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¿Puede la pandemia causar un incremento en suicidios?

La pérdida de empleos y la soledad causada por el distanciamiento social podrían causar un aumento en el número de suicidios

Escrito en ESPECIALIDADES el

La pandemia de covid-19 ha causado serios cambios en la forma de vida a la que estábamos acostumbrados. En México, se han perdido más de un millón de trabajos desde el inicio de la cuarentena, en marzo de este año. La cifra a nivel mundial es de 400 millones de personas desempleadas a causa de la pandemia. Se considera que este factor ha tenido como consecuencia un deterioro en la salud mental de las personas, con varias considerando el suicidio.

La revista The Economist publicó un artículo explicando las conecciones entre una pandemia y el suicidio. Establece que además de las pérdidas de empleo, la covid-19 ha tenido efectos en la vida social de las personas. Las cuarentenas y otros tipos de distanciamiento social han incrementado la soledad y la depresión para muchos.

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de América (CDC) llevaron a cabo una encuesta en agosto de este año. Encontraron que uno de cada 10 de los 5 mil 400 estadounidenses encuestados había considerado seriamente el suicidio en el mes anterior al estudio. Esto equivale aproximadamente al doble de los que habían pensado en quitarse la vida en el 2018. En el caso de los adultos jóvenes, de 18 a 24 años de edad, la proporción es preocupante, con uno de cada cuatro considerando el suicidio.

Un estudio realizado por la revista médica The Lancet compara un aumento del 1% en el desempleo con un aumento del 0.79% en el número de suicidios en Europa y un aumento del 0.99% en Estados Unidos, en “donde las prestaciones por desempleo han sido a menudo menos generosas y las armas están fácilmente disponibles,” expone The Economist.

También a lo largo de la historia se pueden ver los vínculos entre las pandemias y el suicidio. La gripe española de 1918 coincidió con un aumento de casi un tercio de los suicidios en Europa, mientras que el brote de SARS de 2003 coincidió con un aumento similar de suicidios entre las personas mayores de Hong Kong.

Sin embargo The Economist explica que es muy temprano para saber si las personas verdaderamente están actuando según estos pensamientos: “casi todos los países publican las estadísticas de suicidio con un retraso de uno o dos años; y en los últimos años, el suicidio ha ido disminuyendo en la mayoría, con Estados Unidos como una notable excepción”. A pesar de esto, “los expertos tienen razones para temer lo peor”.

Foto: pickpik

Se cree que los jóvenes son el grupo que puede ser más vulnerable: “su perspectiva puede incluso empeorar por el tiempo extra que la pandemia ha hecho que muchos pasen con los medios de comunicación social y las pantallas en general”. Los CDC explican que las redes sociales pueden contribuir al bullying y a bajas en la autoestima de los jóvenes.

A pesar de esto, hay razones para ser optimistas. The Economist argumenta que cada vez hay más gobiernos invirtiendo recursos en la disminución de trastornos sociales y económicos. De igual manera, cada vez más empresas ofrecen a sus empleados asesoramiento en caso de crisis. Explican: “En términos generales, la prevención comienza con una idea del riesgo, y la alarma ha sonado”.