Hoy más que nunca, tiempos en los que muchas personas han sufrido la pérdida de sus seres queridos o incluso la pérdida del empleo, de ingresos y hasta del rol que jugaban dentro de sus familias, es preciso acercar ayuda a quienes están sufriendo un duelo. Duelo que ahora no es posible procesar de las formas tradicionales o rituales y por eso duele más.
Esa fue la lógica que animó a Gina Tarditi, psicóloga experta en duelo, a escribir el libro “El duelo en medio de la pandemia”, con el cual busca llevar el mensaje de cómo procesar esas pérdidas de una manera accesible.
En entrevista con SuMédico, Tarditi, quien también colabora en el Centro de Apoyo para la Atención Integral del Instituto Nacional de Cancerología, consideró que sería conveniente compartir los talleres que se llevan a cabo en esa institución para que las personas procesen sus duelos.
HAY QUE IDENTIFICAR EMOCIONES Y TALENTOS
Gina Tarditi explica que es preciso identificar las emociones por un lado, y los talentos, por el otro.
Indica que al tomar conciencia de qué es lo que estamos sintiendo podemos procesarlo y utilizarlo en nuestro favor. Pone como ejemplo cuando hay enojo: o entendemos de dónde viene y qué lo provoca o pasaremos la vida rumiándolo y provocando daño a otros.
Asegura que no hay que reprimir las emociones pero sí estar conscientes de ellas “para que lejos de afectarnos nos beneficien y podamos vivir en armonía”.
HAY QUE USAR NUESTRA CAJITA DE HERRAMIENTAS
Por otra parte, identificar los talentos nos permitirá usarlos para la reconstrucción y reinvención de nuestras vidas.
“Es como si cada quien, al nacer, llegara con una cajita de herramientas bajo el brazo y en momentos difíciles la abrimos y encontramos que ahí hay alegría, esperanza, sentido del humor, inteligencia y otras tantas cualidades de las cuales podemos echar mano para volver a caminar confiados hacia el futuro, aun sabiendo que el mundo no ofrece certezas”.
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En opinión de Gina Tarditi, la pandemia nos ha venido a enseñar que somos vulnerables y entonces hay que tomar una decisión: o decides vivir con miedo o tienes las herramientas para confiar en que mañana podremos enfrentar el reto que la vida nos ponga por delante.
¿CÓMO HACER SI EL VIRUS ESTÁ AHÍ AFUERA Y NO SE IRÁ EN MUCHO TIEMPO?
Se le pregunta cómo caminar confiados por la vida cuando el virus está allá fuera y permanecerá ahí por mucho tiempo.
“Una de esas herramientas podría ser aprender a cuidarnos mejor. Certezas absolutas no existen. Si pensamos en lo que nos puede suceder todos los días nadie haría nada. Debemos confiar en nuestra capacidad de aceptar el cambio, tener esperanza y ser empáticos con los que están sufriendo”.
Ella reconoce que salir a “la nueva normalidad” nos está costando trabajo. “Si entendemos que no podemos controlar la vida nuestra y las de los otros, haremos frente a las dificultades que se nos presenten”.
UNA COSA ES SER REALISTA Y OTRA TEMER A LA VIDA
Gina Tarditi llama a tomar conciencia de esa fragilidad que todos los seres humanos tenemos y aprender a afrontar lo que pueda ocurrir, “porque al final la vida siempre vale la pena ser vivida”.
Y una cosa es ser realista y otra es temer a la vida. La alegría y la tristeza puede coexistir en el mismo día. “Es una opción consciente y voluntaria de cómo queremos vivir el resto de nuestras vidas: atrapados en el miedo o vivir con pasión y con el sentido que cada quien quiera darle a su existencia. Con prudencia, cuidando lo que debamos cuidar”.
En su opinión, eso se logra gestionando nuestras emociones de la mejor manera posible. Reconoce que es difícil y por ello hay que trabajarlo.
AUN EN DUELO, NADIE PUEDE QUEDARSE CON LOS BRAZOS CRUZADOS
Explica que el libro conduce de manera sencilla hacia el fortalecimiento de la persona para vivir la vida con intensidad y a plenitud, a pesar de las circunstancias. Y eso pasa cuando se aprende a identificar y gestionar mejor las emociones, y a utilizar los talentos.
“Cuando uno está en duelo no se puede quedar con los brazos cruzados. Se tienen que establecer compromisos para recomponer y encontrar un nuevo equilibrio para vivir hacia adelante”.
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