La violencia familiar suele tener serias repercusiones en la salud física y mental, sobre todo si se vive durante la infancia. Por ello, un reciente estudio ha analizado el impacto del maltrato en la niñez en la salud cardiovascular de adultos.
La investigación realizada por la Northwestern Medicine analizó la salud cardíaca de más de 3 mil 500 participantes, cuyos resultados fueron comparados con el ambiente familiar en el que se desarrollaron durante la infancia
Este estudio, publicado en el Journal of the American Heart Association, utilizó los datos del Estudio de desarrollo de riesgo de arterias coronarias en adultos jóvenes (CARDIA), donde se mantuvo un monitoreo de los participantes de más de 30 años.
Los sujetos encuestados, además de ser evaluados conforme a su salud cardiovascular, respondieron una serie de preguntas para determinar el tipo de ambiente familiar en el que crecieron, algunos de los cuestionamientos planteados fueron:
También lee: El estrés laboral podría aumentar el riesgo de enfermedad arterial
¿Con qué frecuencia un padre u otro adulto en el hogar le hizo sentir que lo amaban?, ¿con qué frecuencia un padre u otro adulto en el hogar te insultaron, menospreciaron o actuaron de una manera que te hizo sentir amenazado?, ¿sabía su familia lo que estaba haciendo cuando era niño?
De acuerdo los resultados, las personas que estuvieron expuestos a mayores niveles de violencia y adversidad en el entorno familiar, tenían una probabilidad 50% mayor de tener un evento de enfermedad cardiovascular, como un ataque cardíaco o un derrame cerebral.
“El entorno psicosocial familiar infantil menos favorable se asocia con un riesgo significativamente mayor de enfermedad cardiovascular incidente en la edad adulta media.”
¿Por qué el maltrato influye en la salud cardíaca?
La investigación puntualiza que vivir en un ambiente familiar violento durante la infancia está asociado con la adopción de hábitos poco saludables que desencadenan factores de riesgo para el desarrollo de enfermedades cardiovasculares.
Los niños que experimentan este tipo de adversidades están predispuesto a un estilo de vida sedentario y a una alimentación inadecuada, la cual puede ser consecuencia del consumo de comida chatarra o del uso de la comida como un mecanismo de afrontamiento de la realidad.
También lee: No desayunar podría aumentar la mortalidad por padecimientos cardíacos
Ambos hábitos antes mencionados pueden provocar que un menor desarrolle sobrepeso u obesidad, factores de riesgo para la incidencia de padecimientos cardiovasculares.
Además, los niños que sufren maltrato también están expuestos a mayores tasas de estrés, ansiedad y depresión, afecciones que pueden desencadenar un evento cardíaco como un infarto.
Por otro lado, el estudio encontró que los participantes que reportaron vivir en un ambiente familiar adverso reportaron mayores tasas de tabaquismo, hábito que está estrechamente relacionado con el desarrollo de enfermedades del corazón.
“Las experiencias de la primera infancia tienen un efecto duradero en el bienestar mental y físico en los adultos, y una gran cantidad continúan sufriendo abusos y disfunciones que dejarán una gran cantidad de problemas y funcionamiento social a lo largo de sus vidas”, puntualizan los investigadores del estudio.