Cada 4 de marzo se conmemora a nivel mundial el Día Internacional contra la Obesidad, fecha que busca generar conciencia a las personas sobre el terrible daño que conlleva para el organismo una dieta alta en grasas y azúcares. Y fomentar una alimentación sana y hábitos saludables.
Según cifras del Instituto Nacional de Salud Pública, la obesidad es el principal problema de salud en México, ya que se estima que el 36.9% de la población vive con esta condición, una cifra que podría aumentar a 45% para 2030 si no se toman acciones.
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Para conocer más sobre el tema de la obesidad en SuMédico entrevistamos al doctor Julio Morfín, quien es miembro del Colegio Mexicano de Especialistas en Ginecología y Obstetricia, quien cuenta con certificación SCOPE, único certificado reconocido internacionalmente en el manejo de la obesidad, otorgado por la Federación Mundial de Obesidad (WOF). Además, dirige la Clínica Santa Teresa en la Ciudad de México y ha contribuido como coautor y autor en capítulos de libros, guías de práctica clínica, consensos y artículos médicos.
Según la ENSANUT, en México cerca de 80 millones de adultos tienen sobrepeso u obesidad, y la prevalencia de esta enfermedad ha crecido casi 58% en los últimos 23 años. Hoy, el país ocupa el quinto lugar en el mundo en obesidad, lo que la convierte en un problema urgente de salud pública.
Los sistemas han fallado, no es culpa del individuo, es el lema que la World Obesity Federation (WOF) ha definido para este 4 de marzo, Día Mundial de la Obesidad y es que factores como el acceso limitado a tratamientos, políticas de salud insuficientes y la falta de regulación sobre información de tratamientos efectivos han perpetuado la crisis.
¿Qué es la obesidad?
La obesidad es una enfermedad multifactorial, lo que significa que su desarrollo está influenciado por diversos factores. Entre ellos, la genética juega un papel importante, al igual que el entorno en el que vivimos, el tipo de alimentación, el uso de ciertos medicamentos y otras condiciones de salud.
“La obesidad es una enfermedad crónica y recurrente, lo que significa que, aunque los tratamientos pueden ayudar a bajar de peso, existe una tendencia a recuperarlo con el tiempo”, señaló el doctor Morfín.
Recientemente, sociedades médicas internacionales han definido la obesidad como una enfermedad caracterizada por un exceso de tejido adiposo en ubicaciones inadecuadas y con una función alterada. Este tejido adiposo disfuncional produce factores inflamatorios que contribuyen a varias enfermedades asociadas.
La revista The Lancet, en su más reciente definición de obesidad, distingue dos tipos con necesidades específicas: la obesidad clínica, que implica daños en órganos o limitaciones funcionales y requiere tratamiento correctivo; y la obesidad preclínica, en la que aún no hay complicaciones, pero existe un alto riesgo de desarrollar enfermedades, por lo que el enfoque debe ser la prevención y el acompañamiento médico.
¿Cuáles son las causas principales de la obesidad en México?
Si bien no se ha identificado un gen específico que relacione a los mexicanos con la obesidad, la herencia y la genética influyen en su alta prevalencia. Además, factores socioculturales y ambientales contribuyen significativamente:
Existe la creencia de que los niños deben ser robustos para considerarse saludables, lo que promueve una alimentación excesiva desde la infancia:
- Muchas familias fomentan el consumo de bebidas azucaradas en lugar de agua natural
- La disponibilidad de alimentos poco saludables es alta, con una gran cantidad de puestos de comida rápida en las ciudades
- La vida urbana dificulta la preparación de alimentos en casa, lo que lleva al consumo frecuente de comida procesada y ultraprocesada.
¿Qué medidas se deben tomar para prevenir la obesidad en México?
El doctor Julio Morfín indica que el gobierno mexicano ha implementado algunas estrategias para combatir la obesidad, tales como:
- El etiquetado frontal en alimentos procesados para informar sobre su contenido nutricional
- La prohibición de alimentos ultraprocesados en las tienditas escolares
- Reducción del tamaño de las porciones en productos industrializados
- Instalación de bebederos en escuelas y fomento de la actividad física.
Sin embargo, una estrategia clave que aún requiere mayor impulso es la educación para la salud, tanto en niños y adolescentes como en padres y maestros, para generar conciencia sobre la obesidad como una enfermedad y la importancia de la prevención.
Al respecto, el Dr. Simón Barquera, presidente de la World Obesity Federation menciona que “es momento de dejar de culpar a las personas y dirigir la atención hacia los cambios estructurales necesarios para combatir esta enfermedad de manera integral.”
Por su parte, el Dr. Ricardo Luna, miembro comisionado en Lancet para la Definición y Criterios diagnósticos de obesidad clínica, señala que considerar únicamente el Índice de Masa Corporal (IMC) para definir estas enfermdades puede llevar a una evaluación incorrecta del exceso de grasa corporal y por lo tanto a tratamientos inadecuados, afectando tanto a quienes viven con obesidad.
“La obesidad no es una condición homogénea, por lo tanto, se requiere de un enfoque personalizado. Mientras algunos pacientes solo requieren cambios en el estilo de vida, otros pueden necesitar medicamentos, cirugías u otras intervenciones", destaca.
Consejos para padres de familia para prevenir la obesidad
Los padres que detecten sobrepeso u obesidad en sus hijos deben:
- Consultar a un médico especialista para determinar la causa y el grado de la obesidad
- Identificar factores genéticos, ambientales y familiares que puedan estar influyendo.
- Implementar planes de alimentación saludables y fomentar la actividad física
- Evitar la cultura de "comer en exceso" y priorizar una nutrición balanceada.
¿Cuáles son las consecuencias de la obesidad?
Hasta el momento, se han identificado 224 enfermedades relacionadas con la obesidad. Entre las más comunes están:
- Enfermedades cardiovasculares como hipertensión arterial e infartos
- Diabetes tipo 2
- Dolor articular, osteoartritis y problemas musculares
- Trastornos emocionales como depresión y ansiedad
- Incontinencia urinaria en mujeres debido al exceso de peso
- Niveles elevados de colesterol y triglicéridos
- Mayor riesgo de desarrollar cáncer.
Las personas con obesidad no se deben de automedicar
El doctor Julio Morfín explica que el tratamiento de la obesidad no debe ser una moda ni una decisión basada en tendencias digitales. Cada persona presenta un fenotipo diferente de obesidad, lo que significa que un tratamiento efectivo para una persona puede no serlo para otra.
Los riesgos de la automedicación incluyen:
- Uso de medicamentos inadecuados que pueden provocar efectos secundarios graves
- Falta de seguimiento adecuado y abandono del tratamiento
- Riesgos cardiovasculares, problemas gastrointestinales y alteraciones metabólicas.
Por ello, es fundamental acudir a un profesional de la salud que pueda diagnosticar correctamente la causa de la obesidad y recomendar el tratamiento más adecuado.
Un mensaje para quienes luchan contra la obesidad
Es importante que las personas con obesidad sepan que no están solas y que hay especialistas que entienden su condición y pueden ayudarles. La obesidad no es una falta de voluntad, sino una enfermedad con causas identificables y tratamientos personalizados.
“La clave para el éxito en el tratamiento es la constancia, la educación sobre hábitos saludables y el apoyo profesional adecuado. Con la estrategia correcta, es posible mejorar la calidad de vida y prevenir enfermedades asociadas a la obesidad”, finaliza el doctor Julio Morfín.
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