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El coronavirus está haciendo que se incremente la obesidad infantil

El cierre de escuelas, gimnasios y la falta de actividad física han hecho que los niños pasen más tiempo en casa y recurran a los videojuegos y las pantallas.

Escrito en FAMILIA el

La emergencia sanitaria ha repercutido en la vida de las personas al punto de empeorar la obesidad infantil. De acuerdo con el Informe anual de Qustodio 2020 sobre los hábitos digitales de los menores, que examinó los hábitos anónimos en línea de 60 mil familias voluntarias con hijos entre 4 y 15 años en Reino Unido, España y Estados Unidos, existe algo que se llama el “efecto covid”, que hace que la grasa corporal de los menores haya aumentado (o lo esté haciendo).

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Obesidad infantil, un problema global

La Organización Mundial de la Salud (OMS) informa que aproximadamente 340 millones de niños y adolescentes entre 5 y 19 años tuvieron sobrepeso y obesidad en 2016, además de que la prevalencia de estos dos problemas de salud ha tenido un incremento drástico a lo largo de los años, pues en 1975 era del 4% y en 2016 ya era del 18%.

“Mientras que poco menos del 1% de los niños y adolescentes de 5 a 19 años eran obesos en 1975, más 124 millones de niños y adolescentes (el 6% de las niñas y el 8% de los niños) lo eran en 2016”, precisa la OMS.

Todo tiene que ver. Un artículo publicado el 8 de julio en 2020 en Nature detalla que la existencia de una pandemia global puede generar un estrés psicológico y los sentimientos de ansiedad se pueden disparar por el empeoramiento de las situaciones socioeconómicas. La sana distancia y el aislamiento, que son medidas sanitarias para evitar la propagación y el contagio del coronavirus, pueden hacer que las personas se depriman y se sientan solas y abandonadas.

Dicha revista científica resalta que el deterioro de la salud psicosocial puede tener un efecto negativo en el comportamiento relacionado con la salud alimentaria de las personas. Dos ejemplos de esto son el acaparamiento de alimentos y la ingesta de comida por estrés.

“El confinamiento en el hogar durante la pandemia de coronavirus proporciona una exposición alterada a las señales alimentarias, lo que podría desafiar la restricción cognitiva del individuo y mejorar la conducta de consumir alimentos por impulso”, se puede leer en Nature.

¿Qué tiene que ver esto con la obesidad infantil? Si te pones a pensar, todo, ya que el que ellos sean pequeños no significa que no se estresen por no poder ver a sus amigos, vean una imposibilidad de salir de casa como antes y encuentren consuelo en la comida y las pantallas, en lugar de hallarlo en la actividad física.

El Informe anual de Qustodio 2020 sobre los hábitos digitales de los menores hace énfasis en eso, precisamente y señala que YouTube es la plataforma de vídeo favorita de los menores de entre 4 y 15 años, a pesar de que la edad mínima para utilizarla es de 13. De hecho, esta empresa advierte que el tiempo que pasan los niños y niñas en YouTube durante la pandemia es parecido al que dura un partido de futbol profesional: 85 minutos.

Las horas de escuela también se han visto afectadas por el tiempo que se pasa en casa y este cambio también tiene que ver con la obesidad infantil, pues antes ellos caminaban y se movían para trasladarse al colegio o durante las clases de educación física y con el cierre de escuelas por la covid-19, tienen a su disposición los videojuegos y las películas.

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El informe apunta que los menores solo se desconectan de las redes sociales cuando se van a dormir y pasan aproximadamente 60 minutos al día jugando videojuegos, lo cual es un comportamiento que ya se sabía pero que se ha disparado durante la pandemia.

No es ningún secreto que los menores ya no salen a jugar futbol a las calles o a los parques o a correr, saltar la cuerda y brincar en el “avioncito” tanto como antes y esto también propicia la obesidad infantil.

Sobre este tema de la obesidad infantil, el doctor y director del Programa de Vida Saludable de Mayo Clinic, Donald Hensrud, recuerda que la emergencia sanitaria cerró gimnasios y deportivos, por lo que nuestra actividad física puede estar bajando y “ya no nos estamos moviendo como antes”.

La obesidad infantil no ataca al azar y de acuerdo con El País, las familias con menos recursos son las más vulnerables y en las zonas de bajos recursos, el índice de obesidad es mayor que en los barrios ricos.

(Con información de El País)