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¿El té verde, la soya y el brócoli reducen el riesgo de cáncer de mama?

Un informe hecho por médicos españoles revela qué alimentos y qué hábitos de vida pueden aumentar o disminuir el riesgo de padecer cáncer de mama

Escrito en ESPECIALIDADES el

El cáncer de mama es el tipo de cáncer más común en el mundo, con más de 2.2 millones de casos en 2020; asimismo es la primera causa de muerte en las mujeres pues en 2020 fallecieron alrededor de 685 mil mujeres. De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que una de cada 12 mujeres se enfermarán con este tipo de neoplasia maligna a lo largo de su vida. 

A diferencia de otros tipos de cáncer de la mujer, como el cáncer de cuello uterino que es causado principalmente por la infección del Virus del Papiloma Humano, el de mama no es causado por un proceso infeccioso. Además del género y la edad, los factores de riesgo de la enfermedad tienen que ver con el estilo de vida, como la alimentación, el tabaquismo y el alcoholismo.

Es así que se han presentado distintos consejos de estilo de vida, principalmente de la alimentación, que dicen reducir el riesgo de cáncer de mama, sin embargo es importante indicar cuáles de ellos están basados en evidencia científica.

Dichas observaciones las realiza el Manual de Patología Mamaria para Atención Primaria, impulsado por la Asociación Española de Cirujanos (AEC), la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) y la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen).

(Foto: Pexels)

¿El té verde, la soya y el brócoli reducen el riesgo de cáncer de mama?

Por ejemplo, el documento indica que no hay evidencia suficiente que respalde la idea de que consumir té verde puede ayudar a reducir el cáncer de mama. También existe poca evidencia respecto a los efectos de los carotenoides y el calcio como nutrientes que reducen el riesgo. 

La soya, que es fuente de isoflavonas, tiene componentes con una leve presencia de estrógenos, por lo que su uso para la prevención del cáncer de mama es incierto dada la relación de los estrógenos con ese tipo de cáncer.

El mismo documento proporciona datos clave sobre los factores de riesgo basados en evidencia científica que aumentan la probabilidad de padecer cáncer de mama. Sobre el sobrepeso y la obesidad, se informa que por cada 5 kg/m2 que se incrementa el Índice de Masa Corporal, aumenta el riesgo de cáncer de mama un 12 %.

Asimismo los investigadores comentan que aquellas mujeres que han experimentado una ganancia de peso de 25 kg o más desde los 18 años tienen un riesgo mayor de cáncer de mama comparado con aquellas que han mantenido el peso. 

Por el contrario, las mujeres que no han utilizado tratamiento hormonal, que pierden 10 kg o más de peso desde la menopausia, y que mantienen dicha pérdida, tienen una disminución significativa del riesgo del cáncer de mama.

¿Cómo influye la alimentación en el cáncer de mama?

Los investigadores destacan que en los últimos años se ha dado una fuerte producción y consumo de alimentos procesados, que aunado al sedentarismo, son la combinación ideal para el desarrollo de muchas enfermedades, entre las que destacan varios tipos de cáncer. 

Y aunque no hay muchos estudios en los que se estudie la incidencia del cáncer de mama en distintos tipos de alimentación, lo cierto es que la ganancia de peso y la obesidad están directamente relacionadas con el desarrollo de cáncer de mama. 

En ese sentido, se destaca que existe una relación entre el consumo de las grasas de origen animal y el cáncer de mama. Comer carne roja más de cinco veces a la semana durante la juventud se asocia con un aumento relativo de cáncer de mama de 1,22 en la premenopausia y posmenopausia, en comparación con la ingesta de aves de corral, pescados, legumbres y frutos secos.

En cuanto al patrón alimenticio, si bien no hay evidencia contundente sobre la dieta mediterránea como inhibidora del cáncer de mama, sí hay algunos estudios que afirman que el consumo de aceites de origen vegetal, característicos de la dieta mediterránea, como el aceite de oliva extra virgen así como la ingesta de frutas, grasas monoinsaturadas, omega 3, azúcares procedentes de la fibra y los cereales, pescados y legumbres, produce un descenso del 15% de la incidencia de dicho tipo de cáncer.

Asimismo se encontró que los niveles bajos de vitamina D se relacionan con un mayor riesgo de desarrollar cáncer.

(Foto: Pexels)

No hay evidencia de que éstos alimentos disminuyan el riesgo de cáncer

Hay datos muy limitados que sugieran que el consumo de vegetales no almidonados como el tomate, la lechuga, la cebolla, la espinaca, el pepino, el brócoli, la coliflor, la col o los hongos disminuyen el cáncer de mama. 

Tampoco hay evidencia suficiente que dicte el consumo de té verde como inhibidor del cáncer, ni tampoco el consumo de alimentos ricos en carotenos, calcio o isoflavonas.

¿Cómo influye el estilo de vida en el cáncer de mama?

Los especialistas que realizaron el informe dan algunas pautas sobre el estilo de vida que representan factores de riesgo modificables para el cáncer de mama.

  • Mantener un índice de masa corporal (IMC) saludable y evitar la ganancia de peso tras la menopausia.
  • En mujeres con sobrepeso u obesidad, se recomienda perder peso.
  • Limitar las conductas sedentarias.
  • Realizar ejercicio físico moderado-intenso repartido en 3-5 días a la semana con 150 minutos semanales de ejercicio moderado ó 75 minutos semanales de ejercicio intenso.
  • Limitar el consumo de alcohol y evitarlo sobre todo en mujeres jóvenes antes del primer embarazo.
  • En fumadoras, se aconseja reducir o eliminar el hábito tabáquico, de particular importancia en jóvenes antes del primer embarazo, como en el caso del alcohol.
  • Se recomienda la lactancia materna en la medida de lo posible.
  • Limitar el uso de tratamiento hormonal sustitutivo.

(Foto: Pexels)

Cáncer de mama en México

En América Latina, el cáncer de mama es la primera neoplasia más común en mujeres, con una incidencia de 152,059 casos anuales. La mortalidad en la región es de 43,208 defunciones con una tasa de 47.2 por 100,000 mujeres.

El cáncer de mama es el que causa más muertes en México, falleciendo una mujer cada 2 horas. En el año 2014, se registraron 11,372 casos nuevos de cáncer de mama con una tasa de incidencia de 22.56 por 100,000 habitantes mayores de 10 años.

En el grupo específico de mujeres de 25 años y más, en el año 2015 se registraron 6,252 defunciones en mujeres con una tasa cruda de 18 defunciones por 100,000 mujeres. La edad promedio de presentación de los casos de cáncer de mama es de 54.9 años, la incidencia más alta en el número de casos se registra en el grupo de 50 a 59 años con el 45% de todos los casos.

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Con información de: EFE, Secretaría de Salud, IMSS, OMS