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Tuve que estar en terapia intensiva intubada; no creían que era asma

El asma es una enfermedad común, uno de cada 10 personas la presentan. Sin embargo, el diagnóstico tarda entre 2 a 4 años porque se confunde con otras afeccione

Escrito en ESPECIALIDADES el

Ivette Zacarías tenía alrededor de 15 años cuando notó que al hacer ejercicio, la respiración se dificultaba y el aire le faltaba. Al principio ella lo atribuyó a una mala condición física y lo dejó pasar. 

Dos años después, cuando se encontraba de intercambio en Finlandia, los síntomas volvieron a aparecer. Ella y el resto de su grupo se encontraban alrededor de una fogata para entrar en calor tras la nevada que había caído, cuando de pronto, Ivette comenzó a perder el aire. 

Ella lo relacionó con la falta de aire tras haber realizado una actividad física, sin embargo, cuando pasó el tiempo y la dificultad para respirar continuaba, Ivette fue trasladada a un hospital. Ahí, los doctores le informaron que tenía asma, por lo que comenzó a utilizar un inhalador. No obstante su cuadro siguió empeorando y un año después, tras su arribo a México, la enfermedad se tornó de gravedad al grado de poner en riesgo su vida.  

(Foto proporcionada por Ivette Zacarías)

De acuerdo con el doctor Said Arablin Oropeza, médico alergólogo e inmunólogo pediatra en entrevista con SuMédico, el asma es una enfermedad en la que se produce inflamación a nivel del árbol bronquial de los pulmones. La inflamación sucede como una respuesta del propio cuerpo a cosas que se encuentran en el ambiente con normalidad, como algún agente alérgeno o algún tipo de irritante. 

Tras la exposición a dichos agentes, lo que hace el cuerpo es producir una respuesta inflamatoria en contra de estos agentes, situación que normalmente en otras personas no provocaría ningún tipo de problema, pero en los pacientes con asma sí. La inflamación se manifiesta como la acumulación de mucho más moco de lo normal a nivel bronquial; asimismo, se inflama el diafragma, el músculo que protege a los bronquios, el cual se hace más grueso, lo que desencadena la tos, señala el especialista.

La hipertrofia, es decir el aumento del tamaño de los bronquios, causa que el diafragma permita la entrada de aire con mucha más dificultad y también provoca el clásico silbido del pecho, conocido como broncoespasmo. Los cuatro síntomas principales del asma son la tos, la falta de aire, la sensación de opresión en el pecho y el silbido, indica Arablin.

(Foto: Unsplash)

El asma me llevó al área de terapia intensiva en donde estuve intubada

Cuando regresó a México, Ivette desarrolló un cuadro de asma severo. Realizar las actividades de la vida cotidiana que alguna vez le resultaron sencillas, ahora implicaban una gran dificultad. “No podía hacer nada, caminar me costaba mucho trabajo”. 

En el país le realizaron muchos estudios a lo largo de varios años, hasta que un día, su cuerpo no resistió más e Ivette tuvo que ser ingresada al área de terapia intensiva en donde fue intubada. Los doctores pensaban que se trataba de una neumonía o de influenza, “yo les decía que tenía asma pero ellos no estaban convencidos”, narra. 

Por fin, obtuvo la valoración de un neumólogo, que es el especialista de las enfermedades del sistema respiratorio, quien confirmó el diagnóstico de asma y alertó de una función pulmonar muy reducida. 

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No todos los pacientes con asma se detectan

“Es un mito muy típico el que casi todos los pacientes que tienen asma se detectan y que a la mayor parte de los pacientes se les quita. Esto no es cierto, el asma se puede llegar a presentar en cualquier momento de la vida y hay muchos adultos que padecen asma”, explica el doctor. La frecuencia de asma en la población en general es aproximadamente 1 de cada 10 adultos, aunque la frecuencia podría ser mucho mayor dado que por la inespecificidad de los síntomas, es fácil no diagnosticarla, continúa.

Esto provoca que el paciente padezca la enfermedad por años antes de obtener un diagnóstico y en consecuencia, el tratamiento. En cambio, por sospechar que se trata de una enfermedad viral o bacteriana, se da un sobreuso de antibióticos, lo cual tiene sus propios riesgos, siendo la muerte por superbacterias la más peligrosa. 

Además, tomar la medicación incorrecta provoca que un futuro tratamiento para el asma se vuelva más complicado porque la inflamación crece más. Mientras que un tratamiento erróneo puede causar que, la enfermedad que se considera reversible, se vuelva irreversible hasta el grado de causar daño pulmonar y estar descontrolada. 

(Foto: Pexels)

¿Cómo distinguir el asma de enfermedades virales o alergias? 

El alergólogo explica que aunque los síntomas ya descritos son específicos del asma, otro aspecto que diferencia a la enfermedad de otras virales o bacterianas es la variabilidad de los síntomas. Los pacientes con asma pueden llegar a tener los síntomas en alguna temporada del año o incluso en un mismo día por la noche.

“De repente puede que el paciente tenga más síntomas por la noche y que sea como el coche descompuesto, le escuchas un ruidito hasta que lo llevas al mecánico y ya no sé escucha. Aquí lo mismo, de repente llegan las mamás y me dicen “en la noche (mi hijo) la pasó muy mal, se la pasó tosiendo y estaba con silbido”, pero ya cuando llegan en la mañana a lo mejor ya no tienen ningún síntoma.”

El especialista explica que esta variabilidad se llega a presentar en algunos pacientes. Es muy común que sea por temporadas o estaciones porque cambió la exposición a algún agente o incluso en el día se pueden tener varios síntomas que pueden variar a lo largo del tiempo.  

Los desencadenantes del asma de Ivette son las lluvias, los vientos fríos y el cambio de estaciones de invierno a primavera. “Es de ley que enero y febrero vaya al hospital”, dice. Los desvelos, el humo y sus alergias alimenticias al gluten, a la soya y los colorantes también le provocan ataques de asma.

 

(Foto proporcionada por Ivette Zacarías)

“Cuando era niña, acudía al hospital con mucha frecuencia”

Aunque Ivette ubica aquel momento de su adolescencia en el que no pudo realizar ejercicio con normalidad como la primera señal de su asma, también recuerda que cuando era pequeña acudía al hospital con mucha frecuencia por alergias. Además, su mamá padece dermatitis atópica al igual que ella.

El doctor Arablin indica que en promedio pasan de dos a cuatro años hasta un diagnostico formal. Tras pasar varios años sin uno, el neumólogo le informó a Ivette que ella padecía un tipo de asma conocido como asma severa persistente de difícil control de fenotipo TH2, es decir que tiene un componente alérgico.

Él mismo explica que existen varios tipos de asma. La que se ha descrito a lo largo del reportaje se conoce como inflamación tipo 2, que es la que se presenta a nivel bronquial pero también se puede llegar a presentar en otros lugares del cuerpo. También es común que existan enfermedades asociadas al asma, añade. 

La principal de ella es la rinitis alérgica, que se presenta con mucha congestión en la nariz, escurrimiento nasal, comezón en la nariz, sangrado, enrojecimiento en los ojos o comezón alérgica, síntomas que se conocen como conjuntivitis alérgica. El conjunto de ambas se conoce como rinoconjuntivitis alérgica. En otras personas se puede desarrollar dermatitis atópica, según explica. 

Además de la inflamación tipo 2, que es la más común, hay otros tipos de asma que se dan por diferentes causas entre las que pueden ser el pelo de algunos animales, el polvo, las plantas o árboles o la humedad. Puede ocurrir el asma alérgica, asma mixta, asma eosinofílica. También hay pocos pacientes que tienen asma inflamación tipo 2 baja y que puede ser causada por el tabaquismo, la obesidad o problemas relacionados con la contaminación, dice el doctor. 

(Foto: Scientific Animations, Signs and symptoms of AsthmaCC BY-SA 4.0)

¿Quién puede tener asma?

El especialista indica que la enfermedad se puede presentar en cualquier persona, pero especialmente en aquellas con sistemas inmunes débiles. Esto se puede deber a que las personas desde muy pequeñas se enfrentan a factores decisivos para un mal desarrollo de sus defensas que puedan favorecer el asma. Por ejemplo el hecho de nacer por cesárea, y no por el canal vaginal, se evita el contacto con bacterias que estimulan y activan al sistema inmune. 

La lactancia materna también tiene que ver con la prevención del probable desarrollo del asma en el futuro, ya que ésta tiene propiedades que favorecen al sistema inmune y que ninguna fórmula láctea la ha podido igualar. 

La disposición genética puede jugar un rol en la aparición del asma, ya que si los padres tuvieron asma, es más probable que los hijos la desarrollen. Asimismo juega un rol clave el ambiente en el que se desenvolvió el infante, ya sea sobreprotegido o no, aspecto estudiado por la teoría de la higiene en la que estar en contacto con patógenos puede estimular y ayudar al sistema inmune, explica el doctor Arablin.

(Foto proporcionada por Ivette Zacarías)

¿El asma tiene cura?

Tras varios años, el asma de Ivette todavía no está bajo control. Para ella es difícil realizar actividades cotidianas que otras personas realizan en piloto automático. Caminar es cansado, el ejercicio está descartado por completo.

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El alergólogo indica que la mayor parte de los pacientes con asma van a responder bien a los tratamientos con inhaladores, que normalmente son esteroides inhalados y a veces puede haber broncodilatadores inhalados que funcionan en hasta un 85% de los pacientes. Sin embargo, entre un 5 a un 10% de los pacientes, a pesar de que se usan dosis altas de los medicamentos inhalados, no terminan de controlarse por completo. 

Ese porcentaje de pacientes son diagnosticados con un asma grave, ya que a pesar de usar inhalador, tener una rinitis controlada, eliminar el sobrepeso y el tabaco continúan con mucha inflamación, por lo que deben ser remitidos a otros especialistas como el alergólogo o el neumólogo para que se haga un nuevo abordaje en el que se puede dar un tratamiento personalizado que sí puede conseguir el control de la enfermedad. 

Este es el caso de Ivette, que inclusive ahora se encuentra en la etapa 5 del tratamiento del asma, en el que se le indica un medicamento biológico, es decir un anticuerpo. Su rutina diaria involucra 10 medicamentos diferentes con dosis muy controladas y que debe seguir al pie de la letra. Cualquier omisión y podría tener un ataque de asma.

Si un paciente tiene un asma no controlada, las complicaciones pueden llevarlo a la sala de urgencias y pueden requerir desde una nebulización, ingresar a terapia intensiva o incluso necesitar ventilador para poder respirar, de acuerdo con el doctor Said. A estos casos se les conoce como asma de riesgo fatal o crisis graves de asma en los que el paciente puede morir. Según el especialista, en 2017 hubo un estimado en el que 6.5 de cada 100 mil muertes relacionadas con enfermedades respiratorias eran por asma. 

(Foto proporcionada por Ivette Zacarías)

¿Qué tan grave es el asma?

El asma es una enfermedad que conlleva una importante carga en la calidad de vida porque el paciente no puede respirar, dice el doctor. La diferencia con otras enfermedades en donde a lo mejor pasan como muy silentes, es que con el asma, de no estar bien controlada, no permite la respiración y “esa incapacidad de respirar te lleva a que no puedas vivir bien”.

Pero no solo los síntomas físicos son los que dificultan la vida de un paciente con asma severa como Ivette. Ella explica que tiene que cargar consigo a cualquier lugar al que vaya una pequeña mochila con medicamentos, inyecciones de adrenalina y un nebulizador, un kit esencial en caso de una emergencia, ya que la enfermedad puede provocar que se detenga el flujo de aire a los pulmones.

 Dentro de las indicaciones que tiene que llevar a cabo como parte de su rutina habitual es el uso de cubrebocas, que lo hacía desde antes del covid-19, mantener una higiene muy estricta, usar ropa de cama hipoalergénica y lavarla diario, no fumar ni exponerse a humo de cigarro, no ir a fogatas, no tener cambios de temperatura bruscos y no tener mascotas.

Ivette expresa con malestar que el asma le provoca llevar una vida muy sedentaria y que no ha subido de peso porque cuando estuvo en el área de cuidados intensivos perdió 15 kilos de peso que todavía está tratando de recuperar. Su dieta incluye muchos suplementos alimenticios para ayudarla a tener nutrientes. 

Pero también los mismos medicamentos que la deben hacer mejorar podrían significar un deterioro físico en un futuro. Los tratamientos que toma podrían ayudarla a controlar su asma pero al mismo tiempo provocarle otros problemas de salud. La lista de efectos secundarios de tomar medicamentos esteroides, que son la “piedra angular” de los pacientes con asma, como dice Ivette, incluyen la diabetes, la osteoporosis, daño renal, daño hepático, hipertensión, o glaucoma.

(Foto: Unsplash)

¿Por qué se celebra el Día Mundial del Asma?

En la perspectiva de la paciente Ivette, quien hoy estudia medicina, es importante hablar del asma porque hay mucha falta de información sobre la enfermedad. 

{"field1":"Está muy subestimada, escuchan la palabra asma y dicen “ah, es una gripa","field2":"Ivette Zacarías"}

{"field1":"Me han hecho mucho bullying porque las personas dicen que exagero mis síntomas o que solo lo hago para llamar la atención y que el asma no es la gran cosa","field2":"Ivette Zacarías"}
 

Por eso, Ivette creó un grupo de apoyo en Facebook llamado “Grupo de apoyo para asmáticos”, en el que personas de cualquier lugar, aunque mayoritariamente de Latinoamérica, pueden resolver sus dudas sobre la enfermedad. Incluso llegan a existir donaciones de medicamentos.

“Si conocen a alguien asmático no lo hagan menos o no lo menosprecien, generalmente un asmático se conoce a sí mismo y sabe cómo manejar sus crisis. Muchas personas se asustan mucho pero solo necesitamos espacio y tiempo”, dice Ivette.

Por su parte, la perspectiva del doctor Said Arablin acerca de la enfermedad es que el asma puede tener una vida plena y una vida normal. El punto es poder identificar a tiempo y tener una adecuada adherencia al tratamiento, tener una buena comunicación médico- paciente y que el paciente entienda que el asma es una enfermedad crónica que probablemente no se va a curar pero que sí se puede controlar.

Es una enfermedad que puede llegar a ser mortal, dice el alergólogo y por eso se tienen fechas como el Día Mundial del Asma, porque es una enfermedad crónica de la que tenemos que hablar, porque nadie debería fallecer a causa de este padecimiento, añade el doctor. Tenemos que alcanzarlos para poderlos controlar en etapas tempranas y evitar que lleguen a complicaciones más graves. 

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