La vitamina D es un elemento esencial para el correcto funcionamiento del organismo, pues posee propiedades que permiten la absorción del calcio en los huesos. Ésta se produce naturalmente en el cuerpo, pero su consumo en alimentos puede beneficiar a la salud cardiovascular.
De acuerdo con un reciente estudio publicado en el Journal of Human Nutrition and Dietetics, una dieta rica en vitamina D puede ayudar a reducir el riesgo de sufrir alguna enfermedad cardíaca.
Este beneficio se determinó tras un estudio en el que participaron mil 514 y mil 528 mujeres en Atenas Grecia, los cuales tuvieron un seguimiento de 11 años, donde se analizó su dieta y salud cardíaca.
Para ello, los investigadores llevaron un registro de la ingesta diaria de vitamina D entre los participantes, utilizando una base de alimentos estandarizada, la cual clasificó las distintas comidas en tres categorías de acuerdo con su porcentaje de vitamina D: bajas, medias y altas.
De acuerdo con los resultados, los beneficios cardíacos generados por el consumo de esta vitamina fue mayor en hombres, pues aquellos el riesgo de sufrir un evento cardiovascular como un ataque cardíaco se redujo de 24% en las personas que consumían bajas cantidades de vitamina D, a 12% en las que consumieron altas cantidades.
Mientras que en las mujeres, el riesgo de afección cardíaca se redujo de 14% a 11%, de acuerdo con la cantidad de vitamina D presente en su dieta. Entre los hombres y mujeres que mantenían un consumo medio de esta vitamina, el riesgo fue de 17% y 10% respectivamente.
Estos resultados se tomaron en cuenta 10 años antes del inicio de los factores de riesgo por enfermedad cardiovascular, por lo que los autores de la investigación también indicaron que el consumo de vitamina D redujo la probabilidad de hipertensión en los hombres.
“El aumento de la vitamina D generada por alimentos puede proteger contra las enfermedades cardiovasculares, de diferente forma entre cada sexo”.
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¿Dónde se obtiene la vitamina D”
Este tipo de vitamina se produce naturalmente en el organismo cuando éste es expuesto a los rayos del sol, pues la luz solar activa la sustancia química conocida como calciferol, la cual activa la vitamina D.
Sin embargo, también puede obtenerse de distintos alimentos, como la leche fortificada, los cereales fortificados y los pescados grasos como el salmón, la caballa y las sardinas, los cuales pueden incluirse en la dieta diaria.
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La vitamina D también se puede obtener de suplementos alimenticios que la contengan, pero su consumo puede resultar contraproducente si no se tiene la supervisión de un especialista.
La Clínica Mayo indica que el consumo excesivo de vitamina D podría generar náuseas, vómitos, estreñimiento, debilidad, confusión y daño renal.
La cantidad diaria recomendada de vitamina D es de 400 unidades internacionales para los niños de hasta 12 meses, 600 unidades internacionales para las personas de entre 1 y 70 años, y 800 unidades internacionales para las personas mayores de 70 años.