Para los adolescentes, el consumo de alcohol puede ser muy dañino y, además, es ilegal.
Empezar a tomar alcohol cuando se es adolescente incrementa el riesgo de adicción. Los jóvenes que comienzan a beber alcohol antes de los 15 años son cinco veces más propensos a desarrollar una adicción posterior en comparación con los que inician su consumo a los 21 años o más.
Durante la adolescencia, el cerebro de los menores sigue desarrollándose y continuará haciéndolo hasta los veinte años. Tomar alcohol durante este tiempo puede dañar el cerebro. Por otra parte, aproximadamente 4 mil adolescentes han perdido la vida por conducir en estado de ebriedad.