Actualmente, muchos abuelos se dedican a cuidar de sus nietos y de hecho hasta se ha visto que puede tener beneficios, sin embargo, forzarlos a hacerlo durante mucho tiempo puede tener consecuencias negativas para su salud y bienestar, llegando a desarrollar problemas como el síndrome del abuelo esclavo.
Sin duda, la presencia de los abuelos es fundamental en el desarrollo de los niños, pues les brindan amor incondicional y les permiten vivir experiencias que guardarán para toda su vida.
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Junto a los abuelos es posible encontrar confort, seguridad y bienestar, incluso son los cómplices de los pequeños, porque su amor incondicional los lleva a cumplirles sus caprichos, Sin embargo, cuando se ven forzados a cuidar de los nietos por mucho tiempo, el resultado no es muy positivo.
Forzar a abuelos a cuidar de sus nietos
La Organización de las Naciones Unidas establece que a los 60 años una persona se considera que es adulta mayor, aunque en los países desarrollados se considera que la vejez empieza hasta los 65 años.
Sin importar la edad exacta, es un hecho que la vejez es una etapa en la que ocurren distintos cambios, tanto físicos como emocionales.
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En la tercera edad la fuerza ya no es la misma, hay olvidos y se requiere un mayor descanso, por lo que forzar a los abuelos a cuidar de sus nietos tiene consecuencias como:
1. Problemas físicos
Los problemas físicos en los abuelos que se ven forzados a cuidar de sus nietos son comunes, pues un niño implica una movilidad constante. El ajetreo excesivo les causa dolencias, ya que son personas que no tienen la misma predisposición para soportar grandes desgastes y esfuerzos.
2. Alteraciones emocionales
Esta situación también les puede ocasionar inconvenientes a nivel emocional, pues al estar ocupados todo el día pueden sentir más estrés, así como dificultades en el descanso y percibir una sobrecarga de responsabilidades.
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3. Se olvidan del autocuidado
Asimismo, forzar a los abuelos a cuidar de sus nietos puede hacerlos sentir que no tienen tiempo para atender sus propias necesidades.
De esa manera, es común que descuiden los hábitos cotidianos, las actividades de ocio y que aplacen las visitas al médico.
Síndrome del abuelo esclavo
De acuerdo con la revista 65 y más, el síndrome del abuelo esclavo puede afectar a personas mayores que se ven literalmente obligadas a cuidar de sus nietos, no algunas veces, sino que se convierten prácticamente en segundos padres.
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Los síntomas de los abuelos esclavos son evidentes. Entre ellos destacan que no tienen vida social más allá su familia, tampoco saben decir que no a sus hijos y explicarles que necesitan descanso y más tiempo para ellos.
Pueden sentirse estresados por la responsabilidad que conlleva cuidar y educar a sus nietos. Después de estar con ellos, se sienten muy cansados y sin fuerzas para cualquier otra actividad y se obsesionan con que esa no era la vida que habían pensado llevar tras su jubilación.
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Padecen cuadros de ansiedad, insomnio, estrés o depresión; también a nivel psicológico aparece la tristeza, la irritabilidad, la pérdida del sentimiento de disfrute o la falta de atención; y pueden sufrir dolor crónico, hipertensión arterial e, incluso, descompensación de enfermedades crónicas como la diabetes.
Efectos en los niños
No solo los abuelos sufren las consecuencias de ser forzados a cuidar de sus nietos, también los pequeños, pues cuando la atención del niño recae sobre los abuelos, sienten un vacío emocional e incluso, llegan a pensar que sus padres no tienen interés por ellos ni están pendientes de su desarrollo.
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Además, es posible que no logren formar un vínculo estrecho con sus padres, porque no llevan a cabo un diálogo frecuente para entrar en confianza.
Así que, antes de forzar a los abuelos a cuidar de sus nietos, es importante considerar todos estos problemas y entender que son un apoyo, pero la responsabilidad no debe caer enteramente en ellos.
Lo ideal es que de vez en cuando cuiden de sus nietos para brindarles todo su amor, pero sin descuidar sus actividades, su salud ni bienestar.
(Con información de Eres mamá, Secretaria de Inclusión y Bienestar)