Japón inicia uno de los cierres de frontera de mayor alcance en el mundo en respuesta a la variante ómicron. El miércoles, el gobierno japonés anunció que había pedido a las aerolíneas detener las nuevas reservaciones de vuelos hacia el país por lo que queda del año. Aunque las reservaciones que ya estaban hechas no se verían afectadas por la nueva medida.
Japón confirmó su segundo caso de coronavirus con la variante ómicron el miércoles, en un turista de Perú; mientras que el primer caso reportado de la nueva variante fue descubierto el lunes en una persona procedente de Namibia que se encontraba en el país.
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De tal forma que, desde el lunes 29 de noviembre, el gobierno japonés prohibió la entrada a todos los extranjeros no residentes al país, sin embargo para el martes 30 las autoridades anunciaron que únicamente sería aceptado el ingreso de personas nacidas en el país, prohibiendo la entrada a residentes extranjeros procedentes de 10 países del sur de África.
Los nuevos anuncios contrastan con los recientes escenarios de dicho país, pues tan solo en agosto pasado, se registró un descenso del 99% en los casos de coronavirus y se logró una de las tasas de vacunación más altas entre los países democráticos ricos del mundo; a pesar del éxito del país nipón en la contención del covid-19, en esos momentos solo se permitía la entrada al país viajes de negocios o estudiantiles.
El mismo miércoles, autoridades sanitarias de Corea del Sur confirmaron los primeros cinco casos de ómicron entre viajeros que llegaban al país, motivo por el cual impusieron una cuarentena obligatoria de 10 días a las personas procedentes de vuelos internacionales a partir del 3 al 16 de diciembre, con la excepción de personas que lleguen al país para asistir a funerales.
Como medida adicional, dicho país va a realizar una secuencia genómica de todos los casos de coronavirus importados para comprobar la presencia de la variante ómicron.
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Con información de: NYT