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Embarazo adolescente es una tragedia social; no disminuyó en pandemia

En 2020 hubo 24 nacimientos diarios de madres de entre 10 y 14 años en México: Conapo

Escrito en ESPECIALIDADES el

El que una niña o adolescente de entre 10 y 18 años quede embarazada constituye una tragedia social desde diferentes puntos de vista pues le afectará en la salud, en su educación, en su desarrollo personal y en sus posibilidades de una mejor situación económica. 

Así lo consideran expertos consultados por SuMédico.com quienes señalan que el embarazo en adolescentes menores a 14 años va a tener la mayor tasa de complicaciones que son una de las principales causas de mortalidad en adolescentes embarazadas

Ello también afecta a los varones cuando son padres responsables pues no siempre se cuenta con el apoyo familiar y seguramente tendrán que abandonar sus estudios para hacer frente a los retos de tener una familia. 

Embarazo adolescente es una tragedia social; no disminuyó en pandemia

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), unos 16 millones de muchachas de 15 a 19 años y aproximadamente 1 millón de niñas menores de 15 años dan a luz cada año, la mayoría en países de ingresos bajos y medianos.

De acuerdo con datos del Consejo Nacional de Población (Conapo), en 2020 ocurrieron 24 nacimientos diarios de madres de entre 10 y 14 años, principalmente en los estados de Chiapas, Coahuila, Guerrero y Tabasco, lo cual coloca a México como el país en primer lugar de embarazo en adolescentes entre las naciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE)

El 26 de septiembre es el Día Mundial de Prevención del Embarazo no Planificado en Adolescentes, como un llamado a que las y los jóvenes tengan acceso a información y orientación adecuada y oportuna para construir proyectos de vida saludables y productivos, pues como advierte el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA):

“Cuando una adolescente queda embarazada o tiene un hijo, su salud, educación, potencial de obtener ingresos y todo su futuro pueden estar en peligro, y puede quedar atrapada en una vida de pobreza, exclusión e impotencia”.
 

En ese sentido, la mortalidad materna en América Latina y el Caribe se ubica entre las tres primeras causas de muerte en las adolescentes entre 15 y 19 años. En las adolescentes menores de 15 años, el riesgo de fallecer por causas relacionadas con el embarazo es hasta tres veces más que en mujeres mayores de 20 años.

La UNFPA también ha publicado datos nuevos que advierten que, debido a las interrupciones en los sistemas de salud derivados de la pandemia por covid-19 en el último año, casi 12 millones de mujeres de 115 países perdieron el acceso a los servicios de planificación familiar, lo que causó 1.4 millones de embarazos no planeados.

Además de lo anterior, el embarazo adolescente también trae consigo consecuencias socioeconómicas pues los jóvenes que atraviesan por esta problemática suelen abandonar los estudios, según su contexto socioeconómico, lo que desencadena pérdida de oportunidades laborales y mayor propensión a permanecer en condiciones de pobreza. 

Respecto a la problemática que representa un embarazo adolescente, la Secretaría de Salud (Ssa) refiere que también puede ser consecuencia de la falta o el limitado acceso de las niñas, niños y adolescentes a la educación sexual desde los primeros años de vida:

“Esto impide tomar decisiones asertivas que favorezcan su bienestar, de las situaciones de violencia y abuso sexual que padecen, de la percepción de la maternidad como forma única de realización, del contexto cultural que fomenta o promueve las uniones a edades tempranas, y el nulo o inadecuado uso de anticonceptivos”.

Un problema complejo: ¿sabemos qué es la adolescencia?

En entrevista con SuMédico, el doctor Ronald Antonio Alcázar Alarcón, médico ginecólogo adscrito al Hospital Gustavo Baz del Instituto de Salud del Estado de México y miembro certificado del Consejo Mexicano de Ginecología y Obstetricia (COMEGO), explica que para comprender la problemática que conlleva un embarazo adolescente, es necesario definir la adolescencia y diferenciarla de la pubertad. 

“La adolescencia, según la OMS, es el periodo comprendido entre los 10 y 19 años tanto en hombres y mujeres; dentro de este periodo está la pubertad que es una etapa de cambios físicos y biológicos que sufren hombres y mujeres y que concluye en las mujeres con la primera menstruación también denominada menarca y a partir de ello, desde el punto de vista biológico, una mujer ya está apta para reproducirse pero no desde el punto de vista psicológico, social y económico. En el caso de los hombres, la pubertad concluye con la primera eyaculación y entonces de manera biológica ambos son aptos para la reproducción. Sin embargo, también la información de la OMS señala al embarazo adolescente es un problema de salud pública tanto en México como en otros países”.

Así, Alcázar Alarcón refiere que la tasa de embarazos adolescentes es muy alta:

“Se dice que 70 de cada mil adolescentes presentará un embarazo. En México tenemos una de las tasas más altas de Latinoamérica pues aproximadamente 64 adolescentes por cada mil quedarán embarazadas”.
 

Además de lo anterior, el doctor advierte que estas cifras que suenan a la “letra muerta”, en realidad no reflejan con exactitud cuántas adolescentes han estado embarazadas. 

“Estos datos estadísticos no reflejan exactamente los embarazos pues dentro de este periodo existen los abortos ya sean espontáneos o provocados lo cual crea un sesgo que no permite contar con una cifra real”.

Alcázar detalla que los cambios en la adolescencia son físicos y biológicos pero para que un embarazo adolescente ocurra están involucrados diversos factores, entre ellos los sociales, económicos y educativos. 

“Tenemos que tomar en cuenta que las personas que no tienen un acceso adecuado y oportuno a la educación, abandonan o postergan su educación tendrán una mayor probabilidad de embarazarse y contrariamente, aquellos adolescentes que tienen acceso adecuado y oportuno a una educación, el embarazo se posterga al extremo de la adolescencia o al entrar a la vida adulta que se considera a partir de los 19 años”.

Embarazo adolescente: una tragedia social

Para el especialista en ginecología, hablar de embarazo adolescente es hablar de una tragedia:

“Es una tragedia social porque también está visto que el embarazo en adolescentes menores a 14 años va a tener la mayor tasa de complicaciones que son una de las principales causas de mortalidad en adolescentes embarazadas. También desde el punto de vista masculino, cuando se adquiere una paternidad digamos, responsable, es decir que el adolescente se haga cargo del embarazo, el varón se verá postergado porque no todos tienen el apoyo familiar desde el punto de vista económico, entonces abandonan tempranamente su educación para convertirse en el sostén familiar a una edad temprana en la que socialmente y psicológicamente no están preparados”.

Embarazo adolescente durante la pandemia 

Alcázar aclara que no existe un dato exacto de los casos de embarazo adolescente durante la pandemia por covid-19

“No hay cifras exactas pero sí han aumentado los embarazos adolescentes principalmente por el encierro y es contradictorio porque pensaríamos que disminuirían por haber salido del entorno social donde están involucrados el alcohol o las drogas que son más accesibles fuera del encierro pero no hay tampoco una disminución por la pandemia”.

Retrato de la consulta: hasta 50% de los padres no saben del embarazo de sus hijos

El doctor comparte que es necesario abrir un capítulo aparte para entender cómo las pacientes descubren su sexualidad de manera temprana por varios factores. 

“Primero está el sentirse popular dentro del círculo social donde conviven; después las redes sociales crean curiosidad de desarrollar la sexualidad de manera temprana y lastimosamente no llegan a una consulta médica en la fase preventiva y sería bueno e ideal que los adolescentes llegaran con nosotros antes del embarazo para darles la consejería necesaria, atención, orientación y métodos de planificación para que puedan evitar un embarazo”.
 


La realidad es que las adolescentes llegan a consulta cuando ya está el embarazo

“Llegan con nosotros a la consulta en el periodo del nacimiento del bebé o cuando hay una pérdida temprana con sus complicaciones por abortos inducidos por la propia paciente; además, muchas veces los adolescentes ocultan el embarazo a sus padres; hasta en un 50% de los casos de embarazo adolescente los padres no estaban enterados y esto lleva a mayores complicaciones porque se intenta interrumpir el embarazo de forma clandestina”.

Son consultas tristes y difíciles: ¿tener o no al bebé?

Por su parte, entrevistado para Sumédico, el doctor Radamés Rivas, ginecólogo y biólogo de la reproducción coincide con el doctor Alcázar acerca del incremento de embarazos adolescentes aún durante la pandemia y cuenta su experiencia en la consulta:

“México es un país con una tasa muy alta de embarazo adolescente, aún en este momento. Son consultas complicadas, las más tristes y difíciles; las niñas vienen con sus familiares, la madre, la tía, las primas o las amigas, curiosamente no vienen con el papá y están las otras niñas que no vienen y corren el riesgo de ir a otro lugar para interrumpir su embarazo.

“Son casos tristes y difíciles pues afectan la salud de forma negativa, siguen siendo niñas; el embarazo adolescente afecta mucho pues se abandonan los estudios, corta la formación personal y al tener al bebé hay menores oportunidades de integrarse laboral y socialmente. Sí, es posible estudiar pero resulta más complicado, además, el embarazo adolescente tiene riesgo de parto prematuro, hipertensión, amenaza de aborto. Se tendrán desventajas médicamente, social y psicológicamente hablando”.
 

Rivas explica que idealmente un embarazo adolescente debe ser abordado por la familia pero en la mayoría de los casos, las adolescentes provienen de familias segmentadas o no funcionales:

“Generalmente no hay apoyo familiar y deben estar acompañadas por alguna terapia o al menos una plática con algún psicólogo experto en salud sexual o reproductiva que oriente para que tomen la mejor decisión al presentarles las distintas opciones, porque cuando las adolescentes deciden no tener un hijo, también puede haber repercusiones en la salud mental si no se acompaña con una orientación adecuada y un apoyo psicológico. 

“Pueden sentir culpabilidad y esa mala experiencia puede quedarse para siempre en su vida social o hay repercusiones psicológicas años más tarde, peor si coincide con la dificultad para embarazarse posteriormente, pues hay depresión, culpa, tristeza y eso aplica en mujeres adolescentes y no adolescentes. Las mujeres pueden sentir mucha culpa, lo pueden ver cómo un castigo por temas religiosos; es un tema muy delicado”.
 

Acerca de la decisión de tener o no al bebé, el doctor Alcázar dice que hay que recordar que desde el punto de vista médico siempre se está a favor lo que sea mejor para las pacientes:

“En algunos estados el aborto es legal y totalmente permitido mientras que en algunos no y la despenalización del aborto sí puede prevenir bastantes muertes en las pacientes y puede ayudar a lograr una mejor calidad de vida; pero no queda ahí, después de ello debe de brindarse la consejería necesaria en métodos de planificación, es decir, nuestra labor como personal médico no debe terminar al producirse o provocar un aborto porque debe brindarse la asesoría necesaria para planificar; cómo se va a cuidar, las pacientes deben irse con un método de planificación para prevenir un embarazo cercano a futuro”

Son tratados como adultos: parto traumático y embarazo contra la voluntad

Alcázar explica que cuando se trata de un embarazo adolescente, el trato por parte del personal de salud ya es hacia un adulto:

“Cuando llegan con nosotros no se hace distinción, ya los tratamos como adultos porque así lo marcan las normas pero se explica que las niñas no han completado el desarrollo biológicamente para lograr un parto natural. El parto puede ser un trauma para las niñas y si bien las niñas ya están embarazadas, desde el punto de vista médico no castigamos y se sabe que hay otras situaciones que conllevan nueve meses de gestación. Más bien orientamos y damos consultas plenamente gratuitas para brindar información y orientación para adolescentes para que puedan acceder de manera oportuna a las medidas preventivas necesarias y aunque no sea posible llegar a todos fácilmente, si estamos comprometidos con ello podremos lograr un cambio”.
 

De los embarazos adolescentes contra la voluntad, el doctor explica lo siguiente:

“Como servidores públicos nosotros estamos obligados a levantar la denuncia necesaria ante el ministerio público cuando tenemos la información o la sospecha de que sea un embarazo contra la voluntad o dentro el entorno familiar que sea por abuso de padres, tíos, hermanos y esto, desgraciadamente sí se da bastante. Por ello, es necesario pensar en el papel de la educación en nuestra juventud; en los niños y adolescentes que tienen temor o rechazo social y se sienten discriminados. También tomar en cuenta que las redes sociales a veces condenan a este tipo de pacientes y pasan de embarazadas adolescentes a víctimas desde el punto de vista social por el rechazo que sufren al tener un embarazo adolescente”.
 

Una estrategia en la cual participen todos…

El doctor Alcázar refiere que en el Estado de México se ha creado un programa que se llama Estrategia Nacional para la Prevención del Embarazo en Adolescentes (ENAPEA) en la cual “todos” deberían estar involucrados:

“Nos tenemos que ver involucrados todos: el personal de salud, familia, instituciones escolares, universitaria, medios de comunicación y si integramos una campaña adecuada de manera conjunta podremos lograr las metas fijadas. La meta principal es reducir a 0% los embarazos en adolescentes de entre los 10 y 14 años y reducir un 50% los embarazos entre los 14 y 19 años. Es complejo pero creo que comprometidos como personal de salud, medios de comunicación, instituciones educativas, podremos lograr algo”.

Si no se pide autorización para enseñar álgebra tampoco se debe hacer para educar en sexualidad 

Respecto a la estrategia, el doctor Rivas dice que los adolescentes deben recibir información oportuna:

“Hay que hablarles de relaciones sexuales, de métodos anticonceptivos, ciclo menstrual, cómo se usa un condón o como se toman algunos medicamentos, no ocultarles nada. Hay algunas personas que piensan que al hablar de sexualidad es darles armas para que los adolescentes comiencen su vida sexual pero no toman en cuenta que de todas maneras van a hacerlo. Si no se pide autorización en las escuelas para hablarles de álgebra o de electricidad, tampoco se debería pedir permiso para hablarles de sexualidad pero a veces el tema religioso pesa más. A los adolescentes hay que tratarlos con toda seriedad y explicarles consecuencias, no solamente se trata del gobierno, también es de casa”.

El doctor Rivas también invita a reflexionar sobre los usos y costumbres

“En México tenemos el dicho de que ´después del niño ahogado se quiere tapar el pozo´, pero hay programas de la secretaría de Salud para reducir el embarazo en adolescentes y aunque resulte increíble, sí hay menores de 12, 13, 14 años que se embarazan y se tienen que respetar los derechos humanos y los derechos sexuales y reproductivos; hay que ser cautos porque también es cuestión de usos y costumbres pues hay regiones donde personas muy jóvenes pueden casarse, pero está la parte no grata que vemos los especialistas que son niños que nacen en condiciones no deseadas o la muerte materna. Por ello, es importante concientizar a las personas en su forma personal, independientemente de su credo, para saber cómo ejercer su sexualidad sanamente pues tarde o temprano la ejercerán”.
 

Finalmente, el doctor Alcázar invita a que todos “hagan lo que les toca” para prevenir los embarazos adolescentes.

“Quiero hacer un llamado al entorno familiar; a los padres y madres para que dejemos de ver como un tabú el hablar de sexo con los hijos. Hay que enseñarles de manera temprana y oportuna de sexualidad, enseñarlos a utilizar los métodos necesarios y que si por alguna razón hay un embarazo, decirles que no se convertirán en una carga para la familia o para la sociedad y brindarles el apoyo que requieren para tomar cualquier decisión, como llevar o no su embarazo a término. La prevención debe involucrarnos a todos, personal de salud, entorno familiar, escolar, medios de comunicación y yo, como médico del Hospital Privado de Ecatepec estoy dispuesto a atender y apoyar a los pacientes con la consejería necesaria y quiero invitar a que todos hagamos nuestra parte.”