En Estados Unidos ya están pensando en el regreso a actividades presenciales, pero la condición es que la mayor cantidad de gente esté protegida contra el coronavirus.
Por ello, en el país más afectado del mundo por la covid-19, el gobierno del presidente Joe Biden decidió establecer el plazo de un mes, a partir del 4 de noviembre, para que todas las empresas del sector privado cumplan con esta medida.
Regreso a actividades presenciales en Estados Unidos podría darse a inicios de 2022
Con esta nueva norma temporal de emergencia, indica la Occupational Safety and Health Administration (OSHA), se busca proteger a más de 84 millones de trabajadores de la propagación del SARS-CoV-2.
El New York Times señala que la administración Biden ya informó este jueves 4 de noviembre que las grandes empresas tienen hasta el 4 de enero para cerciorarse de que su fuerza laboral se encuentre totalmente vacunada.
De acuerdo con este medio, la nueva regla que cubre a los empleados de todas las grandes empresas privadas ha generado críticas, debido a que es más estricta en el plano de la ejecución (se pone un límite de tiempo, hay gente que no cree en el virus ni en las vacunas, entre otras cosas).
La OSHA precisa que para que pueda existir el regreso a actividades presenciales, los empleadores cubiertos deberán desarrollar, implementar y hacer cumplir una política de vacunación contra el coronavirus obligatoria, a menos que adopten una política que requiera que los trabajadores escojan ser vacunados o someterse a pruebas covid constantes y usen el cubrebocas en las oficinas.
Esta administración advierte que la Norma Temporal de Emergencia (NTE) también requiere que los empleadores le den un tiempo remunerado a su personal para que sean vacunados y que permitan una licencia remunerada para recuperarse en caso de que estos lleguen a presentar eventos adversos.
Otra de las peticiones de la OSHA para que pueda existir el regreso a actividades presenciales en Estados Unidos es que:
1 – Determinen el estado de vacunación de cada trabajador, consigan una prueba aceptable del estado de vacunación de los vacunados y mantengan registros y una lista del estado de vacunación de cada uno de los elementos de su personal.
2 - Exigir a los trabajadores que informen con antelación y prontitud cuando den positivo en la prueba del coronavirus o reciban un diagnóstico. Después, los empleadores deberán sacar al trabajador del espacio laboral (no correrlo), independientemente de su estado de vacunación; no se les deberá permitir el regreso a las oficinas hasta que cumplan con los criterios pedidos.
3 - Asegurarse de que cada empleado que no esté completamente vacunado se someta a la prueba del coronavirus por lo menos una vez por semana (en caso de que vaya una vez por semana) o dentro de los 7 días previos a su regreso (si se encuentra fuera del lugar de trabajo por un período de tiempo).
4 - Asegurarse de que, en la mayoría de las circunstancias, cada empleado que no haya sido totalmente vacunado use cubrebocas cuando se encuentre adentro o cuando ocupe un coche con otra persona por motivos laborales.
Today we announced an Emergency Temporary Standard on Vaccination and Testing to help keep workers safe: https://t.co/1EmIRmdBsT pic.twitter.com/PERTh6dAFr— OSHA_DOL (@OSHA_DOL) November 4, 2021
“La norma temporal de emergencia no requiere que los empleadores paguen por las pruebas. Es posible que se necesite que los empleadores pongan de su bolsillo para las pruebas con la finalidad de cumplimiento de otras leyes, reglamentos, convenios colectivos u otros convenios que sean negociados de manera colectiva. Los empleadores tampoco se encuentran obligados a pagar por los cubrebocas”, indica la OSHA.
(Con información de New York Times)