Diversos estudios han demostrado que realizar ejercicios en el embarazo es clave para asegurar un correcto desarrollo del bebé y un menor riesgo de enfermedades futuras, sin embargo, no cualquier ejercicio físico tiene resultados positivos.
A continuación te decimos cuáles ejercicios están permitidos y cuáles no durante la gestación.
Ejercicios en el embarazo
Más de 30 años de acumulación de evidencias científicas sirvieron para realizar uno de los estudios más determinantes sobre las recomendaciones de ejercicio físico en mujeres embarazadas, publicado en el Journal of American Medicine Association (JAMA).
Con base en los resultados del estudio, no todas las mujeres embarazadas pueden realizar ejercicio físico.
Aquellas mujeres con complicaciones como enfermedad cardiaca, incompetencia cervical, enfermedad pulmonar restrictiva, sangrado persistente a partir del segundo trimestre, placenta previa, riesgo de ruptura de membranas, embarazo múltiple, preeclampsia, hipertensión crónica o anemia severa, deben abstenerse de hacer ejercicios en el embarazo.
De hacerlo sin el consentimiento de un médico podría ponerse en riesgo la vida del bebé.
Las mujeres que no tengan ninguna de estas complicaciones en el embarazo pueden y deben ejercitarse, incluyendo a las mujeres con sobrepeso, obesidad, diabetes gestacional o quienes no realizaban ejercicio antes del embarazo.
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Entre los beneficios del ejercicio en el embarazo destaca que puede prevenir lo siguiente:
Exceso de peso en el embarazo
Nacimiento del bebé con un peso excesivo (superior a 4 kilos)
Obesidad y sobrepeso en el bebé
Hipertensión
Diabetes gestacional
Preeclampsia
Depresión
Parto por cesárea
Dolor lumbar o pélvico
Incontinencia urinaria
Ejercicios recomendados
Según los estudios, lo más recomendable en cuanto a ejercicios en el embarazo es combinar el trabajo aeróbico y de fuerza en cada sesión, la cual debe durar entre 45 a 60 minutos y debe hacerse entre 3 y 4 días a la semana.
Ejercicios como el pilates y el yoga son recomendables, ya que además de los beneficios físicos, también mejoran la salud mental y reducen el dolor.
La intensidad de los ejercicios en el embarazo debe ser moderada, aunque deberá ajustarse y revisarse por un experto a lo largo de la gestación.
Se recomienda iniciar con el ejercicio físico a partir de la semana 9 a 12 de embarazo y hasta la semana 38-39.
Ejercicios prohibidos
Las mujeres embarazadas no deben hacer ejercicios muy intensos o extenuantes que elevan la frecuencia cardiaca al máximo porque podría haber riesgo de deshidratación, de aumento de la temperatura corporal a niveles peligrosos, de reducción del flujo uterino y daños al feto.
También deben evitarse las carreras de largas distancias, como los maratones y los ejercicios donde se deban levantar pesas o que requieran contracción isométrica intensa.
Los saltos, los ejercicios con riesgo de impacto o golpes y caídas así como los movimientos que tengan que hacerse boca arriba, deben posponerse también hasta después del embarazo, durante el mismo están prohibidos.
En cualquier caso, lo mejor es que consultes al médico antes de comenzar una rutina de ejercicio, para garantizar que no dañe la salud de tu bebé.
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(Con información de El País)