Al llegar a un rango que va de los 50 a los 60 años, las personas desempleadas pueden tener un riesgo amplio de sufrir un infarto, de la magnitud de quien lo sufre a causa del tabaquismo, señala un estudio.
El estudio revela que el riesgo de sufrir un infarto por perder el empleo es de un 25%, el cual va aumentando conforme ocurren otros despidos.
No obstante, se reveló que dicho riesgo no se percibe en personas que se retiran voluntariamente.
Los especialistas consideran que, aunque es necesario realizar más investigaciones al respecto, el estrés se encuentra relacionado con este fenómeno, si bien no directamente, sí como factor determinante.
“Este es un efecto considerable y con un impacto similar a otros factores de riesgo de infarto bien conocidos y establecidos, incluidos fumar y la obesidad”, explicó la doctora Linda George, de la Universidad de Duke, en Carolina del Norte, quien fue líder del estudio.
La especialista indicó que el estrés por perder el empleo es un factor, sin embargo, señaló que perder un empleo es más estresante que tener un empleo con muchos niveles de estrés.
“Pero todavía no sabemos cómo el estrés afecta el riesgo cardiovascular. Ésta es un área que necesita más investigación", indicó la doctora Donna Arnett, de la Asociación Estadounidense del Corazón.
Finalmente, la experta explicó que existen diversas maneras para manejar el estrés y minimizar sus efectos.
"Hacer ejercicio es una forma muy buena de reducir los niveles de estrés", concluyó la doctora Arnett. (Con información de BBC)