¿Qué pasa si te quitan la tiroides? Es una de las preguntas más comunes y es que la extirpación de tiroides se realiza cuando hay quistes, inflamación que provoca dificultad para respirar o cuando es demasiado activa.
De acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, este procedimiento consiste en extirpar toda o parte de la glándula tiroides. Esta glándula en forma de mariposa está localizada en el interior y al frente de la parte baja del cuello.
La glándula tiroides es parte del sistema hormonal o endocrino y le ayuda al cuerpo a regular el metabolismo. ¿Qué pasa cuando la quitan? Esto es lo que tienes que saber al respecto.
¿Qué pasa si te quitan la tiroides?
Mayo Clinic señala que la glándula tiroides produce hormonas que controlan todos los aspectos del metabolismo, desde la frecuencia cardíaca hasta la rapidez con la que se queman calorías.
(Foto: Pixabay)
Al procedimiento de quitar la tiroides se le conoce como tiroidectomía y se utiliza para tratar trastornos de la tiroides, tales como:
- Cáncer
- Agrandamiento no canceroso de la tiroides (bocio)
- Tiroides hiperactiva (hipertiroidismo)
¿Cómo se realiza? El cirujano hace una incisión horizontal al frente de la parte inferior del cuello, justo encima de la clavícula. A través de la incisión, se retira toda la glándula o solo parte de ella, con mucho cuidado de no dañar los vasos sanguíneos y nervios en el cuello.
Se puede poner una sonda pequeña (catéter) en la zona para ayudar a drenar sangre y otros líquidos que se acumulen. El drenaje se retirará en 1 o 2 días. Las incisiones se cierran con sutura.
La porción de la glándula tiroides que se extrae durante este procedimiento depende del motivo de la cirugía. Cuando solo se necesita extirpar una parte de la tiroides (tiroidectomía parcial), es posible que la tiroides funcione normalmente después de la cirugía.
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Si se extrae toda la tiroides (tiroidectomía total), será necesario un tratamiento diario con hormona tiroidea para reemplazar la función natural de la tiroides.
Posibles riesgos y complicaciones
La tiroidectomía o quitar la tiroides es un procedimiento seguro, pero como cualquier cirugía, implica un riesgo de complicaciones. Algunas de las posibles complicaciones incluyen sangrado, infección, niveles bajos de la hormona paratiroides (hipoparatiroidismo) causados por daño quirúrgico o extracción de las glándulas paratiroides.
Estas glándulas están situadas detrás de la tiroides y regulan el calcio en la sangre. El hipoparatiroidismo puede causar entumecimiento, hormigueo, o calambres por los niveles bajos de calcio en la sangre.
Otra de las posibles complicaciones son la obstrucción de las vías respiratorias producida por sangrado y voz débil o ronquera permanente debido a una lesión a los nervios.
En caso de tener hipertiroidismo, el médico puede recetarte medicamentos, como una solución de yodo y potasio, para controlar la función tiroidea y disminuir el riesgo de sangrado después de la cirugía.
¿Y después de la cirugía?
El pronóstico de esta cirugía por lo regular es excelente, en la mayoría de los casos puede ser necesario tomar pastillas de hormona tiroidea (reemplazo de hormona tiroidea) por el resto de la vida cuando se extirpó toda la glándula.
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Se puede comer y beber como siempre luego de la cirugía. Dependiendo del tipo de cirugía que se haya tenido, es posible volver a casa el día del procedimiento o que el médico recomiende permanecer en el hospital una noche.
Después de quitar la tiroides, generalmente se pueden retomar las actividades normales, pero hay que esperar al menos 10 días a dos semanas antes de hacer actividades intensas, como levantar cosas pesadas o hacer deportes extenuantes. La cicatriz de la cirugía tarda hasta un año en desaparecer.
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