Durante los primeros meses de la emergencia sanitaria, la tasa de mortalidad del covid per cápita para los estadounidenses de raza negra eran casi el doble que la tasa blanca y más del doble que la tasa asiática, pero ahora las cosas son diferentes.
Según los datos más recientes de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), en 2021 la tasa de mortalidad por coronavirus para los estadounidenses blancos fue un 14% más elevada que la tasa de los estadounidenses negros y un 72% más alta que la tasa de los latinos. ¿A qué se debe esto?
Mortalidad del covid se ha invertido: ¿Por qué?
Uno de los factores es la falta de movilización de las vacunas en la población blanca. El New York Times indica que desde el 2021 la proporción de norteamericanos blancos que recibieron una vacuna contra el coronavirus apenas se ha movido desde el verano pasado.
Tanto la política como las campañas han tenido que ver en esto. Durante la investigación se encontró que solo alrededor del 60% de los adultos republicanos están vacunados, en comparación con alrededor del 75% de los independientes y más del 90% de los demócratas.
Los CDC apuntan que de mayo a junio de 2022, se ha presentado un promedio diario de 104,511 casos y 291 decesos cada 24 horas; en las hospitalizaciones se tiene un promedio de 4069 diarias.
De acuerdo con encuestas de Kaiser Family Foundation, se ha registrado un rápido aumento de la vacunación entre latinoamericanos y negros desde el 2021 y hoy la tasa de vacunación en estos dos grupos es ligeramente más alta que la de los estadounidenses blancos.
Pero un problema que se ha presentado es la manera en la que se distribuye la información. Se pudo ver que, en comunidades blancas muy conservadoras, los líderes no explicaron tanto los beneficios de la vacuna, y los riesgos de la enfermedad, como los líderes en las comunidades negras y latinas.
Por su parte, muchas figuras conservadoras de los medios, políticos, miembros del clero y otros amplificaron información falsa o engañosa sobre las inyecciones. Millones de norteamericanos, a su vez, optaron por no recibir una vacuna que les salve la vida.
Esto puede explicar el cambio en la tasa de mortalidad del covid durante 2022.