente en el embarazo porque eres más propensa a desarrollar infecciones.

Evita los desodorantes en aerosol íntimos y otros productos como las duchas vaginales, ya que irritan la uretra y la vejiga. Lava con cuidado tus genitales, todos los días y con jabones suaves sin aroma.

Por último, procura orinar siempre después de las relaciones sexuales y si es posible, toma un vaso de agua natural después para eliminar completamente las bacterias.

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