De acuerdo a una investigación presentada en el Heart Failure 2002, congreso científico de la Sociedad Europea de Cardiología, las personas no casadas o solteras con insuficiencias cardíacas parecen tener menos confianza en el manejo de su enfermedad y están más limitadas socialmente en comparación con sus homólogos casados.
El doctor y autor del estudio, Fabian Kerwagen, del Centro Integral de Insuficiencia Cardíaca del Hospital Universitario de Würzburg (Alemania), menciona que “los cónyuges pueden ayudar a la adherencia de los medicamentos, dar ánimos y ayudar a desarrollar comportamientos más saludables, los cuales afectarían positivamente la longevidad del paciente.”
“El apoyo social ayuda a las personas a gestionar enfermedades de larga duración” agregó.
La soltería como indicador
Dentro del estudio, los pacientes solteros mostraban menos interacciones sociales que los casados y carecían de confianza para controlar su insuficiencia cardíaca. “Estamos explorando si estos factores podrían explicar en parte la relación con la supervivencia”, añadió Kerwagen.
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Estudios anteriores han demostrado que no estar casado es un indicador de un pronóstico menos favorable tanto en la población general como en personas con enfermedad arterial coronaria. Este análisis post-hoc del estudio Extend Interdisciplinary Network Heart Failure (E-INH) investigó la relevancia pronóstica del estado civil en pacientes con insuficiencia cardíaca crónica.
El estudio E-INH incluyó a 1022 pacientes internados entre 2004 y 2007 por insuficiencia cardíaca descompensada. De los 1008 pacientes que proporcionaron información acerca de su estado civil, 633 (63%) estaban casados y 375 (37%) eran solteros, incluyendo 195 viudos, 96 nunca casados y 84 separados o divorciados.
Dentro del estudio se midieron diferentes factores como la calidad de vida, las limitaciones sociales y la autoeficacia mediante un cuestionario diseñado específicamente para pacientes con insuficiencia cardíaca.
Diferencia entre personas solteras y casadas
En cuanto a la calidad de vida general y el estado de ánimo depresivo no hubo diferencia entre los pacientes casados y los solteros. Sin embargo, el grupo de solteros puntuó peor en cuanto a limitaciones sociales y autoeficacia en comparación con el grupo de casados.
Durante los diez años de seguimiento, 679 (67%) pacientes fallecieron. Ser soltero frente a estar casado se asoció a un mayor riesgo de muerte por todas las causas y por accidente cardiovascular.
Los pacientes viudos presentaban el mayor riesgo de mortalidad y muerte cardiovascular, respectivamente, en comparación con el grupo de casados.
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Kerwagen añadió que “la conexión entre el matrimonio y la longevidad indica la importancia del apoyo social para los pacientes con insuficiencia cardíaca, un tema que se ha vuelto aún más relevante con el distanciamiento social durante la pandemia.”
(Con información de Infosalus)