El regreso a clases trae consigo el cambio de zapatos. Los niños pasan de usar un calzado abierto por las vacaciones a usar uno cerrado por su vuelta al colegio y esto trae problemas que se pueden prevenir.
De acuerdo con el Ilustre Colegio Oficial de Podólogos de la Comunidad Valenciana (ICOPCV), las patologías más comunes en los pies a esta edad son las relacionadas con los hongos o verrugas, además de las alteraciones en las uñas, los pies planos, valgos (los pies miran hacia adentro a la hora de caminar), varos (cuando caminan la punta de los pies miran hacia adentro) o cavos (hay un exceso de puente).
Esta institución recomienda, antes de que se les compre zapatos a los pequeños, que se les lleve a un patólogo para que este revise que sus pies se encuentran en buen estado, que no se hayan contagiado por hongos en el periodo vacacional o que el abuso de unos tenis o zapatos inadecuados no les haya causado una alteración en la marcha o del propio desarrollo.
“Una cuestión que pueden alertarnos de la posibilidad de problemas en los pies de los más pequeños es que padezcan caídas con frecuencia. Si bien éstas son muy comunes cuando están iniciando la marcha, cuando son un poco más mayores pueden deberse a un mal apoyo del pie y del desarrollo del aparato locomotor. Si esto se atiende en una fase incipiente, el podólogo podrá aplicar el tratamiento y las medidas de corrección necesarias para que se eviten problemas futuros”, explica Maite García, presidenta del ICOPCV.
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¿Qué se puede hacer al respecto?
La ICOPCV recomienda las siguientes acciones:
1) Que no se utilicen zapatos que hayan sido utilizados por otros niños. Aunque parezca que están nuevos, si se les quedó la forma del primer niño que los utilizó, esto puede generar malos apoyos, que tengan problemas a la hora de caminar y que haya malformaciones o alteraciones de la forma de caminar al momento de buscar la zona de confort.
2) Los zapatos que se les compren tienen que ser transpirables y de materiales naturales para que se evite el exceso de sudoración. Se recomienda que sean ligeros y que no tengan costuras en la parte interna, ya que estas pueden generar rozaduras.
3) La punta de los zapatos que se les compre debe de ser ancha y alta para evitar que sus dedos queden encogidos, deben tener buena sujeción con cordones, hebillas o velcros y es recomendable que la zona del talón y la caña del zapato tengan colchón para que se les garantice un mayor confort al caminar.
4) La suela tiene que ser antiderrapante, flexible e indeformable, con un tacón de dos o tres centímetros. Hay que evitar que sean excesivamente planos.
Lesiones en los pies causados por el sobrepeso:
El sobrepeso no solo afecta la manera en la que los pequeños se ven, también puede llegar a ocasionar lesiones en los pies, por lo que hay que tener precaución, ya que en algunos casos los problemas pueden llegar a ser irreversibles.
De acuerdo con el Dr. Borja Serrano indica que está clínicamente demostrado que la obesidad o sobrepeso dan lugar a un aplanamiento del arco interno del pie y que esto desencadena otros padecimientos como fascitis plantar y el espolón calcáneo.
Otro de los daños de tener obesidad es la distensión o inflamación de los músculos y ligamentos, lo que a la larga provoca que estas estructuras dejen de mantener en equilibrio las articulaciones del pie para su buen funcionamiento.
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Con información del ICOPCV y Sumédico.com