Las amenazas y acciones de las bandas de narcotráfico no detendrán los programas de rehabilitación de personas con adicciones realizados por la Secretaría de Salud, aseveró el titular del ramo José Angel Córdova Villalobos.
“No vamos a vivir sujetos a las amenazas, todo mundo estamos haciendo nuestro trabajo, sabemos que en un momento dado puede peligrar nuestra integridad, pero finalmente lo tenemos que hacer porque somos más los que estamos a favor de limpiar esto, de cambiar lo que se está viendo”.
El funcionario desistió dar marcha atrás, ante los logros en materia de combate a la drogadicción.
“La parte más compleja es la parte de tratamiento para el adicto crónico, en donde estamos hablando de 450 mil personas. Centros de Integración Juvenil lo hace, hay casi dos mil centros privados, tenemos que seguirlos apoyando pero hay que apostarle más a la prevención”, subrayó el funcionario al ser entrevistado respecto a los recientes hechos violentos registrados en clínicas de rehabilitación de Ciudad Juárez, Chihuahua.
Destacó la voluntad del personal médico y de enfermeras para continuar con el compromiso de combate a la drogadicción.
“Se triplicaron las expectativas de los procedimientos de detección que habíamos planteado para los Centros Nueva Vida en Ciudad Juárez, los primeros 100 días. La verdad las psicólogas, los médicos están comprometidos,están yendo, están haciendo los estudios, las familias están muy integradas (…) la gente quiere que se resuelva el problema, quieren evitar que sus hijos caigan en esta situación”.
Lo anterior no obstante, sostuvo, que algunos médicos tuvieron problemas, los cuales se solucionaron, una de las acciones realizadas es reforzar la seguridad de los Centros Nueva Vida, con la colocación de vallas y con mayor vigilancia policial, pero “salud no es un tema que genere violencia, al contrario, salud es un tema social, de cohesión, de solidaridad, de apoyo, que incluso aquellos que están metidos en estas actividades delincuenciales lo entienden, pero entre ellos hay rencillas que no podemos evitar", afirmó el funcionario.
De igual forma descartó la posibilidad de que las agresiones de la delincuencia organizada en los centros de rehabilitación ahuyenten a los jóvenes, “porque los chicos, precisamente ellos, se curan con tratamientos breves, no con hospitalización, los que ya son adictos crónicos sí es más complicado desde muchos puntos de vista y es ahí donde está sucediendo esto”.
La labor de los Centros Nueva Vida responsabilidad de la Secretaría de Salud es propiamente de prevención, en cuanto a la rehabilitación, este servicio es subrogado a organizaciones e instituciones sociales privadas cuidándose que se cumplan con todas las garantías, pero en estas recae la seguridad de los pacientes que se atienden en las mismas.
Sin embargo, reconoció Córdova Villalobos, la situación es compleja: “Lo han dicho los procuradores, los problemas son venganzas entre grupos, entonces esa parte es muy difícil controlarla (…) los centros ya existen, se han vigilado, se han solicitado los estándares, pero evidentemente que esas situaciones son inevitables, desde cierto punto de vista, necesitaría haber realmente un control de la gente que se admita ahí, que de cualquier manera va a ser muy problemática”.
Agregó que no es posible pretender detectar cuando un paciente tiene problemas con grupos delictivos: “Estas situaciones son inevitables, cómo va usted a saber si alguien que es adicto, que requiere un tratamiento, solicita el tratamiento, pues ni modo de no admitirlo”.
Pese a este y otros problemas, Córdova Villalobos insistió en que se deben de reforzar las estrategias contra las adicciones: “El gobierno le está apostando a la prevención por diferentes razones, lo que tenemos que hacer es contener la gente que está entrando a las adicciones, y lo otro son situaciones que a lo mejor se acaba la guerra entre las mismas bandas, pues va a ser muy complicado”.