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Tipo de alimentación determinaría inteligencia

Rendimiento mental y comportamiento dependen del tipo de dieta que se lleva en embarazo y durante los primeros años de vida.

Escrito en FAMILIA el
El tipo de dieta que se lleva, si tiene un efecto en el rendimiento mental de un niño, señala estudio europeo llamado NUTRIMENTHE que encabeza la Dra. Cristina Campoy de la Universidad de Granada, España.
 
De acuerdo con la investigación, que aún está en curso y que se realiza desde 2008, desde la gestación y especialmente en los primeros años de vida, la alimentación podría determinar el comportamiento y el rendimiento mental de una persona.
 
Más de 17 mil madres y 18 mil niños de diferentes regiones de Europa, participan en diferentes estudios epidemiológicos, de intervención y nutricionales.
 
Con estos datos, analizaron el efecto que ejercen a largo plazo, en el desarrollo emocional y de conducta de los niños, desde el nacimiento y hasta los 9 años, el consumo de proteínas, ácidos grasos omega-3, la vitamina B o el ácido fólico, así como micronutrientes como el hierro o el yodo, además de la leche materna.
 
El estudio tiene dos objetivos: establecer recomendaciones de dieta para la población europea en relación a determinados nutrientes, como los ácidos grasos omega-3, ácido fólico y yodo.
 
El otro propósito, es mejorar la información que llega al público y consumidores, padres, maestros y a la misma industria sobre el desarrollo de recomendaciones saludables acerca de cómo la dieta influye en el desarrollo cognitivo y en el comportamiento en los niños.
 
Hasta ahora, la investigación ha demostrado que la ingesta de ácido fólico, recomendada en Europa durante los tres primeros meses de embarazo, puede reducir la probabilidad de desarrollar problemas de comportamiento durante la niñez.
 
También se comprobó que comer pescado también es beneficioso, no solo por los ácidos grasos omega-3 que sirven de cimiento para las células cerebrales, sino también por su contenido en yodo, que ha demostrado tener un efecto positivo sobre la habilidad para la lectura en los niños evaluados a los nueve años de edad.
 
Campoy, la investigadores española que encabeza el proyecto señala la importancia de que se hagan investigaciones más largas para conocer la influencia real de la nutrición en los primeros años de vida.
 
Otros factores que pueden afectar al desarrollo mental de los niños, como la edad de los padres o su nivel educativo y socio-económico, y también, como se ha demostrado en el Proyecto NUTRIMENTHE, la base genética de la madre e hijo.
 
Asesorar a los padres, explica Cristina Campoy, es fundamental para promover la importancia de tener una buena nutrición durante el embarazo y en los primeros años de vida del niño, incluyendo la lactancia materna, si es posible, ya que puede tener un efecto positivo en la salud mental y el rendimiento académico durante la infancia.

Sin embargo, en el caso de la genética, los estudios futuros deben incluir una investigación más profunda sobre la variación genética en las madres y los niños, a fin de que se pueda hacer un asesoramiento óptimo e individualizado. (Con información de europapress)