OBESIDAD

En México, la gordofobia está muy naturalizada, y eso debe cambiar

Este tipo de discriminación, suele ocurrir desde la infancia, y puede afectar en la calidad de vida y las oportunidades laborales o sociales a futuro, e incluso causar otros problemas de salud

“La gordofobia es practicada, sobre todo, por quienes se sienten superiores a la gente con sobrepeso u obesidad, y la menosprecia o repudia. Sin embargo, nadie es perfecto.” explica la doctora Martha Georgina Ochoa Madrigal.
“La gordofobia es practicada, sobre todo, por quienes se sienten superiores a la gente con sobrepeso u obesidad, y la menosprecia o repudia. Sin embargo, nadie es perfecto.” explica la doctora Martha Georgina Ochoa Madrigal.
Escrito en ESPECIALIDADES el

La doctora Martha Georgina Ochoa Madrigal, explica que en México, la gordofobia está muy naturalizada, y esto debe cambiar; en sus propias palabras, es necesario que la sociedad busque una cultura de inclusión y respeto hacia las personas con sobrepeso u obesidad.

México está actualmente ubicado en el quinto lugar de obesidad mundial, según cifras de 2022, y se estima que al menos 21 millones de mujeres y 15 millones de hombres la padecen, informan el Colegio Nacional y Alianza por la Salud Alimentaria

Y quizás sea esto, la frecuencia de la obesidad y el sobrepeso en nuestro país, lo que han hecho que la gordofobia se vuelva cada vez más frecuente y común, lo que según la especialista, puede afectar incluso en las posibilidades de desarrollo económico.

Pero, ¿qué es la gordofobia? Se trata de la discriminación y el rechazo que viven las personas gordas por el simple hecho de serlo, siendo un fenómeno cargado de prejuicios y que incitan al odio a los cuerpos que no entran en un estereotipo de cuerpo normal, explica la Escuela Nacional de Trabajo Social, en conjunto con la COPRED.

Foto: Freepik.

En México, esta discriminación se vive desde niños

Según los datos de la Encuesta Nacional Sobre Discriminación (ENADIS) de 2017, se reportó que al menos 20.2% de la población mayor de 18 años en nuestro país, había sufrido discriminación, principalmente por el sobrepeso

La doctora Martha Georgina Ochoa Madrigal, jefa del Servicio de Psiquiatría, Paidopsiquiatría, Psicología y Neuropsicología del Centro Médico Nacional 20 de Noviembre, del ISSSTE, explica que esta discriminación a las personas gordas u obesas (es decir, la gordofobia), comienza desde que se es niño.

La especialista aclara que desde la infancia, las personas con sobrepeso u obesidad se vuelven objetos de burlas o maltratos, e incluso de violencia física, porque tienen un cuerpo que es diferente, o que no entra en la norma que se ha establecido; y esta gordofobia no se detiene con el paso de la edad, ya que puede sufrirse en 

  • La adolescencia.
  • La juventud.
  • Incluso la adultez.

“Por ejemplo, las estadísticas señalan que no es sencillo que una persona con sobrepeso u obesidad sea contratada para un trabajo, y si logra conseguir el empleo, también padecerá, tarde o temprano, algún grado de rechazo o discriminación”, indicó la Dra. Ochoa Madrigal, también académica de la División de Estudios de Posgrado de la Facultad de Medicina de la UNAM.

Foto: Pexels.

“Es imprescindible cambiar el discurso de rechazo, discriminación y burla”

Detener la gordofobia y sacarla de nuestra cultura resulta no solo relevante para tener una sociedad más respetuosa e incluyente, sino porque además se ha demostrado que puede tener consecuencias graves en las personas que la sufren.

De hecho, se ha observado que la gordofobia, puede tener consecuencias como:

  • Afecciones de salud mental, como problemas de autoestima impulsados por el rechazo social.
  • Limitación en el acceso a derechos.
  • Desórdenes alimenticios, como anorexia y bulimia, o el trastorno por atracón.

“Las personas con sobrepeso u obesidad requieren ayuda médica y, a veces, incluso psicológica, no el rechazo ni la discriminación de los demás.”

Foto: Unsplash.

El otro extremo a evitar: bulimia y anorexia

La especialista, aclara que no solo es importante combatir la idea de que existen cuerpos perfectos, sino que no se debe olvidar que existen dos trastornos de alimentación que se encuentran en el extremo opuesto de la obesidad y el sobrepeso: la anorexia y la bulimia, que incluso podrían detonarse por la discriminación y el odio hacia cuerpos diferentes.

Para 2017, la Secretaría de Salud reportó que anualmente se registraban al menos 20 mil casos de anorexia y bulimia, principalmente en jóvenes de entre 15 y 19 años de edad, quienes eran los más afectados por estos trastornos alimenticios, aunque estas cifras han aumentado.

La especialista de la Facultad de Psicología de la UNAM, Karla Edith González Alcántara, explica que de hecho, la anorexia y la bulimia tienen mayor índice de mortalidad que el suicidio: de cada cinco personas que mueren por estas conductas, una es por suicidio, y las otras cuatro por falla orgánica múltiple.

“Por ahora, podemos decir que son alteraciones de origen multifactorial: biológicas, como cuestiones genéticas que se han considerado pudieran estar relacionadas, pero también por sobrepeso u obesidad; psicológicas, es decir, cuestiones de personalidad como baja autoestima, depresión, insatisfacción corporal y ansiedad, entre otras”, informa Karla Edith González, respecto al origen de los trastornos de la conducta alimentaria.

Foto: Pexels.

¿Qué debería hacerse para detener la gordofobia?

La doctora Ochoa Madrigal, indica que es sumamente importante que, como sociedad, se apueste a una cultura de inclusión y respeto por todos los tipos de cuerpo, con la intención de evitar la discriminación.

Para la especialista, no existe una forma exclusiva de lograrlo, e incluso, indica que aconsejar lo que se debe hacer es muy difícil, ya que usualmente la obesidad y el sobrepeso pueden ser producto de diferentes factores (genéticos, estilo de vida, sociales, etc), que requerirían diferentes acciones.

Sin embargo, indica que quizás hay dos aspectos principales en los que debería haber cambios para evitar la gordofobia, aunque fuera de forma inicial:

  • Dejar de impulsar la cultura de las dietas para bajar de peso, y no decirle a alguien gordo u obeso que debe hacerlas.
  • Incorporar el concepto de salud integral: no solo prestar atención al aspecto físico, sino también al mental.
  • Considerar la existencia de la diversidad corporal, y respetarla. 

“Consideremos que nuestra población tiene una gran diversidad corporal, o sea, no está constituida únicamente por gordos y flacos. Yo les digo a mis pacientes que, en la adultez, lo normal no es estar esbelto, sino tener pancita”

Eso sí, la especialista remarca que es importante saber que la obesidad y el sobrepeso pueden ocasionar, además de burlas y discriminación, problemas de salud como el síndrome metabólico, por lo que en lugar de discriminar e insultar a estas personas, se les debe ayudar a conseguir la atención médica necesaria.

(Con información de: Gaceta UNAM, Alianza por la Salud Alimentaria, Colegio Nacional, COPRED, Secretaría de Salud.)