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¿Cómo hablar con los adolescentes? 4 consejos para padres

Construir una buena comunicación con los adolescentes puede parecer complicado y hasta imposible. No tiene que ser así y por eso te damos 4 consejos para hablar con los adolescentes

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En la niñez, el mundo de los hijos es pequeño y los padres suelen ser el centro de ese pequeño espacio, algo que puede ser igual de agotador y encantador. Los padres saben todo sobre la vida de los niños, quiénes son sus amigos o lo que piensan. También se tiene un control incuestionable.

A medida que los niños crecen y comienzan la adolescencia, la órbita de los hijos se expande y los padres quedan en último lugar. Esto es porque en esta etapa, las personas son introducidas a la difícil pregunta de: ¿quién soy? y ¿quién quiero ser?

Para los adolescentes, estas cuestiones son más difíciles de resolver cuando están pegados a sus padres. Es por eso que muchos adolescentes se empiezan a separar de su núcleo familiar y comienzan a crear su propio espacio y salen al mundo para explorar su identidad. 

¿Cómo hablar con los adolescentes? 4 consejos para padres

Ante esta nueva independencia, los padres suelen tomar dos posturas. O tratan de saberlo todo a como dé lugar o se cansan de insistir y nunca más vuelven a preguntar nada a los hijos. Ninguno de estos acercamientos es el correcto. 

Se debe comprender que la insistencia de los adolescentes en la privacidad, la autonomía y el espacio es apropiada desde el punto de vista del desarrollo. Aun así, la comunicación entre padres y adolescentes es un factor de protección clave que influye en la salud física y mental hasta el rendimiento escolar y la autoestima.

Estos son algunos consejos que puedes utilizar para mejorar esta parte de la crianza. 

Claves para mejorar la comunicación padres-adolescentes

  • Escucha

Preste atención a lo que tu hijo comparte contigo, no solo durante una conversación seria sino también durante las pequeñas charlas. Muchos adolescentes son más propensos a compartir cuando se sienten menos presionados. También comparten muchas cosas sin hablar, a través de su estado de ánimo, sus elecciones y su lenguaje corporal.  

  • No evites las conversaciones difíciles

No hay que eludir las conversaciones difíciles. Si nos sentimos incómodos hablando de algo, probablemente significa que deberíamos hacerlo. Las conversaciones sobre la salud sexual, el género, las relaciones, las drogas y el alcohol y otros temas delicados son esenciales. No dejes estas conversaciones sólo en manos del internet, la escuela o sus amigos. 

  • Respira profundamente antes de responder

Es normal que te preocupes por algunas cosas que pueda compartir tu hijo pero hacerlo en exceso puede hacer que el diálogo se cierre. Se nos permite opinar y compartir nuestros valores, pero responder con largas charlas emocionales tiende a cerrar el diálogo. 

Observa tu respuesta interna, respira profundamente y haz otra pregunta si necesitas más tiempo para ordenar tus pensamientos de forma útil.  Si sientes que todavía no entiendes por completo lo que tu hijo te dice, puedes decir: "Te quiero. Todavía no lo entiendo del todo, pero lo resolveremos juntos. ¿Cómo puedo ayudar ahora mismo?".

  • Recuerda que…

El objetivo de hacer preguntas o conversaciones no es obtener todos los detalles en una sola vez. Sino que se trata de usar la información que los hijos te dan y unir las piezas: ¿Qué falta? ¿Está feliz? ¿Qué da miedo? ¿Qué es inspirador? ¿Qué siente? ¿Qué piensa?

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