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¿Tu personalidad puede cambiar cuando bebes alcohol?

Eres un borracho divertido o uno miserable

Escrito en FAMILIA el
Estas en una fiesta, tomando mojitos y de pronto te das cuenta que todo el alcohol que tenían las bebidas está haciendo efecto en todo tu cuerpo, tu cabeza da vueltas, te sientes ligero y parece que todos se mueven más lento. ¿Qué tipo de comportamiento tienes? ¿Te conviertes en el bufón de la fiesta o eres el mala copa?

Un nuevo estudio encuentra que cualquiera de los dos conductas no es buena y sostiene que contrario a lo que se piensa, las personalidades no cambien tanto cuando se bebe alcohol.

No es tu personalidad, es tu percepción


Investigadores de la Universidad de Missouri en St. Louis pidieron a terceros que observaran a grupos de tres o cuatro personas participar en juegos, durante los cuales algunos bebieron refresco y otros cocteles de vodka. Para los observadores, la personalidad de los fiesteros no se alteró de forma notable cuando estaban bajo la influencia del alcohol, aunque los bebedores habían predicho que sí se alterarían.

La investigadora líder, Rachel Winograd, especialista en psicología del Instituto de Salud Mental de la Universidad de Missouri, comentó que no les sorprendió encontrar diferentes opiniones, entre las percepciones de los bebedores de su personalidad normal, inducidas por el alcohol y la forma en que los observadores lo percibieron.

Las investigaciones


En este mismo estudio, los miembros de su equipo realizaron un experimento de laboratorio en el que evaluaron cinco rasgos importantes de las personalidades en 156 personas, primero cuando estaban sobrias y luego cuando estaban pasadas de copas. Tras beber alcohol, las personas dijeron que sentían que tenían unos niveles más bajos de rasgos como la meticulosidad, la apertura a la experiencia y amabilidad y unos niveles más altos de extroversión y estabilidad emocional.

Pero entre los que los observaban y calificaban esos rasgos, las únicas diferencias notables fueron en la extroversión. Específicamente, el consumo de alcohol resultó en unos niveles más altos de gregarismo, asertividad y actividad, según el equipo de Winograd.

El alcohol en tu cuerpo



  • En tu cerebro: El alcohol inhibe las funciones de la región frontal, por lo que disminuye la memoria, la capacidad de concentración y el autocontrol.

  • En tu hígado: Los efectos son náuseas, vómitos y dolor.

  • En tu riñón: Elimina más agua de la que ingiere y provoca que el organismo la busque en otros órganos.

  • En el estómago: El alcohol aumenta las secreciones ricas en ácidos y mejora la digestión, pero cuando se bebe en exceso causa erosiones en la mucosa del estómago producidas por el etanol.

  • En tu piel: El alcohol aumenta el flujo de sangre, por lo que presenta más sudoración

  • En tus pulmones: Acelera la respiración, si el alcohol circulante es demasiado detendrá la respiración.

  • En tu corazón: Provocan aumento en la actividad cardiaca y aceleran tu pulso. Cuando el alcohol llega a la sangre, se produce una disminución de los azúcares presentes en la circulación, provocando una sensación de debilidad y agotamiento.