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Problemas cardiacos son principal causa de muerte en México y el mundo

Hoy 29 de septiembre se celebra el Día Mundial del Corazón. Más del 70% de la población adulta vive con al menos un factor de riesgo cardiovascular.

Escrito en ESPECIALIDADES el

Laura nunca supo que tuvo un infarto. Recuerda haber sentido un dolor en el brazo izquierdo que más bien parecía un “piquete” luego de recibir la noticia de que su hijo sería encarcelado por segunda ocasión.

“Recuerdo que fue cuando me avisaron de que volverían a encerrar a Antonio, tenía dos meses que había salido del reclusorio y volvían a meterlo; solamente lloré bajito y comenzó a dolerme el brazo, más bien era como un piquete, también sentí que la cara se me dormía”.

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Los problemas cardiacos son la principal causa de muerte en México y en el mundo 

De acuerdo con la Secretaría de Salud (Ssa) México tiene una tasa alta de mortalidad hospitalaria por infarto agudo al miocardio.

“En México las enfermedades del corazón ocupan el primer lugar de mortalidad; uno de cada cuatro pacientes con enfermedades cardiovasculares (ECV) fallece por infarto agudo al miocardio (IAM)”.
 

Sumado a lo anterior, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), estima que el 70.3 por ciento de la población adulta vive con al menos un factor de riesgo cardiovascular. Y de acuerdo con el presidente de la Sociedad Mexicana de Cardiología, el doctor Marco Antonio Alcocer Gamba, tenemos tres veces más mortalidad que en los países donde se atiende bien este tipo de afección porque el diagnóstico es tardío.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las enfermedades cardiovasculares (ECV) son un problema grave de salud pública por ser la primera causa de muerte en el mundo; los infartos al miocardio y los accidentes cerebrovasculares cobran más de 17 millones de vidas al año:

“Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de defunción en todo el mundo. Cada año mueren más personas por alguna de estas enfermedades que por cualquier otra causa”.
 

Además de lo anterior, los datos también muestran que las enfermedades cardiovasculares afectan en mucha mayor medida a los países de ingresos bajos y medios:

“Más del 80% de las defunciones por esta causa se producen en esos países y afectan casi por igual a hombres y mujeres”.

Desde el año 2000, la Federación Mundial del Corazón, con apoyo de la OMS y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) designaron el 29 de septiembre como el Día Mundial del Corazón, un día que busca la creación y promoción de entornos favorables para la salud cardíaca a fin de lograr que las personas sean capaces de tomar decisiones saludables para el bienestar de su corazón.

Primera causa de muerte en México y el mundo

En entrevista con Sumédico, el doctor Marco Antonio Alcocer Gamba, presidente de la Sociedad Mexicana de Cardiología, señala que la enfermedad del corazón sigue siendo primera causa de muerte en México.

“La mayor parte de veces lo que mata a nuestra población es el infarto agudo al miocardio y este se produce cuando se tapan las arterias coronarias que son las que alimentan al corazón y que desafortunadamente al taparse dejan sin recibir sangre una parte del corazón y por consecuencia de nutrientes, de oxígeno y esto es lo que hace que se muera un tejido”.
 

El doctor dice que al decir “infarto” es porque se murió una parte del órgano.

Y advierte la gravedad de las enfermedades cardiovasculares en el contexto actual de pandemia de covid-19:

“Y ahora con la pandemia de covid-19 al menos el 40 a 50 por ciento de los pacientes graves de covid están precisamente relacionados también con daño al corazón, es decir, muchas de las muertes por covid no pueden ser separadas de enfermedades cardiovasculares porque muchos desenlaces fatales son por arritmias mortales, terrible inflamación en el corazón o por la formación de coágulos en el corazón o en los pulmones, que lleva a la muerte”.

Laura pensó que no viviría para contarlo

Laura se enteró de la noticia de que su único hijo sería encarcelado y a partir de esa noticia sintió dificultad para respirar, mareos constantes y estuvo cerca de caer por las escaleras del metro Normal.

 

“Caminaba lento y me ayudaba del barandal. Un día sentí un cansancio muy fuerte y mareo; todo me dio vueltas y resbalé. Afortunadamente un joven me sostuvo fuerte y no rodé hasta el suelo, yo sabía que algo andaba mal, pero pensé que se trataba de ansiedad, estrés o que ya no dormía desde que Antonio no estaba conmigo. Pensé que ya no viviría para contarlo”.

¿Qué son las enfermedades cardiovasculares?

La OMS define a las enfermedades cardiovasculares como el conjunto de trastornos del corazón y de los vasos sanguíneos que se clasifican en:

-Hipertensión arterial (presión alta)

- Cardiopatía coronaria (infarto de miocardio)

- Enfermedad cerebrovascular (apoplejía)

- Cardiopatía reumática

- Enfermedad vascular periférica

- Cardiopatía congénita

- Insuficiencia cardíaca

- Miocardiopatías.

Infarto agudo al miocardio: el mayor peligro

Luego de días complicados, noches sin dormir, sudores nocturnos y preocupaciones en la cabeza, Laura recuerda haber estado comprando cosas en el mercado para preparar la comida que llevaría para la visita que le haría a su hijo Antonio cuando una comadre le dijo que la veía mal:

“Me dijo que me veía pálida y me sugirió ir a visitar a su hijo que tiene un pequeño consultorio en la colonia. Fui y pues me diagnosticó de todo, presión alta, azúcar alta, obesidad, depresión; todo tenía y entonces me mandó a hacer unos estudios al Seguro Popular. Seis meses después por un electrocardiograma me enteré de que había tenido ya dos infartos y yo ni en cuenta”.
 

El doctor Alcocer Gamba explica que en México desde hace unos años se ha reportado que la mortalidad global del infarto es de uno de cada cuatro, es decir, tenemos cerca del 26% de letalidad por infarto agudo de miocardio.

“Estamos teniendo prácticamente cinco veces más mortalidad que los países que tratan idealmente el infarto; si tomamos una media de lo que está pasando en muchos países del mundo, por lo menos estamos teniendo tres veces más mortalidad”.
 

Lo anterior, explica el doctor, ocurre porque se atiende de forma más tardía a los enfermos.

“Nos falta educar a los pacientes que tienen dolor, nos falta que la sociedad y la comunidad sepa la trascendencia de que si alguien tiene un dolor en el pecho debe acudir lo más rápido posible a solicitar una ambulancia al 911, ir a un centro de valoración como los hospitales, ¿cuál es el mejor hospital? pues el que quede más cerca”.
 

También hace énfasis en que la mejor manera de que una persona que ha sufrido un infarto llegue a un hospital no es por sus propios medios pues se requiere de una ambulancia que brinde atención prehospitalaria:

“Cuando alguien tiene un infarto, se tiene que destapar la arteria del corazón, el tratamiento puede ser por dos mecanismos: uno con medicinas como fármacos que ayuden a disolver el coágulo que se formó en la arteria; o, bien, el tratamiento que se considera ideal tanto en México como en el mundo es un procedimiento que se llama de cateterismo, es decir, se destapa la arteria mecánicamente”.

La cruda realidad de los pacientes mexicanos que sufren infarto

La realidad en nuestro país es que no todos los pacientes pueden acceder de forma inmediata al cateterismo:

“De ahí la recomendación de que cuando no se tiene acceso a este tratamiento en menos de dos horas se debe ofrecer medicamento trombolítico, siempre y cuando sea muy cuidadosamente determinada la indicación y contraindicaciones para administrar este medicamento por parte de especialistas en salud”.
 

El doctor aclara que, pese a que los cardiólogos son los expertos, se apoyan con otros médicos que atienden en el primer contacto a los enfermos, como pueden ser médicos de urgencias, médicos internistas, intensivistas y en algunos lugares, los médicos generales que se han capacitado para dichas intervenciones.

¿Cómo se siente el dolor de un infarto?

Al enfrentarse al pasado y ahora con conocimiento del riesgo que tuvo y el diagnóstico tardío, ahora Laura vive con miedo:

“Es que no duele, no, no te duele, es raro. No podría identificar si de nuevo me da un infarto, es muy complicado saber cuándo te da o cómo se siente. Yo no supe; creo recordar la segunda ocasión, pero ni me dolió, más bien fue un hormigueo en el brazo y ya, creo que fue esa vez, ahora me da miedo de quedarme tirada un día en la calle”.
 

Alcocer refiere que el tema central y característico que ocurre en dos de cada tres personas es un dolor en el pecho:

“Quizá una primera característica es que es un dolor que nunca había percibido la persona, asumiendo que se trata de una persona que nunca ha tenido problemas de corazón. El tradicional dolor, es un dolor en el pecho de tipo opresivo”.

¿Opresión o dolor en el pecho?

Algo que también recuerda el doctor, es que, con frecuencia, cuando una persona que ha sufrido un infarto llega al hospital y le preguntan si le duele el pecho, dice que no, pero que al indagar de manera más profunda refiere “opresión”:

“Pareciera que para mucha gente opresión no es sinónimo de dolor, por eso yo insisto en que preguntemos dos veces al paciente, pero para identificarlo hay que pensar en un dolor opresivo en el centro del pecho que puede irradiar o irse a diferentes lugares, característicamente en todo el pecho; del centro del tórax se puede ir a ambos lados del pecho o a la parte anterior”.
 

Además de lo anterior, el dolor también puede irse hacia el cuello, mandíbula, boca del estómago, espalda y también a los dos brazos, aunque Alcocer dice que es más característico el dolor en el brazo izquierdo y aclara que la intensidad del dolor no representará la gravedad del problema, se trataría del umbral de dolor en cada persona.

El dolor se puede acompañar de los siguientes síntomas:

·         Falta de aire

·         Sudoración fría

·         Náuseas

·         Vómito

·         Tos

·         Problemas del estado de alerta

·         Pérdida de conocimiento

Aunque sea falsa alarma, hay que ir al hospital

Ante cualquier sospecha de que alguien sienta un dolor que pueda ser del corazón y que pueda ser un infarto, se debe buscar atención inmediata, aunque se puede confundir muy fácilmente:

“No pasa nada con ir a urgencias y que sea falsa alarma, que sea un dolor muscular, artritis, muela lastimada u otros diagnósticos diferenciales del infarto, pero no hay duda de la relevancia de ir al hospital, aunque sea falsa alarma, es mejor a que sea demasiado tarde”.

Atender un infarto rápidamente: lo que la sociedad debe saber…

Alcocer Gamba explica que algunas personas caen súbitamente en la calle como consecuencia de un infarto y por ello es importante tener conciencia social acerca de las maniobras básicas de reanimación:

“Se debe pensar en aquellas personas que pueden solicitar ayuda al 911, realizar maniobras o conseguir un desfibrilador”:
 

El doctor subraya la importancia de que se atienda un infarto lo más rápido posible pues de esta manera, las arterias estarán menos tiempo tapadas:

“Si hay un paciente con infarto que ha tenido evolución de una hora, pues vamos a decir que las perspectivas de salvarle la vida son mucho mayores y también las secuelas que le pueda dejar el infarto en su vida son notablemente mucho menores”.
 

En contraparte, las personas que no se atienden rápidamente de infarto pueden morir y de no ocurrir lo anterior, las secuelas pueden limitarle toda su vida, por ejemplo, la insuficiencia cardíaca que puede impedir que las personas hagan su vida normal.

¿Acudir al hospital en pandemia?

Cuando inició la pandemia uno de los problemas principales en México y el mundo fue que los pacientes enfermos del corazón dejaron de acudir a los hospitales, primero por la saturación, y segundo fue el miedo de contagiarse como dice el doctor:

“Yo creo que en estos momentos de la pandemia hemos aprendido a que los hospitales estén mejor preparados, que tengan áreas de acceso especialmente diseñadas para recibir a pacientes con sospecha de covid, pero también para la recepción de pacientes que van por otras enfermedades que no se sospecha, sea covid”.
 

Alcocer describe que México es uno de los países que más está padeciendo las terribles consecuencias de que los pacientes no se atiendan de forma adecuada, aunque ya se han emitido algunas recomendaciones:

“Tenemos publicado tanto por revistas internacionales y nuestra revista de la Sociedad Mexicana de Cardiología que se llama Archivos de Cardiología recomendaciones para personal de salud, de cómo atender a pacientes con enfermedades del corazón pues no solamente la vida peligra ante covid-19, las enfermedades del corazón también amenazan la vida”.
 

En la pandemia también se habló de que los medicamentos para colesterol podían empeorar la covid-19; sin embargo, el especialista indica que con la pandemia se aprendió que los pacientes deben continuar sus terapias, continuar la medicación ante el confinamiento.

Laura, como otros mexicanos ha dejado de salir por su tratamiento; entre la tristeza y dolor de no ver a su hijo y la falta de información respecto a los cuidados de un órgano vital, ella deja todo a la fe:

“Pienso que creer en algo ayuda, sea lo que sea para que no me juzguen, solamente pienso que es peor ir a un hospital, además ya me habían dado aspirinas, con eso no necesito más ir al médico por ahora, lo que me preocupa es que Antonio ahí encerrado agarre el virus”.

¿Pueden prevenirse las enfermedades cardiovasculares?

El doctor Alcocer indica que un alto porcentaje de decesos causados por enfermedades cardiovasculares podrían prevenirse:

“La hipertensión arterial está presente en al menos 30% de la población adulta”.
 

Los principales factores de riesgo asociados con las enfermedades cardiovasculares son:

- Malos hábitos alimenticios

- Beber

- Fumar

- Falta de actividad física.

Cualquier persona tiene derecho a tratamiento

Alcocer explica que con la población general se tienen iniciativas como “Código Infarto” del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) dónde los pacientes, dependiendo las localidades, tienen rutas críticas para atención. También está “Asiste Infarto” del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) y otros similares en la Secretaría de Salud.

Actualmente la Sociedad Mexicana de Cardiología ha cambiado su formato a un formato virtual y han podido llegar a más gente como refiere el doctor:

“Tenemos reuniones científicas en donde teníamos la presencia de 800 a mil personas y ahora tenemos 8 mil, 10 veces más penetración de comunicación, ya no hay barreras, podemos invitar a gente de cualquier parte del planeta, no hay limitantes, es decir, ahora desde mi casa o consultorio puedo estarme conectado y escuchando lo más actual”.
 

Otra labor importante de dicha Sociedad es la educación que otorga a los médicos:

“Nos estamos enfocando a médicos no cardiólogos, a todos los médicos vinculados a pacientes enfermos del corazón para dar información”.

 

La OMS advierte que de aquí a 2030, casi 23.6 millones de personas morirán por alguna enfermedad cardiovascular, principalmente por cardiopatías y accidentes cerebrovasculares:

“Se prevé que estas enfermedades sigan siendo la principal causa de muerte”.

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Finalmente, Laura comenta que poco le han explicado sobre cómo cuidar su corazón. Ella piensa que la solución está en tomar el popular medicamento efervescente, además se muestra tranquila; le teme más a la covid-19 que a los infartos:

“Ese bicho nuevo mata, pero el día que Dios diga ´hasta aquí, hasta aquí´, haga lo que haga todos tenemos un momento y yo espero al menos tener vida para ver a mi hijo libre”.