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¿Se deberían posponer las cirugías para personas positivas a covid?

"El hecho de que un paciente sea positivo a covid no debe ser visto como un impedimento absoluto para operación", mencionan expertos del hospital Bellvitge.

Escrito en ESPECIALIDADES el

Un grupo de especialistas del hospital universitario Bellvitge, de Barcelona, encontró que las personas que han dado positivo por covid no presentan una mayor mortalidad por la infección durante los procedimientos quirúrgicos, sino por otras causas. Muchas operaciones durante el covid se habían retrasado o pausado debido a la conversión de hospitales y al miedo de los pacientes por infectarse, pero la investigación viene a resaltar que las cirugías no deberían ser detenidas o evitadas.

En palabras de los especialistas la mortalidad de los pacientes debe atribuirse a que son personas de edad avanzada, con una peor patología desde la base y antes de la operación. Esto es lo que argumentan.

Operaciones durante el covid: ¿Se pueden llevar a cabo?

Un artículo publicado el 7 de noviembre en The Lancet menciona que, según los hallazgos de la investigación, existe un pronóstico grave para las personas que se someten a cirugía durante la emergencia sanitaria, ya que casi uno de cada cuatro pierde la vida en un mes (30 días) y aproximadamente la mitad padecerá complicaciones pulmonares de gravedad.

Por su parte, el American College of Surgeons recomienda que durante la pandemia se realicen cirugías que no sean de emergencia, como las cataratas, reemplazos de cadera o rodilla, procedimientos plásticos o reconstructivos o reparación de hernias.

“El médico de confianza determinará si la condición empeorará sin la cirugía y si existen otros tratamientos disponibles. También analizará el riesgo individual para la persona al acudir al hospital, al consultorio o al centro quirúrgico para someterse a una cirugía durante la emergencia sanitaria y se considerará el alcance del coronavirus en la comunidad, incluyendo la capacidad hospitalaria”, indica este colegio.

Sin embargo, el estudio del hospital universitario Bellvitge detalla que, en el caso de las operaciones durante el covid, el riesgo de perder la vida luego de una complicación quirúrgica se incrementó del 12.8% al 19%, quizá debido a la situación difícil que se vive en los lugares de atención.

Argumentan que las personas operadas durante la pandemia presentaron el mismo riesgo de presentar complicaciones pero más riesgo de perder la vida, pero lo atribuyen a que quizá se debió a la primera ola de covid-19.

“El hecho de que alguien sea positivo a coronavirus no debe ser visto como un impedimento absoluto para recibir la operación: se debe basar la valoración del riesgo de hacer o de posponer la cirugía en el riesgo anestésico individual de la persona atendida y en su estado al momento de ser diagnosticada, como siempre se ha hecho”, dice el doctor, coordinador del estudio y cirujano del Servicio de Cirugía General del Hospital Universitario de Bellvitge, Javier Osorio.

Los expertos explican que los individuos con una infección que son operadas de emergencia con una cirugía digestiva o general no presentan una mayor mortalidad por tener el coronavirus y que al comparar a gente positiva con otros negativos, ver que la edad, las patologías de base y el estado general en el momento de la cirugía fuera similar, no hubo diferencia en la mortalidad en las operaciones durante el covid.

“La mortalidad de estos dos grupos no presentó diferencias estadísticamente importantes. Hay que atribuir la alta mortalidad que se pudo ver en los pacientes infectados que requirieron atención quirúrgica a su edad, patología de base y estado preoperatorio, más que a un efecto del virus”, indican.

Por su parte, el doctor y especialista del Servicio de Farmacología Clínica del Hospital de Bellvitge, Sebastià Videla, señala que una de las lecciones del estudio sobre las operaciones durante el covid es que, si se quiere reducir la cantidad de fallecimientos evitables en estos momentos y en futuras pandemias, se tiene que incrementar los recursos de salud pública y mejorar la coordinación en los hospitales.

(Con información del hospital universitario Bellvitge)