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Redes sociales y el cerebro adolescente: esto dice un estudio

Neurocientíficos de la Universidad de Carolina del Norte estudiaron el uso de las redes sociales y cómo está relacionado con cambios cerebrales en los adolescentes

Escrito en FAMILIA el

El período de crecimiento que se produce después de la niñez y antes de la edad adulta, entre los diez y los diecinueve años de edad es denominado como la adolescencia. Este puede resultar complicado por el impacto que tienen las redes sociales en un adolescente, el cual puede presentar modificaciones cerebrales.

Las implicaciones de un flujo constante de interacciones virtuales comienzan en la infancia por lo que el efecto del uso de las redes sociales en las y los adolescentes ha sido un área de investigación delicada.

¿Cómo afectan las redes sociales el cerebro adolescente? 

Neurocientíficos de la Universidad de Carolina del Norte han realizado escaneos cerebrales sucesivos a estudiantes de entre doce y quince años de edad, periodo en el que el desarrollo cerebral es especialmente rápido.

Los investigadores lograron detectar que las y los adolescentes que de manera habitual revisan sus redes sociales mostraban una trayectoria distinta, en la que su sensibilidad a las recompensas sociales se incrementaba con el tiempo.

Los adolescentes que suelen revisar sus redes sociales muestran cambios bastante dramáticos en la forma en que sus cerebros responden, lo que podría tener consecuencias a largo plazo.

A diferencia de las y los adolescentes que con menos interacción en las redes sociales siguieron el camino opuesto, un interés cada vez menor en las recompensas sociales.

Esta investigación es uno de los primeros intentos de registrar los cambios en la función cerebral relacionados con el uso de las redes sociales como Facebook, Instagram y Snapchat.

Foto: Freepik

¿Cómo detectar si un adolescente abusa del consumo de las redes sociales?

Distintos patrones de comportamiento pueden reflejar si un adolescente se encuentra sobre consumiendo la interacción de sus redes sociales. Este estudio realizado por neurocientíficos externa que:

  • Los usuarios habituales revisan sus redes sociales entre quince o más veces al día.
  • Los usuarios moderados consultan entre una y catorce veces.
  • Mientras que los usuarios no habituales revisaban sus redes menos de una vez al día.

¿Cómo se afecta la actividad cerebral con las redes sociales?

  • La activación es creciente en tres áreas del cerebro al exponerse al uso excesivo de las redes sociales como:
  • Los circuitos de procesamiento de recompensas, los cuales también responden a experiencias como ganar dinero o asumir riesgos.
  • Las regiones cerebrales que determinan la relevancia, es decir la selección de lo que destaca en el entorno.
  • La corteza prefrontal, la cual ayuda con la regulación y el control.

Los adolescentes que crecen revisando las redes sociales con más frecuencia se están volviendo hipersensibles a las respuestas de sus compañeros o con quienes interactúan a través de sus perfiles de cada red social.

La sensibilidad social podría ser adaptativa y podría mostrar que los adolescentes están aprendiendo a conectar con otros, o podría generar ansiedad social y depresión si las necesidades sociales no son satisfechas.

El director fundador del Laboratorio de Redes Sociales de la Universidad de Stanford, Jeff Hancock, afirma que la manera en que usamos las redes sociales en un momento de nuestras vidas influye en la forma en que se desarrolla nuestro cerebro.

Debemos precisar que sí existen personas que tienen un estado neurológico que se traduce en que sean más propensas a sentirse atraídas a revisar con mayor frecuencia sus redes sociales. Durante la última década, las redes sociales han modificado las experiencias centrales de la adolescencia, un periodo de rápido desarrollo cerebral.

Es importante comprender cómo influye este nuevo mundo digital en los adolescentes. Puede estar asociado a cambios, pero eso puede ser para bien o para mal ya que toda experiencia se acumula y se refleja en el cerebro.

(Con información del Consejo Científico Nacional sobre la Adolescencia, Universidad de Oregón y The New York Times)