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Envejecimiento celular se puede retrasar

Estudio en California, EU demuestra que un estilo de vida sano ayuda a prevenir enfermedades.

Escrito en FAMILIA el

Adoptar un estilo de vida sano puede verse reflejado en nuestro organismo a nivel celular. Un estudio publicado en The Lancet  Oncology demuestra que el comer sano, hacer ejercicio, no fumar (por mencionar algunos hábitos positivos) tiene repercusión en los telómeros, estos son, complejos de ADN situados en el extremo de los cromosomas que afectan directamente al envejecimiento celular.

La longitud de los telóremos indica la edad biológica. Ha causado tanta relevancia el tema que algunos centros de investigación tratan de explotar esta tecnología en desarrollo además de ofrecer la medición de telómeros (aunque todavía no es claro el valor de la información proporcionada) por una cantidad entre los 100 y 500 euros.

Lo único que se sabe al respecto es que los telóremos entre más cortos hay un mayor riesgo de muerte relacionado con la edad y enfermedades como el cáncer, infecciones, diabetes, demencia, obesidad, infarto cerebral, osteoporosis.

La Universidad de California, en San Francisco (Estados Unidos) publicó The Lancet una prueba piloto en en donde Dean Ornish y su equipo compararon dos grupos de hombres diagnosticados con cáncer de próstata de bajo riesgo los cuales nunca habían estado en tratamientos convencionales con cirugía o radioterapia. A 10 de ellos se les pidió que hicieran cambios en su estilo de vida, mientras el otro grupo de 25 participantes continuó sin cambios.

Cambiar la dieta, hacer ejercicio

Los cambios sugeridos fueron tener una dieta vegetariana, ejercicio moderado, técnicas de control del estrés -la meditación y el yoga- y fomentar la intimidad y las relaciones sociales. Estos cambios fueron solicitados debido a que en una investigación anterior se demostró que estos cambios de estilo de vida pueden tener muchos beneficios médicos por ejemplo, revertir la progresión de enfermedades cardíacas pero nunca se había relacionado con cambios en el ADN.

Los investigadores midieron la longitud de los telómeros de los participantes al inicio del estudio y a los 5 años. En aquellas personas que realizaron una modificación en su estilo de vida la longitud del telómero aumentó en casi un 10%, mientras que en el grupo control disminuyó en un promedio de 3 por ciento.

Los datos también mostraron que había una relación dosis-respuesta en ambos grupos entre el grado de cambio de estilo de vida y la variación en la longitud de los telómeros: los que más modificaron sus hábitos cotidianos tuvieron un mayor incremento en la longitud de sus telómeros.

Cáncer

Ornish advierte no obstante que este trabajo no fue diseñado para detectar los efectos de los cambios de estilo de vida en el cáncer de próstata de los participantes, a pesar de que un ensayo controlado aleatorio con anterioridad realizado por el mismo grupo de investigadores demostró que las intervenciones de estilo de vida positivos pueden retrasar la progresión del cáncer de próstata en etapa temprana.

“Las implicaciones de este estudio piloto pueden ir más lejos de las relacionadas con las personas con cáncer de próstata. Si son validadas por ensayos controlados aleatorios a gran escala, estos cambios de estilo de vida integrales pueden reducir significativamente el riesgo de una amplia variedad de enfermedades y de muerte prematura. Nuestros genes y telómeros predisponen nuestra vida, pero no son necesariamente nuestro destino”, advirtió Ornish. (Con información de abc.es)