La necrosis avascular u osteonecrosis es la muerte del tejido óseo debido a la pérdida de suministro de sangre. Si no se trata puede provocar el colapso del hueso. Afecta con mayor frecuencia la cadera, pero también los hombros, las rodillas y los tobillos.
En sus primeras etapas no presenta síntomas. A medida que la enfermedad avanza se vuelve dolorosa. Al principio, solo puede doler cuando se ejerce presión sobre el hueso afectado. Entonces, el dolor puede volverse constante. Si el hueso y la articulación circundante colapsan, es posible que sienta un dolor intenso que le impida utilizar la articulación.
El tiempo entre los primeros síntomas de la necrosis avascular y el colapso óseo puede varias desde varios meses hasta más de un año. Algunas causas de esta enfermedad incluyen: alcohol, tratamientos médicos, medicamentos esteroides, trauma, radioterapia, quimioterapia, pancreatitis, VIH, lupus y diabetes.
Hasta 20 mil personas desarrollan necrosis avascular cada año. La mayoría tiene entre 20 y 50 años. Para las personas sanas, el riesgo de padecerla es mínimo, no así en los casos que tienen algún problema de salud o una lesión subyacentes.
El tratamiento de la necrosis avascular sirve para mejorar la articulación, detener el daño óseo y aliviar el dolor, pero éste dependerá de la edad, estadio de la enfermedad, ubicación y cantidad de daño óseo y causa de la necrosis avascular.