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Para aprender, tu cerebro debe emocionarse

El modelo actual de educación no ayuda en el aprendizaje de los alumnos

Escrito en FAMILIA el
Existen muchos métodos para aprender de una manera más eficaz, aunque de acuerdo a los especialistas el secreto está en las emociones.

Un estudio realizado en 2010 por el Massachusetts Institute of Techonolgy (MIT), descubrió que la actividad cerebral de un estudiante en el modelo pasivo de aprendizaje (donde el alumno es sólo receptor de información), es la misma que cuando ven televisión, es decir, prácticamente nula. Entonces, ¿cómo se debe mejorar esto?

La respuesta la tiene José Ramón Gamo, neuropsicólogo infantil y director del Máster en Neurodidáctica de la Universidad Rey Juan Carlos, quien indica que lo único que el cerebro requiere para aprender es emocionarse.

Explica que el modelo educativo debe ser diferente y uno de los métodos que ayudarán a lograrlo es la neurodidáctica, la cual es el conjunto de conocimientos que aporta la investigación científica en el campo de la neurociencia y su relación con los procesos de aprendizaje.

“Antes solo se podía observar el comportamiento de los alumnos, pero ahora gracias a las máquinas de neuroimagen podemos ver la actividad cerebral mientras realizan tareas”, dice.

Añade que gracias a la información obtenida, los profesores y pedagogos pueden decidir qué métodos son los más eficaces para los alumnos.

El problema del modelo educativo


El especialista explica que el modelo educativo es el responsable de que los alumnos no aprendan correctamente.

Por ejemplo, estudios han demostrado que los problemas de aprendizaje en personas con dislexia o TDAH no se deben a los propios síndrome, sino al sistema de enseñanza.

En una investigación, Gamo y su equipo de colaboradores identificaron que el 50% de las clases de primaria en España consisten en dar información verbal a los estudiantes, lo mismo que en el 60% en la secundaria y el 80% en bachillerato.

“Indagamos sobre lo que estaba sucediendo en las aulas y queríamos saber qué decía la ciencia al respecto, si ese método estaba justificado”, dijo.

Tras analizar las investigaciones previas y las suyas, concluyeron que para retener la información novedosa el cerebro tiende a procesar los datos desde el hemisferio derecho, donde se relaciona con la intuición, creatividad e imágenes, por lo que el modelo actual no es el idóneo.

“En esos casos el procesamiento lingüístico no es el protagonista, lo que quiere decir que la charla no funciona. Los gestos faciales, corporales y el contexto desempeñan un papel muy importante. Otra muestra de la ineficacia de la clase magistral”, aclara.

Un nuevo método


Ante esto Gamo propone un cambio con la neurodidáctica, la cual pretende sustituir las clases magistrales por soportes visuales como mapas conceptuales o videos informativos, así como gráficos que requieran la participación del alumno. La interacción con los demás también es fundamental.

“El cerebro es un órgano social que aprende haciendo cosas con otras personas”, menciona.

El problema, declara, es que las escuelas se niegan a cambiar el modelo tradicional, por lo que no se tiene otro apoyo.

“La direcciones de los centros están enrocadas en los métodos tradicionales basados en clases magistrales, memorización y exámenes escritos”, indica.

(Con información de El País)