La diabetes es una enfermedad que modifica la vida de quienes la padecen, especialmente en la sexualidad. Por ello, te damos a conocer los problemas sexuales más comunes en mujeres con diabetes.
Muchas mujeres con diabetes sufren problemas sexuales, de hecho, un estudio reveló que el 27% de las mujeres diabéticas presenta algún tipo de disfunción sexual.
Problemas sexuales en mujeres con diabetes
De acuerdo al National Institute of Diabetes and Digestive and Kidney Diseases, los problemas sexuales más comunes en mujeres con diabetes pueden incluir los siguientes:
1. Poca lubricación vaginal
La lubricación vaginal ocurre durante la fase de excitación, que es el momento en que la vagina se expande y se prepara para la penetración.
Cuando no hay lubricación, comienza la resequedad vaginal y las relaciones sexuales son dolorosas.
La solución a este problema son los lubricantes vaginales a base de agua, los de aceite no se recomiendan porque pueden romper el condón y favorecer las infecciones.
2. Problemas para alcanzar el orgasmo
Las mujeres con diabetes pueden tener una respuesta sexual disminuida o ausente, incapacidad de alcanzar la excitación o mantenerla, poca o nula sensibilidad en el área genital y problemas para tener un orgasmo.
En ese caso, lo ideal es intentar con la estimulación directa del clítoris, ya sea con la mano o con un vibrador.
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Otras técnicas efectivas son probar nuevas posiciones sexuales y practicar los ejercicios de Kegel para fortalecer los músculos y mejorar la respuesta sexual.
La terapia psicológica también es importante, especialmente cuando hay niveles altos de estrés y ansiedad por la enfermedad.
3. Infecciones vaginales
Las mujeres con diabetes son más propensas a presentar infecciones vaginales por los cambios constantes de glucosa.
Tener altos los niveles de glucosa en sangre favorece las infecciones, lo que causa incomodidad y hace que se evite el acto sexual.
Causas de los problemas sexuales
Las principales causas de los problemas sexuales en las mujeres con diabetes, incluyen el daño de los nervios, la disminución del flujo sanguíneo a los tejidos genitales y vaginales.
Los cambios hormonales también contribuyen a los problemas sexuales.
Otras posibles causas incluyen algunos medicamentos, abuso en el consumo de alcohol, tabaquismo y problemas psicológicos como ansiedad o depresión.
Las infecciones ginecológicas y otras afecciones relacionadas con el embarazo o la menopausia, también son un factor de riesgo.
Lo más importante para evitar estas complicaciones es mantener bajo control los niveles de glucosa y consultar al médico ante cualquier complicación.