Para evitar que México siga siendo uno de los dos países cuyo índice de mortandad se debe en gran medida a las enfermedades que afectan directamente el corazón (obesidad, hipertensión, diabetes, tabaquismo), expertos de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) trabajan en la creación de un corazón artificial, cuyo trabajo será otorgar la ayuda necesaria al corazón real cuando comience a predisponerse.
El equipo que trabaja en la representación artificial del motor del cuerpo, está formado por expertos en diversas áreas, y es dirigido por Emilio Sacristán Rock, profesor de Ingeniería Biomédica de la UAM, y director del Centro Nacional de Investigación en Imagenología e Instrumentación Médica (CI3M).
El nuevo corazón es un sistema de soporte elemental –que puede ser fabricado en titanio o policarbonato– cuya aplicación sirve para cualquier clase de de padecimiento, en el cual el corazón natural no se encuentre en condiciones de bombear y oxigenar la sangre. El nuevo implante significaría una ayuda a corto, mediano y largo plazo.
Esto o quiere decir que el nuevo corazón supla en forma al corazón natural, sino que es requerido en el momento que el natural necesite de ayuda. Lo interesante del implante es que puede utilizarse tanto dentro como fuera del cuerpo, dependiendo de la cardiopatía del paciente y del tiempo que éste necesite utilizar el implante.
Un detalle significativo es su bajo costo, ya que se halla por debajo de las bombas artificiales que se utilizan actualmente, además de ser superior tecnológicamente hablando. (Con información de la UAM).