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¿Los medios de comunicación pueden aumentar o reducir la gordofobia?

Los trastornos de la conducta alimentaria más comunes como la bulimia, la anorexia y los atracones afectan al 25% de adolescentes

Escrito en FAMILIA el

La obesidad y la gordofobia juntas, pero no revueltas no es simplemente el resultado de un estilo de vida poco saludable, actualmente es un problema complejo y multifactorial. Esto implica que no es una cuestión de responsabilidad individual, sino de la población en general.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha subrayado que la prevención y la gestión efectiva del sobrepeso requieren un enfoque integrado, que implique acciones en todos los sectores de la sociedad.

Además de los efectos negativos en la salud de las personas afectadas, muchas veces son víctimas de estigma o gordofobia, que causa su exclusión y marginación, dando lugar a desigualdades.

¿Trastornos de la conducta alimentaria?

En México se estima que el 25% de las y los adolescentes padece en diferentes grados un trastorno de la alimentación. La mayoría de los casos, asociados con algún problema mental.

El Instituto Nacional de Psiquiatría cuenta con una Clínica de Trastornos de la Conducta Alimentaria que opera desde 1996 y cada año atiende hasta 300 nuevos pacientes, así lo ha informado el coordinador de la clínica, Alejandro de Jesús Caballero Romo.

¿Quiénes son los grupos etarios que demandan mayor atención?

Los grupos etarios que demandan mayor atención son las y los adolescentes de 14 a 19 años así como las personas de 20 a 25 años de edad.

Principalmente por bulimia, trastorno purgativo, por atracón y anorexias tanto total como atípica.

En menor intensidad también por alteraciones conductuales como trastorno por evitación y restricción de la ingesta de alimentos.

Foto: Canva

¿Cómo se realiza el tratamiento de la conducta alimentaria?

La evaluación inicial consiste en exámenes de laboratorio y una valoración médica y psiquiátrica del trastorno alimentario y sus comorbilidades.

El tratamiento es individualizado de acuerdo con el tipo de trastorno y estado físico y psiquiátrico de la persona. Contempla rehabilitación nutricional y terapia de psicoeducación para pacientes y familiares.

El tiempo del tratamiento depende del tipo de trastorno y lo avanzado del daño, por lo que puede tardar meses o ser permanente. Conforme lo determine el grupo multidisciplinario de especialistas en psicoterapia, psicología, psiquiatría, nutrición y terapia familiar.

¿Una nueva narrativa sobre la obesidad?

El 4 de marzo es el Día Mundial contra la Obesidad, esta fecha busca concienciar a las personas sobre el terrible daño que conlleva para el organismo.

La Organización Mundial de la Salud a través de un estudio publicado externo las causas y las consecuencias del estigma de peso y la importancia de abordarlo no solamente como un asunto de salud pública, sino también como de derechos humanos y sociales.

Abordando la brecha existente entre las narrativas estigmatizantes en torno a la obesidad y los conocimientos científicos actuales sobre los mecanismos de regulación del peso corporal.

Las pruebas científicas demuestran que regular el peso no depende únicamente de la voluntad personal, existen factores biológicos, genéticos y ambientales que contribuyen de forma decisiva.

Sin embargo, en las campañas de salud pública, en el discurso político, en los medios de comunicación e incluso en la literatura científica se sigue señalando como principal causa de la obesidad a la responsabilidad individual.

Esta narrativa desempeña un papel importante en la expresión del estigma social y refuerza los estereotipos basados en el peso.

Por ello, es necesario un esfuerzo conjunto de todas las partes interesadas, incluidos los profesionales sanitarios, investigadores, responsables políticos, pacientes y medios de comunicación para establecer una nueva narrativa que cambie el papel de las personas con obesidad de villanas a víctimas y elimine el estigma y la discriminación por el peso.

Foto: Canva

¿Cuál es la influencia de los medios de comunicación?

  • Los medios de comunicación tienen la capacidad de influir y condicionar la percepción que tiene el público sobre la gravedad de las enfermedades.
  • Actualmente se ha demostrado que informar de manera más objetiva y pedagógica sobre las dolencias contribuye a que se comprenda mejor cómo tratarlas.
  • Por el contrario, si las informaciones son deficientes pueden confundir, crear ansiedad y propiciar que la población tome decisiones equivocadas.
  • La forma en que los medios representan la obesidad es, por lo tanto, importante para aumentar o reducir el estigma hacia las personas con sobrepeso.
  • Esta influencia mediática se enmarca dentro del proceso de construcción social de la realidad, según el cual los medios no solamente informan, construyen la realidad e influyen en las opiniones y actitudes del público.
  • De esta manera, los medios modelan nuestra percepción del mundo y nos hacen partícipes de su forma de entenderlo.

¿Contra la gordofobia en los medios?

La imagen que ofrecen los medios de comunicación de la obesidad a menudo transmite prejuicios que perpetúan el estigma.

Lo hacen mediante el uso de encuadres, imágenes y lenguaje que tratan el sobrepeso como un problema de responsabilidad personal más que debido a factores sociales.

Un tratamiento correcto de las informaciones puede contribuir a la eliminación de la gordofobia. Para ello, son útiles las guías que han elaborado diversas organizaciones y colectivos.

La Obesity Action Coalition, OAC, ha editado una publicación que recoge diversas pautas y ofrece una galería de imágenes libres de prejuicios que pueden utilizar los periodistas.

Otra de las guías de referencia es la que ha publicado en Argentina el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo.

Entre las recomendaciones recogidas en estas guías, destaca la de no reproducir estereotipos que asocian la gordura con la falta de ejercicio, malnutrición y ausencia de voluntad, ni los que asocian la gordura con la enfermedad o la delgadez con la buena salud.

Es necesario precisar evitar toda ridiculización de las personas debido a sus características físicas y evitar describir el peso corporal con terminología y lenguaje que puedan resultar ofensivos.

  • Se trata de situar a las personas antes que a la enfermedad y no etiquetarlas.

Dado el papel fundamental de los medios en la percepción del público, es necesario su compromiso para ofrecer una imagen justa, precisa y no estigmatizante de la obesidad.

(Con información del Instituto Nacional de Psiquiatría, Obesity Action Coalition, Instituto Nacional de Psicología y la Secretaría de la Salud)