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Gritarle a un niño daña su cerebro de forma permanente

La ciencia ha demostrado que gritarle a un niño es la peor forma de educarlos

Escrito en FAMILIA el

Gritarle a un niño puede parecer una medida de educación bastante aceptada y hasta justificada, pero la ciencia ha encontrado que en realidad, disciplinar a los pequeños a base de gritos es una forma de violencia que daña su cerebro permanentemente.

Así que antes de gritarle a tus hijos por cualquier cosa, detente un momento y toma en cuenta todas las consecuencias que implica en el desarrollo de los pequeños.

Consecuencias de gritarle a un niño

En España se han llevado a cabo campañas, como la llamada Gritar daña, para concientizar a los padres sobre los efectos destructivos de gritarle a un niño.

Hacerlo, no solo daña su autoestima, sino que se ha encontrado que también afecta su desarrollo cerebral de forma irreversible.

De acuerdo a Pax Dettoni, directora de la Asociación Teatro de Conciencia, “gritar es una forma de violencia que evita la consolidación de vínculos afectivos sanos y satisfactorios y que siembra el miedo como motor de las relaciones. Donde hay miedo no hay amor, no hay libertad, no hay paz”.

Pero eso no es todo, la ciencia ha demostrado que gritarle a un niño tiene efectos muy negativos en su cerebro.

Una investigación realizada por la Universidad de Nueva York y que se publicó en Current Biology, señala que el grito tiene una propiedad sonora única que impacta y activa el centro neuronal del miedo, que se encuentra en la amígdala.

Otras investigaciones realizadas por las universidades de Pittsburg y Michigan determinaron que los efectos de la violencia verbal provocan problemas de conducta en los niños, tales como discusiones y peleas con los compañeros de la escuela.

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Gritarle a un niño también causa una baja en su rendimiento escolar, más probabilidades de mentirle a los padres y síntomas de tristeza repentina o depresión.

Por su parte, un estudio realizado por investigadores de Harvard, encontró que los gritos, el maltrato verbal y la humillación a los niños altera de forma permanente su estructura cerebral, lo que daña su desarrollo.

¿Cómo dejar de gritar?

Gritarle a un niño no es la mejor manera de estimular un buen comportamiento, por lo que debes evitarlo tanto como puedas.

Un artículo publicado en El País señala una guía de 5 pasos para que los padres dejen de gritarle a los pequeños. Toma nota:

1. Comprende que gritarle a un niño lo daña de forma irreversible.

2. En cuanto detectes que la rabia empieza a apoderarse de ti, concéntrate e intenta calmarte.

3. Reduce el enojo levantándote un momento a caminar o respirando profundamente. Habla contigo mismo y repite que tienes derecho a sentir enojo pero eres capaz de mostrar tu enfado a tu hijo sin la necesidad de gritar.

4. Si no consigues calmarte, retírate y pídele a otra persona que te ayude a encontrar una solución al problema. Vuelve cuando estás más tranquilo.

5. Es probable que le grites a tu hijo en algún momento a pesar de intentar no hacerlo, si eso pasa, perdónate, dile que lo sientes mucho y que lo hiciste porque estabas enojado. No olvides recordarle que lo amas y que intentarás no volver a hacerlo.

Si dejas de gritar, te aseguramos que sentirás un ambiente mucho más tranquilo y relajado en casa, lo que permitirá que tus hijos se acerquen a ti y se fortalezca la unión. 

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(Con información de El País)