Cristina tiene menos de 30 años y hace aproximadamente 10, en abril de 2012, fue diagnosticada con Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII). Esta joven asegura que siempre fue una persona sana hasta que a los 17 años comenzó a tener molestias digestivas y dolor articular.
{"field1":"“Me hicieron estudios y todo salió bien. Desafortunadamente, al entrar a la universidad me llegaron otros síntomas como fiebre, cansancio y diarrea”, relata. ","field2":""}
Al acudir con un médico general, Cristina esperaba que solo fuera una infección o gastritis y de hecho así fue diagnosticada, pues los primeros cuatro doctores solo le dijeron que era una persona muy nerviosa, por lo que probablemente padecía de colitis nerviosa.
(Foto: Cristina, paciente de enfermedad inflamatoria intestinal)
No obstante, todo se complicó debido a que ningún medicamento le ayudaba a mejorar las molestias, al contrario, su estado de salud empeoraba cada vez más.
“Tuve fiebre de 40 grados, iba al baño hasta 30 veces al día y con sangre, perdí 10 kilos de peso y se me caía mucho el cabello”, explica. Fue hasta varios años después que esta joven supo que el origen de sus molestias era la EII.
¿Cómo afecta la enfermedad inflamatoria intestinal?
De acuerdo con la Revista de Gastroenterología de México, se calcula que más de 40 mil mexicanos padecen EII. A nivel mundial existen más de 3 millones de personas que lo padecen, aunque se estima que son más de 10 millones las que se ven impactadas, entre pacientes, familiares y cuidadores.
(Foto: Pixabay)
La EII es un conjunto de trastornos inflamatorios crónicos del intestino que comprende fundamentalmente dos enfermedades: la enfermedad de Crohn y la Colitis Ulcerosa, que se caracterizan por periodos alternantes de recaídas y remisión a lo largo de la vida.
Algunos de los síntomas más comunes son:
- dolor abdominal
- diarrea persistente
- sangre en las heces
- cansancio
- pérdida de apetito
- pérdida de peso
- fiebre
- síntomas de urgencia para defecar o sensación de evacuar, aunque el intestino se encuentre vacío
La enfermedad ocasiona un importante desgaste físico y emocional en los pacientes, además de impactar profundamente en su entorno social, educativo y profesional.
En conferencia por el Día Mundial de la Enfermedad Inflamatoria Intestinal, la doctora Brenda Solis, líder médico para la Unidad de Gastroenterología de Takeda México, explicó que un bajo desempeño en el trabajo, la salida constante a los sanitarios o, en casos graves, el ausentismo laboral por hospitalización, son algunos de los desafíos que enfrentan los pacientes. Sus continuas salidas al baño afectan su desempeño en el trabajo o la escuela.
(Foto: Pixabay)
Según los resultados de un estudio internacional publicado en el American Journal of Digestive Diseases, 47% de los pacientes declararon que la enfermedad condiciona el tipo de trabajo que desempeñan; 20% rechazó en algún momento un puesto debido a la colitis ulcerosa; cerca del 15% perdió un trabajo debido a este padecimiento; y casi el 12% estuvo desempleado hasta por 5 años a causa de la enfermedad.
Probar infinidad de medicamentos sin resultados
Ese fue el caso de Cristina quien, debido a las molestias tan intensas, se vio obligada a dejar la universidad porque el cansancio era excesivo y necesitaba ayuda para hacer casi cualquier cosa.
Después de algunas pruebas, el diagnóstico fue colitits ulcerosa crónica y hepática.
{"field1":"“Me sentí aliviada porque ya sabía lo que tenía. Pero ese era apenas el comienzo de probar infinidad de medicamentos”, detalla. ","field2":""}
Cristina comenzó con el tratamiento base pero no le hizo efecto debido a que su enfermedad ya estaba en la fase más avanzada. Regresó a la universidad, pero sufrió de recaídas muy fuertes que la llevaron a hospitalización y al aumento en la dosis de medicamentos.
Un grave problema, de acuerdo a la doctora Solis, es que algunos pacientes pueden tardar hasta 5 años en ser diagnosticados. El promedio es de 1 a 5 años. “Muchos médicos lo confunden con una colitis nerviosa”, dice.
Colitis ulcerosa y enfermedad de Crohn
La especialista Solis destacó que es importante conocer las diferencias entre colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn para entender el impacto de la enfermedad inflamatoria intestinal.
En el caso de la colitis ulcerosa, solo afecta al colon, produce inflamación crónica que ocasiona daño en la mucosa del intestino, como úlceras y perforaciones y causa una afección continua.
Por su parte, la Enfermedad de Crohn puede afectar cualquier parte del tracto gastrointestinal, desde la boca hasta el ano. Produce una inflamación crónica que puede dañar todas las capas de la pared del intestino.
Enfermedad inflamatoria intestinal genera depresión y ansiedad
La especialista destacó que estos trastornos necesitan mayor visibilidad debido a que tienen un impacto en la vida de los pacientes a nivel físico, mental, social y emocional.
(Foto: Pixabay)
“Se estima que hasta 30% de los pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal padecen depresión, mientras que un 38% padece ansiedad moderada; además, cerca de la mitad de los pacientes refieren que su entorno educativo o laboral se ve afectado seriamente y en la mayoría de los casos, son señalados injustamente por un bajo desempeño a causa de sus síntomas”, agrega.
Después de seis años Cristina pudo recuperarse y entrar en remisión, aunque no de todo el colon, solo de una parte; sin embargo, eso fue suficiente para que pudiera aprovechar el momento de mejoría para poder hacer todo lo que no había podido durante sus crisis anteriores.
“Dos años después tuve una recaída, perdí mucho peso, me detectaron espondilitis (una forma crónica de artritis que afecta principalmente huesos y articulaciones en la base de la columna) asociada a la enfermedad inflamatoria intestinal”, relata.
Pueden presentarse síntomas en otras partes del cuerpo
Al respecto, el doctor Manuel Alejandro Martínez, especialista en medicina interna, gastroenterología, endoscopia digestiva y enfermedad inflamatoria intestinal, subrayó que después de 30 años de diagnóstico, la mitad de los pacientes tendrán síntomas en otras partes del cuerpo, como huesos, ojos, riñones, hígado, pulmones, articulaciones, piel y páncreas.
{"field1":"“Cuando se deja que la enfermedad avance, se pueden desarrollar complicaciones como estenosis, donde el intestino se cierra”, advirtió. ","field2":""}
Beatriz Solis lamentó que diagnosticar la enfermedad es muy caro, pues se requiere de muchos especialistas, incluyendo el gastroenterólogo y el dermatólogo.
“En otros países existen pruebas caseras, pero en México no se tienen disponibles”, detalló.
Una enfermedad muy dura de afrontar
Desde la experiencia de Cristina, “el retraso en el diagnostico repercute en un incremento en el riesgo de complicaciones, lo que a su vez favorece que la enfermedad avance a niveles más altos, que no se responda bien al tratamiento y se requieran más opciones quirúrgicas para que no se vea afectada la calidad de vida”.
(Foto: Pixabay)
Para la joven paciente, cuando se padecen este tipo se enfermedades, es fundamental el apoyo de la familia, llevar una dieta adecuada y apegarse al tratamiento, aunque no se tengan molestias graves.
“Es una enfermedad muy dura y muy cara, hay momentos donde te sientes deprimido, ansioso y con ganas de dejar todo, pero es importante enfocarse en las soluciones. Si trabajamos como equipo, médicos, pacientes, familia y amigos, vamos a poder salir adelante”, concluye.