Las fiestas patrias son fechas en donde más se presentan quemaduras por cohetes y otros artículos de pólvora, por lo que hay que tener mucho cuidado.
Especialistas afirman que las quemaduras aumentan hasta en un 35% en la Ciudad de México.
La Secretaria de Salud (Sedesa), advierte que la pirotecnia se prende fácilmente por las fricciones, el calentamiento con la ropa y la piel, así como por estar dentro de bolsas de plástico.
Se han reportado casos en los que niños y adolescentes pierden los genitales o se les amputan las piernas debido a las quemaduras por pirotecnia.
Ante esto, la doctora Janina Llergo Valdez, miembro de la Fundación Mexicana para la Dermatología (FMD), indica que las quemaduras puedes ser de segundo y hasta tercer grado.
“Lamentablemente, los niños son los más afectados, particularmente en edades entre los 10 y 14 años, puesto que el 60% de los casos se produce durante esta etapa", agrega.
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¿Cómo atender las quemaduras por cohetes?
La especialista explica que cuando una persona sufre una quemadura por cohetes, se debe realizar lo siguiente:
-Alejar a la persona afecta del objeto que lo quemó.
-Quitar la ropa si está pegada a la piel o si la quemadura es muy amplia.
- Lavar la zona afectada con agua a temperatura ambiente, no fría. Así se eliminarán las sustancias nocivas y disminuirá el dolor.
-Si la quemadura es de primer grado, es decir, sólo hay enrojecimiento y ardor, se debe aplicar una crema humectante después de lavar el área dañada.
-En caso de quemaduras de segundo y tercer grado, hay que acudir inmediatamente al servicio de urgencias, ya que requieren un tratamiento multidisciplinario.
“Si la quemadura es extensa se sugiere cubrir la zona con lienzos limpios y húmedos durante el traslado al hospital", recomienda la especialista.
Llego Valdez subrayó que ante cualquier accidente, aunque parezca leve, se debe acudir con el dermatólogo para que determine el mejor tratamiento.
Lo mejor es prevenir, así que se recomienda evitar que los niños jueguen con pirotecnia o permitir que lo hagan siempre bajo la vigilancia de un adulto.
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(Con información de la FMD y El Universal)