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Prueban las primeras vacunas en humanos contra el COVID-19

Dicha inyección no puede causar el covid-19 pero contiene un código genético inofensivo copiado del virus que causa la enfermedad

Escrito en ESPECIALIDADES el

Ya se empezaron a probar en personas las primeras vacunas contra el nuevo coronavirus. El que la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo considerara como una pandemia y que cada día se presenten nuevos casos en distintas partes del mundo hizo que científicos de la ciudad de Seattle comenzaran este lunes a ensayar con las nuevas inyecciones contra el COVID-19.

Si lo pensamos no es algo tan descabellado. Se trata de un procedimiento que por muchos años ha demostrado ser eficaz. Las vacunas están formadas por una versión muerta, debilitada o parcial de un patógeno. Cuando un ser vivo recibe una, la versión del patógeno que contiene la vacuna no es lo suficientemente fuerte o abundante como para enfermar a dicha persona, pero será suficiente para que su sistema inmunológico genere anticuerpos contra del patógeno y, como resultado, el paciente obtendrá inmunidad futura contra la enfermedad sin haberse enfermado.

La OMS define las vacunas como: “Cualquier preparación destinada a generar inmunidad contra una enfermedad estimulando la producción de anticuerpos. Puede tratarse, por ejemplo, de una suspensión de microorganismos muertos o atenuados, o de productos o derivados de microorganismos. El método más habitual para administrar las vacunas es la inyección, aunque algunas se administran con un vaporizador nasal u oral”.


Foto: flickr.com

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¿Está lista la vacuna vs el COVID-19?

Hay que recordar que los coronavirus ya causaron dos epidemias recientes: el Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SARS) en China entre 2002 y 2004 y el Síndrome Respiratorio de Medio Oriente (MERS), que inició en 2012 en Arabia Saudita. En los dos casos se utilizaron vacunas que luego se guardaron cuando se contuvieron los brotes.

En el caso del Sars-CoV-2 (como también se le conoce al COVID-19), este comparte entre 80% y 90% de su material genético con el virus que causó SARS, por lo que de ahí viene su nombre. Ambos consisten en una tira de ácido ribonucleico (ARN) dentro de una cápsula de proteína esférica que está cubierta de espigas. Y es ahí donde trabajaría la nueva medicina, pues “Incluye un segmento corto de ARN mensajero que se produce en un laboratorio”, explican los autores.

“Se elabora mediante un nuevo proceso que es mucho más rápido que los métodos más antiguos de fabricación de vacunas. No contiene ninguna parte del coronavirus real y no puede causar infección. En cambio, incluye un segmento corto de ARN mensajero que se produce en un laboratorio”, se puede leer en la página about.kaiserpermanente.org.

La primera prueba o “prueba inicial” involucró a 45 personas voluntarias que fungieron como participantes y es el inicio de un proceso de tres fases que resultan determinantes para saber si una vacuna funciona o no. El 16 de marzo de 2020 se administró la primera inyección de la vacuna en investigación para el nuevo coronavirus 2019, SARS-CoV-2, a los voluntarios.

Sin embargo, es importante resaltar que no se puede jugar con algo tan importante como la salud, por lo que los científicos resaltan que el proceso debe seguirse al pie de la letra.


“En esta primera fase, los investigadores de KPWHRI están probando la seguridad de varias dosis y si estas dosis producen una respuesta inmune. Los ensayos de fase I no están diseñados para determinar si la vacuna es efectiva para prevenir la infección por coronavirus. Ese trabajo llega en una fase posterior de la investigación de vacunas”, informa el Kaiser Permanente Washington Health Research Institute.


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Actualmente se tienen más de 80 casos confirmados en nuestro país y hay más de 170 sospechosos, por lo que habrá que esperar a ver la efectividad de dicha vacuna para que se empiece a distribuír y la gente pueda protegerse de la infección... o curarse si es que ya la padece.


Con información de historyofvaccines.org, who.int, bbc.com, theguardian.com, about.kaiserpermanente.org