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“No podía dejar de beber pero mi familia siempre estuvo para mí"

En el Día Mundial sin Alcohol, Héctor Ramírez relata como el alcohol casi destruyó su vida

Escrito en ESPECIALIDADES el

Héctor Ramírez es un hombre de 27 años que relata a SuMédico que sufrió alcoholismo al salir de la preparatoria, cuando apenas tenía 18 años y asegura que esta adicción estuvo a punto de costarle la vida.

{"field1":"“Al salir de la preparatoria me fui a vivir solo a otro estado; aunque seguía dependiendo económicamente de mis padres, se podría decir que me independicé ya que ya no vivía con ellos, para mi era un sueño el poder estar solo, pero no supe controlar todos los excesos que aparecen en la mayoría de edad y me volví loco, todo el tiempo quería tomar y el estudio lo deje a un lado”.","field2":""}

Cuenta que es el mayor de dos hijos y que cuando entró a la preparatoria sus papás empezaron a tener muchos problemas.  “Discutían todo el tiempo, hablaban sobre divorcio pero no se separaban por mí y mi hermana´; fue hasta el último año de la preparatoria que se separaron y mi papá se mudó a otra casa. Para mí ese fue un golpe muy grande, yo me volví rebelde y desobediente, cuando salía a fiestas tomaba para ahogar mi dolor pero no tenía ningún problema con el alcohol hasta ese momento”.

El 15 de noviembre se conmemora el Día Mundial sin Alcohol

La Organización Mundial de la Salud (OMS) instauró el 15 de noviembre como el “Día Mundial sin Alcohol” con el objetivo principal de fomentar la responsabilidad de las personas, sobre todo de las y los jóvenes de todas las regiones del mundo, para controlar el consumo de esta sustancia y prevenir sus consecuencias.

Con motivo de este día, el doctor Ángel Prado García, Director operativo y de Patronatos de los Centros de Integración Juvenil del Gobierno de México habló en exclusiva con SuMédico y explicó que la finalidad principal de este día es difundir los daños asociados con el uso nocivo del alcohol particularmente en menores de edad.

(Foto: Pixabay)

El 71 por ciento de la población mexicana de entre 18 y 65 años ha probado el alcohol

Ángel Prado indicó que en México, el 71 por ciento de la población mexicana entre los 12 y los 65 años ha consumido alcohol alguna vez en la vida, lo que no representa ningún peligro; sin embargo, el 30 por ciento de los hombres y el 10 por ciento de las mujeres han consumido bebidas etílicas en el último mes.

{"field1":"“Lo más importante que tenemos es que el 30 por ciento de los que beben alcohol en nuestro país, lo hacen de forma excesiva. Esto quiere decir que los hombres beben más de cuatro copas por ocasión y que las mujeres consumen más de tres copas, esto es lo que dice la OMS”, indica el especialista.","field2":""}

En el mundo hay alrededor de 2 mil 300 millones de bebedores y Europa es la región en el mundo con más consumo per cápita.

Beber alcohol en exceso genera una de cada 20 muertes

Ángel Prado señala que en 2016, tres millones de personas murieron por causas asociadas al consumo de alcohol en el mundo. Esto representa una de cada 20 muertes y tres cuartas partes de estas muertes son de hombres.

Principalmente las muertes son producidas por lesiones, choques de vehículos, autolesiones en un 20 por ciento; trastornos digestivos en un 21 por ciento; y trastornos cardiovasculares en un 19 por ciento.

85 mil personas mueren en América por culpa del alcohol

La OMS señala que el consumo de bebidas alcohólicas, por sí solo, ocasionó un promedio de 85 mil muertes anualmente entre 2013 y 2015 en el continente americano.

En promedio, 85 mil 032 muertes anuales se atribuyen exclusivamente al consumo de bebidas alcohólicas. En su mayoría, estas muertes corresponden a personas menores de 60 años y se debieron principalmente a hepatopatías y a trastornos neuropsiquiátricos, como la dependencia del alcohol.

Cerca del 80 por ciento de las muertes en las cuales el consumo de bebidas alcohólicas fue una ‘causa necesaria’ ocurrieron en tres de los países más poblados: Estados Unidos 36.9 por ciento, Brasil 24.8 por ciento y México 18.4 por ciento.

(Foto: Freepik)

“El alcohol casi destruye mi vida”

Héctor relata que él entrar a la universidad e irse de su casa fue un desahogo para él, pero el no tener quién lo controlara lo afectó y rápidamente cayó en las garras del alcohol.

{"field1":"“Para mi daba igual si era lunes o era viernes, todos los días salía a tomar, el primer mes fui a la escuela, después me dediqué al vicio; en la universidad conoces a muchas personas, algunas no te traen nada bueno y yo siempre tenía con quien tomar, todo lo que me daban mis papás para el gasto se iba en alcohol, llega un momento en el que ya no puedes parar de tomar”.","field2":""}

Héctor también dijo que dejó de ir durante meses a visitar a sus padres y que a la universidad rara vez iba por lo que sus calificaciones eran muy malas y reprobó la mayoría de sus materias por faltas.

“Al final del semestre fue imposible esconderles a mis padres lo que estaba sucediendo, les tuve que decir que había reprobado la mayoría de mis materias por no asistir a la escuela, pero ellos no sabían que yo tenía una adicción al alcohol, las semanas que tuve de vacaciones y que me vi obligado a regresar a la casa, yo no podía dejar de tomar y fue ahí cuando mi mamá se dio cuenta que yo tenía un problema con la bebida”.

Una persona es adicta cuando el alcohol le causa problemas

“Se puede considerar que una persona es alcohólica cuando el consumo de alcohol le causa problemas y a pesar de eso el alcohólico sigue bebiendo, esto es independientemente de la dosis que esté consumiendo o la frecuencia. Si una persona bebe de manera importante o ha perdido el control del consumo y esto le trae problemas y a pesar de eso sigue bebiendo, la persona debe considerarse alcohólica”, dice Ángel Prado.

La familia juega un papel fundamental en las personas alcohólicas

El especialista Prado señala que la familia es fundamental y lo primero que debe de hacer es saber qué existen centros para ayudar y dar la atención de esta problemática, ya que el alcoholismo es tratable.

También es importante que la familia se acerque a buscar el tratamiento aun si la persona que está consumiendo de forma excesiva no lo hace, para diseñar una estrategia de abordaje familiar que permita al enfermo concientizarse de su problema y aceptar acudir a los centros de ayuda.

Héctor relata que su familia fue muy importante para poder recuperarse de su adicción, “en cuanto se dieron cuenta que tenía un problema con la bebida me mandaron con un psicólogo, después de cada sesión salía renovado pero al día siguiente volvía  a tomar, ni siquiera me inscribí de nuevo a la universidad, no podía dejar de beber pero mi familia siempre estuvo para mi”.

Yo no podía dejar de tomar y mi familia siempre me apoyaba pero una vez me escapé con unos amigos y en un bar tuvimos una riña que yo ocasioné con otras personas y me golpearon duramente, quedé inconsciente y desperté en un hospital, fue ahí cuando me di cuenta que había tocado fondo y que mi familia no tenía porqué sufrir las consecuencias, en ese momento me decidí dejar de tomar”.

Aunque relata que fue muy difícil dejar su adicción, yendo a terapias grupales todos los días logró dejar de beber pero señala que no fue una tarea fácil y asegura que el alcohol es una adicción horrible.

“Tomar no te deja nada bueno, es una adicción que te puede arruinar la vida y que te puede alejar de tus seres queridos, nadie debería beber alcohol en exceso”, concluye.

La pandemia afectó a las personas que ya tenían un problema a causa del alcohol

El doctor Prado indica que en términos generales se ha calculado que el consumo de alcohol no aumentó durante la pandemia porque estuvieron cerrados bares y restaurantes mucho tiempo; sin embargo, las personas que bebían de manera excesiva aumentaron su consumo de alcohol.

{"field1":"“En promedio no aumentó el consumo de alcohol; sin embargo, las personas que bebían, aumentaron su consumo de alcohol y esto viene emparejado con trastornos de conducta y mentales. También se asocia con depresión y ansiedad, con el consumo de alcohol es una asociación directa que va de la mano”, ","field2":"indica Prado."}

De igual forma señala que muchas personas que son ansiosas beben alcohol como si esto les quitara la ansiedad, “al principio va a disminuir pero con el paso del tiempo y con el consumo repetido, lejos de disminuir la ansiedad, la va a aumentar”.

Lo mismo sucede con la depresión, la gente deprimida se refugia en el alcohol sin saber que este es un grave depresor del sistema nervioso central que va asociado con la profunda tristeza y depresión.

Héctor indica que ya tiene dos años sin consumir alcohol y que la pandemia le ayudó a mantenerse lejos de los vicios.

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