Antes de que la selección mexicana de futbol se viera afectada por el doping positivo de cinco jugadores con clembuterol durante su participación en la Copa de Oro 2011, en julio de 2010 la escena del deporte internacional conoció las posibilidades de esta sustancia como anabólico, cuando el ciclista español Alberto Contador dio positivo por clembuterol tras su participación en el Tour de Francia.
No obstante, Contador argumentó en agosto del mismo año que el resultado habría sido tal debido a que comió carne contaminada con clembuterol, mismo argumento que se ha esgrimido desde las entrañas de la Federación Mexicana de Futbol respecto a los seleccionados.
Sin embargo, alrededor del clembuterol existen diversas opiniones, ya que mientras en algunos países es permitida su utilización como medicamento para enfermedades respiratorias y como descongestionante, en Inglaterra y Estados Unidos es una sustancia prohibida, sobre todo porque se le relaciona con problemas cardiovasculares y sus efectos colaterales a largo plazo.
En México su venta está permitida en forma de solución o tabletas para eliminar las flemas, siempre en combinación con otros fármacos.
Su presencia en el deporte no es bien vista, ya que algunos de los máximos organismos deportivos lo consideran un anabólico, una sustancia dopante, que los deportistas utilizan para aumentar su masa muscular e incrementar el consumo de calorías, ya que la sustancia aumenta la temperatura corporal basal.
Misma razón por las que esta sustancia se utiliza en la industria alimenticia, ya que está comprobado que el clembuterol aumenta la masa muscular del ganado vacuno, así como ayuda a disminuir el tejido graso.
Las consecuencias de la ingesta de clembuterol son:
- Dolores de cabeza
- Temblores musculares (sobre todo en las manos)
- Calambres
- Nerviosismo
- Insomnio
- Sudores
- Aumento del apetito
- Náuseas
- Palpitaciones
- Hipertensión